El sector de espectáculos de Castilla y León se muestra optimista para sacar adelante el verano
Aunque la actividad aún está lejos de los niveles de 2019 y no se podrán celebrar fiestas en pueblos y ciudades, De la Calle reconoce que los ayuntamientos "empiezan a consumir y contratar espectáculos"
El sector de orquestas y espectáculos culturales de Castilla y León se aferra al optimismo y a su profesionalidad para sacar adelante el verano pese a la amenaza de una nueva ola de la pandemia y poder llegar a la orilla del final de esta situación, la cual, gracias al avance de la vacunación, ve "un poquito más cerca".
Así lo ha señalado el presidente de la Asociación Acople, Carlos de la Calle, en declaraciones a Europa Press, en las que ha reconocido las dificultades que atraviesan las cerca de medio millar de empresas que subsisten en Castilla y León --que mantienen entre 10.000 y 12.000 empleos directos e indirectos--, con un nivel de actividad que actualmente es escasamente rentable o incluso "deficitario", pero al que se aferran para "intentar remontar" y mantener activos su estructura y personal.
Aunque la actividad aún está lejos de los niveles de 2019 y no se podrán celebrar fiestas en pueblos y ciudades, De la Calle reconoce que los ayuntamientos "empiezan a consumir y contratar espectáculos", ante lo cual el sector se está "adaptando para poder sobrevivir" y ofreciendo "profesionalidad" para "sacar adelante la cultura" e intentar "dar luz" en una situación en la que el virus da "continuos bandazos" que sufren especialmente sectores como el de los espectáculos o la hostelería.
Pese a la dificultad de la situación, el presidente de Acople reconoce el "trato cercano" por parte de la Administración autonómica a la hora de elaborar los protocolos y, más en concreto, en esta
denominada quinta ola.
No obstante, recalca que las ayudas "han sido insuficientes" por "la propia situación económica", de tal modo que "la única salvación" para el sector es "la reactivación" de su actividad para "poder llegar a la orilla y seguir adelante".
Ante la escasa rentabilidad que permiten los formatos actuales, adaptados a las medidas de seguridad para prevenir contagios, y las deudas contraídas para mantener las empresas, Carlos de la Calle apunta a que de empeorar la situación epidemiológica y no poder retomar su actividad, el sector se vería abocado a "la más absoluta ruina".
Además, ha indicado que muchos de los profesionales que trabajaban en estas compañías "se han ido a otros sectores" y las empresas se encuentran con "decenas de millones de euros" invertidos en naves y vehículos que actualmente están parados o cerradas, a pesar de lo cual insiste en un su mensaje optimista respecto al futuro. "Poco a poco vamos a ir remontando", ha concluido el presidente de la asociación.