Las residencias de Castilla y León suman siete fallecidos más en cuatro días y 14 en una semana
Castilla y León duplica los casos nuevos del día anterior y anota 614, 164 en Valladolid, mientras que el contagio cae por debajo de los 500 puntos pese a un nuevo repunte en las UCI, con cinco ingresos más
Las residencias de ancianos de Castilla y León continúan viviendo uno de sus capítulos más negros de la pandemia. Aunque las oleadas de fallecidos que registraban durante los primeros meses parecían haber quedado atrás, una nueva etapa marcada por el aumento del contagio ha vuelto a poner estos centros en el punto de mira. Tanto, que en solo cuatro días la Comunidad ha notificado la muerte de siete personas que residían en estos geriátricos, lo que eleva a 14 el cómputo de la última semana.
Con el paso de las jornadas, la peor estadística que deja el coronavirus, la de fallecidos, se recrudece progresivamente en las residencias. Si a finales de la semana eran once los decesos tras siete días, ahora ya son catorce más que el pasado 3 de agosto. En aquel momento eran 4.074 los residentes fallecidos por causas relacionadas con el Covid-19, mientras que los datos actualizados ayer por la Junta elevaban esta cifra hasta los 4.088. Y no solo eso, si no que en comparación con las cifras del viernes (Familia solo actualiza estos registros los martes y viernes de cada semana), son siete las defunciones en apenas cuatro días.
Además, y según estos datos, se da otra circunstancia llamativa, pues por primera vez en varios meses el coronavirus está haciendo que algunos residentes perezcan en los propios geriátricos sin tiempo de ser trasladados a un centro hospitalario. Son casos poco habituales, pero de las catorce defunciones en una semana, dos se dieron en estas circunstancias y doce fueron registradas en hospitales.
Tras este último recuento, el total acumulado de fallecidos de residencias desde el inicio de la pandemia se divide entre las 1.913 personas que murieron tras ser trasladadas al hospital y las 2.175 que perdieron la vida en los propios geriátricos en los que residían. También tras este último recuento, el ejecutivo autonómico informó de que actualmente son doce los residentes que permanecen aislados con síntomas compatibles con el Covid-19, mientras que otros 359 se encuentran en aislamiento preventivo pero sin síntomas.
Este martes, al aumento de los fallecidos en residencias le acompañó también un incremento de los casos positivos identificados a lo largo del último día. De hecho, los 614 positivos identificados por sanidad son casi el doble de los 367 del día anterior, aunque en este caso puede deberse, como es habitual, a la imprecisión en el volcado de datos que se produce durante el fin de semana y que cada lunes provoca unas cifras especialmente reducidas.
Más allá de esta particularidad que ya resulta recurrente, es destacable que Valladolid fuera la provincia con el dato más alto registrado, 164 infectados, cuando esta posición suele recaer en Burgos. De hecho, la provincia burgalesa empató ayer en segundo lugar con León al registrar ambas 76 casos nuevos. Por su parte, los brotes activos contabilizados por Sanidad volvieron a aumentar y pasaron de los 521 del lunes a 557. De ellos, 96 se localizaron en León y 86 en Segovia, las dos provincias más afectadas en este sentido. Además, los casos vinculados a estos focos se sitúa ya en 2.848 frente a los 2.798 del día anterior, y de nuevo con León a la cabeza, que contabiliza 436.
Con estas cifras no sorprende que la ocupación hospitalaria siga sin mostrar grandes variaciones. En esta ocasión se redujo la cifra de personas ingresadas en planta con coronavirus, que caen hasta las 369. El repunte tuvo lugar en las UCI, donde cinco hospitalizaciones más sitúan el total en 90 y que junto a las de planta anotan un balance general de 459 pacientes.
En cuanto a las cifras de ocupación, las unidades de críticos de El Bierzo, Burgos y el hospital Río Hortega de Valladolid siguen estando casi al límite su capacidad, con una saturación que supera el 84% en los tres casos. Mientras, en planta, el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca tiene ocupadas 530 de las 589 camas disponibles, un 90%.
Una vez más, para encontrar las cifras más positivas de la jornada hay que prestar atención a la incidencia acumulada, que sigue en descenso en el conjunto de la Comunidad. Así, y por primera vez desde que se alcanzara el pico de esta cuarta ola, la tasa de contagio dos semanas cae por debajo de los 500 casos por cada cien mil habitantes y se sitúa en 477. El dato a siete días muestra también una disminución, aunque menor, y alcanza el dato redondo de 200 casos.
Frente a estas cifras, recogidas por la Consejería de Sanidad, las que maneja el Ministerio del ramo son ligeramente superiores, pero que le valen a Castilla y León para situarse como la sexta autonomía con menor incidencia acumulada a catorce días. A siete días, sin embargo, ocupa todavía el octavo puesto del país.
En el avance de la incidencia por provincias hay pocos cambios con respecto a los días anteriores. Burgos sigue a la cabeza con 690 casos a catorce días y seguida de Soria con 632, mientras que en la parte baja de la tabla regional se mantienen León (313) y Salamanca (318).
Pero el descenso de la incidencia no solo se hace patente en las nueve provincias de la Comunidad, si no que los grandes municipios también muestran un progreso que en algunos casos es incluso mejor. En este sentido son ya tres las localidades cuya tasa de contagio a una semana baja del centenar de casos: San Andrés del Rabanedo (98) y Ponferrada (93), ambas en la provincia de León, y a las que se suma Zamora capital (77).
Finalmente, y en lo que corresponde a la vacunación contra el Covid-19, Castilla y León alcanza ya el 66,13% de su población total con pauta completa, según los propios datos de la Junta. Así, la provincia de Zamora (68,64%) en cabeza una lista que cierra Segovia (64,22%). Además se ha administrado el 93,85% de las 3.433.669 dosis recibidas.