Castilla y León mantendrá el cierre del ocio nocturno y las barras en septiembre

La Junta de Castilla y León confirmó que se prorrogarán las medidas restrictivas que soporta el territorio autonómico para frentar la incidencia del contagio ante las ‘no fiestas’ que tendrán lugar durante las próximas semanas en las capitales de Valladolid y Salamanca, a la vista de los últimos datos en el municipio vallisoletano de Peñafiel, que sufre la mayor tasa de la Comunidad entre las localidades de más de 5.000 habitantes tras la celebración de sus fiestas por parte de los jóvenes.

El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, afirmó en la jornada de ayer que la inteción del Gobierno autonómico es mantener el nivel de restricción actual tras el 30 de agosto, día en que decaerían las medidas. «Estamos manteniendo una actividad prácticamente normal pero hay que mantener la prudencia», exhortó el vicepresidente. Además, subrayó la importancia de dar «un mensaje claro a nuestros ciudadanos en este periodo que es muy festivo», y recordó que «hay cosas que no se pueden hacer, eventos multitudinarios, porque no estamos todavía en la normalidad».

Por eso, la Junta continuará con las medidas especiales del nivel 1 en todo el territorio de Castilla y León más allá del día 30 de agosto. «Es muy bajo, pero tenemos que evitar episodios como los que hemos tenido estos días», consideró Igea. En cuanto a los periodos festivos que se avecinan en algunas ciudades como Valladolid y Salamanca, Igea aseguró haber tenido conversaciones con algunos alcaldes de la provincia. «La inmensa mayoría de ellos entienden muy bien cuál es la situación, hay cosas que no se pueden hacer», dijo, y aprovechó para hacer un llamamiento a los jóvenes, para que «miren lo que ha ocurrido en pueblos tan pequeños como Pollos o Peñafiel y lo que ello podría significar en Valladolid o Salamanca».

En este sentido, la incidencia acumulada a catorce días reflejó un nuevo descenso en la jornada de ayer, cada vez más cerca de los 300 casos por cada cien mil habitantes, aunque la disminución comienza a ralentizarse. La tasa a siete días también cayó ligeramente hasta los 142 casos por cada cien mil, lo que refleja la tendencia a la baja que mantiene la región. No obstante, la buena noticia llegó desde las unidades de cuidados intensivos. Tras el ligero repunte de la ocupación de este lunes, hasta el 21,08%, ayer descendió en 1,5 puntos y se sitúa en el 18,65%. Los hospitales de Palencia y Zamora son los únicos que mantiene su ocupación en UCI por pacientes Covid en riesgo extremo, con un 40% y un 36%, respectivamente. En planta, el aforo completado cae, también ligeramente, al pasar del 4,5% al 4,4%. En este punto, sólo Ávila, Valladolid y Burgos muestran niveles de riesgo medio, mientras que el resto de hospitales reflejan unos datos de riesgo bajo.

En cuanto a los datos diarios, Castilla y León volvió a registrar una jornada con una cifra elevada de fallecidos en hospitales, un total de siete en las últimas 24 horas. Del conjunto autonómico, Valladolid lideró el dato con dos decesos notificados, mientras que Ávila, Burgos, Salamanca, Segovia y Zamora registraron uno. La provincia vallisoletana también encabezó el grueso de los contagios, con 119 casos de los 518 que recogió la última actualización de la Consejería de Sanidad. 

Por otra parte, en una de las dos actualizaciones semanales, la Consejería de Familia notificó seis nuevas muertes en los últimos cuatro días entre residencias de mayores, centros de personas con discapacidad y viviendas tuteladas en Castilla y León, de las que cinco corresponden a fallecimientos en los hospitales autonómicos mientras que la restante se localiza en el centro de discapacitados psíquicos de Valladolid, achacado a un brote de coronavirus que lleva activo alrededor de una semana y que acumula 46 infectados, con hasta cuatro usuarios hospitalizados dado su estado de salud. El total de fallecidos en los centros residenciales regionales asciende así hasta los 4.113, de los que 3.008 corresponden a casos de positivos confirmados, mientras que 1.105 residentes han perdido la vida durante la pandemia con síntomas compatibles.

En la estadística, se notifican seis residentes aislados con síntomas compatibles y 300 se encuentran en esa situación de forma preventiva pero sin síntomas, 106 más que en el último registro. Además, se encuentran hospitalizados 29 residentes, cuatro más que en el anterior parte facilitado por Sanidad.

El análisis del vicepresidente y portavoz de la Junta ante estos brotes en residencias de mayores se limitó a explicar que «en la medida de lo posible no quieren incrementar de manera generalizada las restricciones e imponer a los ciudadanos que viven en residencias condiciones de aislamiento tan intensas como se vivieron», aunque asumió que están a la espera de la estrategia de la tercera dosis de la vacuna.

Igea indicó que «afortunadamente, la aparición de estos brotes es de muchísima menor gravedad que los primeros, la mortalidad ha descendido espectacularmente, y la mayoría de casos son asintomáticos», sin embargo, en los últimos meses se ha mantenido una incidencia alta y la mortalidad de esta última ola «se ha centrado en personas mayores y más frágiles». El vicepresidente explicó que la Junta ha tomado todas las medidas de precaución, control y rastreo en las residencias, por lo que no consideran la vuelta al aislamiento de los centros como una opción. «En este momento no está justificado», sentenció el vicepresidente.