Sanidad opera con ayuda de la privada a 2.500 pacientes que llevaban más de un año en espera
Rebaja así la demora media hasta los 129 días /Burgos tiene 183 y Salamanca 172, frente a los 102 del Río Hortega
La actividad quirúrgica está aún lejos de recuperar la normalidad en los hospitales públicos. Entre abril y mayo, el menor número de ingresos por covid y el consiguiente alivio en las llamadas UCISextendidas permitió retomar algunas intervenciones, pero el ritmo sigue siendo insuficiente para absorber las miles de operaciones que se han acumulado después de este año largo de cancelaciones intermitentes. Ni siquiera con la derivación a centros privados se está logrando reducir una cola que hoy ocupan 37.319 pacientes de Castilla y León, según los datos del segundo trimestre del año publicados por la Consejería de Sanidad. Son 323 personas más que el anterior.
El aumento es leve, del 1%. Y sería mayor de no ser por las operaciones que Sacyl ha concertado en los últimos meses con la sanidad privada, en su mayoría cirugías no preferentes de traumatología, como prótesis de cadera y rodilla, que aguardaban su turno desde el estallido de la pandemia.
Con recursos externos y propios, después de un año aparcando en el pico de cada nueva ola aquellas patologías no urgentes, condenadas a eternizarse por su menor gravedad, Sacyl ha metido mano a estos casos de espera prolongada que, si bien no comprometían la vida del paciente, sí alteraban su calidad de vida sin visos de una solución inmediata. Entreabril y junio han salido de la lista de espera 2.574 pacientes de Castilla León que llevaban más de un año esperando su turno para el quirófano, un tiempo excesivo y poco frecuente en la estadística quirúrgica, que no suelen alcanzar los pacientes en condiciones normales por mucha demora que admita su patología. En la actualidad, sigue habiendo 2.679 personas con más de 365 días en espera, pero son la mitad de los que había en marzo, cuando 5.253 acumulaban un año armándose de paciencia.
Por especialidades, casi la mitad de los operados tras más de un año de demora salen de traumatología, el servicio donde se registra el mayor embudo en los últimos años, con 1.173 cirugías atendidas después de superar los 365 días de espera, que dejan su cola en 11.272, casi una tercera parte toda la lista de espera. Le sigue cirugía general y digestivo (saca a 392 inscritos de larga duración y tiene 7.021 pacientes en total), plástica (234 operados un año después y una cola total de 1.429) y urología (resta 233 de más de 365 días y tiene 3.000 pendientes en total).
Sacar de la cola ese número de cirugías ha sido posible por el repliegue de los ‘pacientes covid’ en las llamadas UCIS extendidas, que por rachas han invadido las URPAS y REAS, unidades postquirúrgicas que deben estar disponibles para llevar a cabo las operaciones. Y también gracias a los nuevos conciertos firmados con hospitales privados como Recoletas para dar salida de manera inmediata a los pacientes en espera prolongada, como los casos de traumatología, y que se suman a otros convenios firmados para externalizar este año operaciones de cirugía general, plástica, urología y otorrinolaringología.
Ese esfuerzo por zanjar las esperas prolongadas ha tenido efecto en aquellos hospitales que más acusan este problema. Son los de Salamanca y Burgos, donde el trimestre anterior había cerca de 1.500 personas con más de un año de demora, un nivel reducidos ahora hasta los 942 personas en el complejo salmantino (571 menos) y a 772 en el burgalés (tras atender a 654 de la cola). También es importante el número de operaciones atendidas un año después en León (tiene 451 pacientes con más de 365 días, 398 menos que en marzo), el Clínico de Valladolid (se queda con 292 al atender a 286) y el Río Hortega (baja hasta los 104 al dar salida a 246 casos acumulados desde hace más de un año).
Dar salida a estos casos de larga espera trae asociado un efecto estadístico, porque eso reduce el tiempo de demora total en Castilla y León, un indicador que mide el número de días que, de media, espera un paciente para ser operado. Pues bien, en junio cae hasta los 129 días, que son 23 menos que en marzo, en buena medida al sacar del cómputo a esas personas que acumulaban 300 o 400 jornadas en la cola.
El balance trimestral evidencia que atender estos casos dilatados ha sido una prioridad para la Consejería de Sanidad que dirige Verónica Casado. Por lo demás, la espera quirúrgica se mantiene niveles similares a los de los trimestres previos, con elevadas cifras de pacientes en espera en los hospitales de Castilla y León y persistentes diferencias entre unos centros y otros.
El ralentizado ritmo de operaciones no permite de momento reducir la lista de espera, ya que cada día siguen llegando nuevas indicaciones, en parte también gracias a la progresiva recuperación de la actividad en las consultas externas y las pruebas diagnósticas, que son la antesala de una cirugía.
De hecho, el número de pacientes que llevan entre 0 y 90 días esperando subió un 14% el pasado trimestre:son 20.019, 2.463 más que en marzo. En el tramo entre 91 y 180 días, la cifra disminuye un 5% (hay 8.170 inscritos entre tres y seis meses, 446 menos que en marzo). Y los que acumulan más de seis meses pero menos de un año también repuntan, un 16% en el segundo trimestre (suman 6.451, 880 más).
Se mantienen también las diferencias entre unos hospitales y otros. El de Burgos sigue siendo el que registra la mayor demora media, con 183 días, pero lejos de los 226 que padecía en marzo. Le sigue Salamanca, con 172 jornadas de espera media, León, con 134, y el Clínico de Valaldolid, con 131. De este grupo de los grandes hospitales, con servicios de referencia para otras provincias, el que registra una demora más contenida es el Río Hortega de Valladolid, con 102 días.
En el resto de provincias, sigue despuntando la espera del hospital comarcal del Bierzo, con 113 días de media, y el de Soria, con 112. En el resto de hospitales, los pacientes esperan menos de cien días hasta entra en quirófano. La media son 94 días en Segovia, 71 en Palencia, 58 en el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, 56 en el Santos Reyes, 54 en Medina del Campo, 49 en Zamora y 40 en Ávila.
Atendiendo al número de pacientes, los cinco grandes hospitales de la Comunidad acumulan el 70% de las personas que están en la lista quirúrgica.
A la cabeza se mantiene Salamanca, con 6.750 personas, sin apenas variación respecto al trimestre anterior (son 18 menos que en marzo). Le sigue el complejo asistencial de León, con 5.295 pacientes en la lista estructural (un 4% más), el Universitario de Burgos (5.099 pacientes, apenas 25 menos), el Clínico de Valladolid 5.057 (10 más). Mejor resultado arroja su vecino el Río Hortega, con 3.592 (al recortar su lista un 9% en un trimestre).
Tras los hospitales de primera línea figura el hospital berciano, con 3.212 pacientes, que son un 18% más que en marzo, la subida más intensa, tanto en términos porcentuales como absolutos, con 501 personas nuevas en su lista de espera.
Le siguen los hospitales de Segovia (2.098 inscritos en la lista, un 2% más), Palencia (1.503, -7%), Soria (1.263, sólo un paciente más que en el primer trimestre), Zamora (1.142, cuatro pacientes más) y el de Ávila, que acumula ya 1.023 al crecer su lista un 13%, la segunda mayor subida porcentual, con 119 pacientes más que en marzo.
Cifras más contenidas registran, como es habitual, los centros de menor dimensión como el de Miranda de Ebro (535 pacientes, un 4% más), el de Aranda de Duero (389, un 7% más) y el de Medina del Campo, que entre abril y junio recorta su lista de espera en una cuarta parte, para quedarse con 361 pacientes, un 24% menos. Es decir, sacó de la cola a 117 medinenses en pasado trimestre, que es el número más alto de la Comunidad.
Más de 43.278 en espera
Los 37.319 pacientes en lista de espera estructural son los que figuran en la estadística oficial de las comunidades autónomas, aquellos en situación de ser intervenidos «cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles». Representan el 86% de la lista real, compuesta por 43.278 ciudadanos.
Desde hace dos años, la Consejería de Sanidad de Castilla y León difunde el número de pacientes cuya cita está en el aire por motivos no imputables al sistema. Por un lado, or contraindicación clínica o por un aplazamiento por motivos personales o laborales (en estas tesituras hay 2.962 personas en la Comunidad). Por otro, los pacientes en espera tras rechazar la propuesta de intervención en un centro alternativo, en general un centro concertado (son 2.997).