Diario de Castilla y León

Cruz Roja despliega la nueva teleasistencia digital y gratuita que llegará a 37.000 usuarios

El modelo combina atención personalizada y dispositivos digitales, como detectores de riesgo dentro y fuera de casa y unidades móviles para acudir de inmediato si hay caídas / A los mayores de 80 años se les concede solo con pedirlo

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, y el presidente de Cruz Roja en Castilla y León, José Varela. - ICAL

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, y el presidente de Cruz Roja en Castilla y León, José Varela. - ICAL

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Alicia Calvo
Valladolid

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La tecnología integrada en el día a día y como escudo de protección. El nuevo modelo de teleasistencia de la Junta de Castilla y León, prestado por Cruz Roja desde este 1 de agosto, apuesta por la digitalización y prevé llegar a más de 37.000 usuarios de la Comunidad. Un servicio que la consejera de Familia, Isabel Blanco, calificó ayer de «innovador y pionero» por el alto grado tecnológico de las prestaciones que automatizan servicios e integra dispositivos tecnológicos, como detectores de riesgo y emergencia dentro y fuera del domicilio.  

Aunque las cifras son cambiantes y este solo es el punto de partida, Familia estima que los 37.000 usuarios vayan incrementándose paulatinamente. 

La implantación por provincias revela que, por el momento, Valladolid es en la que a más personas (10.857) llegará este servicio; seguida por Salamanca, con 6.005 beneficiarios, y León con 5.910. En Burgos son 3.855 usuarios; 2.600 en Segovia, y 2.452 en Palencia. Llegará a 2.282 zamoranos, 2.182 abulenses y 1.481 sorianos. Para recibir este servicio, desde la Consejería de Familia explican que los interesados deben solicitarlo en los centros de acción social (CEAS) de su zona. 

El aspecto tecnológico es uno de los puntales de la nueva fórmula, pero según explicaron en su presentación, se combina con una atención personalizada y directa desde el personal de los CEAS orientado, además, «hacia un abordaje preventivo».Esta teleasistencia avanzada se apoya en comunicaciones autonómicas a través de los dispositivos electrónicos que sirven, por ejemplo, para detectar situaciones de riesgo y emergencia dentro y fuera del domicilio. 

Cuando el usuario se encuentre fuera de su hogar podría disponer (según las necesidades de cada persona) de mecanismos de geolocalización o sistemas de petición de auxilio a través de dispositivos móviles. Una herramienta que ayuda cuando se producen extravíos por desorientación frecuentes. Para la seguridad en el interior del hogar hay otras opciones preventivas como detectores de fuego, gas y monóxido de carbono, de fugas de agua...

Cruz Roja desplegará también unidades móviles para la atención personal a caídas y otras emergencias que buscan responder a la alarma «en un tiempo no superior a los 30 minutos desde la recepción de la llamada en el centro de atención» a cualquier hora, dado que garantizan, explican, «la asistencia en el domicilio las 24 horas del día, los siete días de la semana». 

La consejera insistió ayer en que cualquier persona mayor de 80 años, al margen de la movilidad o dependencia que presenten, «se anime a solicitarlo». A quienes superen esta edad se les concederá sin que deban someterse a ningún tipo de estudio para determinar el grado de dependencia, como sí sucede para otros rangos de edad. 

La atención individualizada se potenciará porque a cada caso «se el asignará un coordinador en el centro de atención social, un técnico coordinador de teleasistencia y un teleoperador de referencia» con la misión de afinar la atención específica que requiere cada beneficiario en aras de obtener la mayor autonomía y seguridad posible. 

La cercanía se traducirá en algo en apariencia tan simple como en el fondo determinante: cada usuario sabrá el nombre del teleoperador de referencia por el que puede preguntará, que será el encargado de «establecer los contactos, conocer las circunstancias personales y hacer un seguimiento de su evolución».

Con esta decisión se busca potenciar y facilitar «una relación de confianza entre usuario y profesionales que le atienden».

La consejera explicó que se trata de poner a disposición «más servicios y nuevas tecnologías para mejorar la calidad de la atención domiciliaria; un salto de la teleasistencia clásica a toda la aparatología moderna que propone un seguimiento proactivo y nuevos dispositivos modernos». 

Blanco destacó que con este proyecto «Castilla y León se convierte en la primera comunidad que regula la teleasistencia avanzada», según recoge Ical. En el último año se han sumado usuarios al servicio de teleasistencia de Castilla y León, lo que ha supuesto un incremento del 20 % respecto al mes de agosto de 2020.

Este proyecto de Familia, del que ha resultado adjudicataria Cruz Roja por un contrato de un año, busca evitar que se produzcan esos desequilibrios interprovinciales que castigan a la Comunidad en otros ámbitos, como cuando se habla de desarrollo industrial o de listas de espera sanitarias. 

Este modelo tiene en cuenta todos los factores posibles del individuo, pero a la vez no distinguir por el lugar en el que resida: «Es el primer contrato de España que es para toda la Comunidad y pretende que todas las personas de Castilla y León reciban el mismo servicio y las mismas prestaciones independientemente del lugar en el que residan», señaló ayer la consejera en la presentación conjunta del proyecto que efectuó en León con el presidente de Cruz Roja de Castilla y León, José Varela.

Entre las bondades que ambos resaltaron se encuentran las asociadas a la gestión del servicio. Esta se efectúa a través de una plataforma tecnológica que simplifica procesos. «Unifica procedimientos de altas, bajas y suspensiones; la instalación, mantenimiento y retirada de los dispositivos; los requisitos tecnológicos y procesos del centro de atención, y el funcionamientos de las unidades móviles. Así las corporaciones locales ya no tienen que preocuparse de la parte administrativa de la contratación y el pago, ni de la carga de trabajo asociada a estos trámites y se pueden centrar en sus esfuerzos en la atención directa al ciudadano». 

A partir de la experiencia adquirida tras la prestación de estos servicios, en los próximos meses se elaborará una guía que marque los protocolos. Servirán para activar los servicios en función de las características y de la situación propia de cada usuario.  

Para llegar a este modelo digitalizado y homogéneo en toda la Comunidad fue decisiva la reforma de la Ley de Servicios Sociales aprobada en diciembre del año pasado. Centralizó en la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta las competencias de la planificación, dirección y contratación del servicio, mientras antes las funciones recaían en las corporaciones locales. 

Si una palabra fue repetida ayer por la consejera esta fue la de ‘proactiva’. De hecho, una de las novedades del programa es precisamente que está basado «en una atención proactiva y personalizada» y que incorpora dos servicios nuevos de «apoyo al mantenimiento de la salud y seguimiento de la atención a las personas dependientes» y de seguimiento y apoyo, también, al cuidador.

La consejera entiende que la teleasistencia avanzada, tal y como está concebida ahora en Castilla yLeón, «permitirá personalizar cuidados, adaptándolos a las necesidades y circunstancias de cada usuario, especialmente si son dependientes». Pero también destacó que contribuye a «mejorar la colaboración ente profesionales por medio de la tecnología y de protocolos y procedimientos bien definidos». 

«Constituye un paradigma de los modelos de atención social y de dependencia 5.0 promovidos en Castilla y León, basados en la atención centrada en la persona, la integración de los servicios, la orientación hacia un abordaje preventivo y la digitalización de los servicios», subraya.

Antes de la puesta en marcha de las nuevas implementaciones, a lo largo de este año la Junta ha efectuado varios pilotajes para comprobar la efectividad de los servicios incorporados. «La valoración de la atención proactiva por parte de los usuarios ha sido muy positiva, así como la realizada por los profesionales, quienes destacan la carga de personalización que supone ahora la prestación del servicio».

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