Turismo lanzará en otoño una tarjeta con 420€ de regalo para gastar en hoteles y restaurantes de Castilla y León
Bonificará la mitad del coste turístico de septiembre a mayo / Alojamientos, hostelería, turismo activo, guías y agencias de viaje: 32.000 empresas están llamadas a adherirse la campaña / El presupuesto son dos millones
Como ya han hecho País Vasco, Extremadura, Galicia y Madrid, también Castilla y León lanzará una tarjeta turística para resucitar la demanda tras el desplome del 65% de las estancias el año pasado. El objetivo es apoyar a uno de los sectores más castigados por la crisis, como son la hostelería y las empresas relacionadas con el ocio, pero no de manera directa sino a través de los clientes, estimulando el gasto, animándoles a aflojar el bolsillo en esta tierra, a cambio de bonificarles la mitad de su factura.
La cosa funcionará así: el viajero podrá solicitar una tarjeta con uno de los tres importes posibles (250, 500 o 700 euros) y, si se le autoriza la subvención (hay que estar atento, porque se concederán por orden de entrada) dispondrá de un plazo para ingresar su parte (el 50% si se quiere destinar a pagos directos o el 40% si es para contratar la escapada en agencias de viajes).
Por ejemplo, el usuario pagará 125 euros para adquirir una tarjeta por valor de 250 euros, destinará 250 para hacerse con una de 500 y dedicará 350 para obtener la de 700. Para las contrataciones en agencias de viajes, la Junta bonifica el 60% del valor de las tarjetas, es decir, regala a cada turista 150, 300 o 420 euros.
Una vez realizado el ingreso correspondiente, el usuario recibirá en casa la tarjeta, cargada con el importe completo, con la que podrá sufragar los gastos de su desplazamiento.
Alojamientos, restaurantes, bares, empresas de turismo activo y guías oficiales –además de las propias agencias de viajes– son los servicios que se pueden pagar con la tarjeta. En total, los 32.000 negocios inscritos en el registro de turismo de Castilla y León están llamados a esta iniciativa.
El requisito para beneficiarse de la ayuda –por aquello de promover el gasto en hoteles, casas rurales y demás categorías de alojamientos– es pagar al menos una noche de estancia en un establecimiento de Castilla y León; el resto de cada tarjeta se puede dedicar a sufragar comidas y otros servicios de restauración, bares y cafeterías adheridas a la iniciativa, así como actividades de turismo activo o la contratación de guías oficiales. Otra condición es agotar la tarjeta, es decir, realizar gastos por el importe total, según consta en las bases reguladoras publicadas de estas ayudas publicadas ayer en el Bocyl.
El texto indica que será en la futura convocatoria cuando se determine la cuantía global de estas subvenciones, siempre «según las disponibilidades presupuestarias»,. Fuentes de la Consejería de Cultura precisan que la iniciativa cuenta «inicialmente» con dos millones de euros de presupuesto.
La convocatoria saldrá en septiembre y a partir de ese momento estarán operativos los bonos porque, según fuentes de la Consejería de Turismo, el objetivo es apoyar al sector «en temporada baja». La campaña funcionará hasta mayo de 2022.
Entretanto, el primer paso es emplazar a todas esas empresas a adherirse a la iniciativa. Cuantas más lo hagan, más atractivos serán los bonos. En la Consejería de Turismo auguran «una gran demanda».
El bono ha sido bautizado como #DisfrutaCastillayLeón2021 (así, todo junto y con su hashtag) y tendrá dos modalidades. La tarjeta Disfruta, por un lado, subvenciona el 50% del gasto realizado de manera directa en los establecimientos adheridos (que pueden ser reservados previamente a través de plataformas online, pero el pago debe realizarse en el alojamiento, con la tarjeta y el datáfono). La otra opción es Disfruta Plus Agencias y bonifica hasta el 60% del paquete turístico contratado en agencias de viajes adheridas a la iniciativa.
La tarjeta regalo será nominativa, personal e intransferible. Turismo firmará con una entidad financiera un acuerdo para la emisión del plástico y la distribución de los fondos. Pero la adquisición por parte del usuario no requerirá ningún contrato individual con la entidad financiera.
Según los datos de la Consejería de Cultura y Turismo, el sector se ha visto «gravemente afectado» por la pandemia el año pasado con acusados descensos tanto en número de viajeros (han caído un 67%) como en pernoctaciones (un 65% menos). Esos batacazos en la actividad se reflejan también en el empleo: el número de afiliados en el sector turístico era al cierre de 2020 un 16% inferior que un año atrás.
Consciente de que «la falta de ingresos puede abocar al cierre a numerosos establecimientos y actividades turísticas, la Junta lanzará esta línea de ayudas persiguiendo «el sostenimiento y reactivación del sector».
El departamento que dirige Javier Ortega ha destinado de momento 29,2 millones de euros a apoyar al sector turístico, al tejido empresarial, a la oferta. Este bono, sin embargo, pretende elevar la demanda con una inyección económica a los usuarios para que el dinamismo revierta en los negocios.
Reconoce la Junta que la pandemia ha cambiado la manera «de viajar y relacionarse». Pero hace de la necesidad virtud al entender que la idiosincrasia de Castilla y León, definida por el turismo activo, de naturaleza e interior, «posiciona favorablemente» a esta tierra como «un destino especialmente atractivo», ahora que el viajero busca «destinos cercanos», a los que pueda llegar «en vehículo propio», donde «el elemento diferenciador sea la naturaleza» y con «alto grado de seguridad».
Apela, además, al viajero nacional (el 80% lo son) y, muy en especial, a ese 14% de turistas castellanos y leoneses que elige su propia autonomía para las salidas.