Carriedo asegura que la producción de energía renovable es el primer paso para garantizar la biodiversidad
El Partido Socialista reclama a la Junta que regule el sector para evitar que la Comunidad se convierta en un “mar de espejos”
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, aseguró hoy que la biodiversidad y la producción de energías renovables son actividades compatibles y aseguró que la “economía verde es el primer paso para la garantía de la biodiversidad”.
Carriedo, en respuesta a una pregunta del procurador socialista José Luis Vázquez sobre las acciones que adopta la Junta para compatibilizar en la Comunidad la implantaclón de las energías renovables con la conservación de la biodiversidad, recalcó que los objetivos de la Junta son similares a los marcados por la Unión Europea y el propio Gobierno de España, y aseguró que del total de potencia energética instalada en Castilla y León, el 78 por ciento es renovable, por que la Comunidad ya cumple con el objetivo marcado por el Gobierno para los próximo años.
En este sentido, el consejero indicó que la Comunidad cuenta con 6.000 instalaciones de producción de energía limpia y con 389 proyectos en marcha, dentro de los objetivos que marca la UE, a la vez que recordó que el propio presidente del Gobierno, ha marcado el 2050 como límite para el alcanzar el cien por cien de la producción de energía por fuentes limpias.
Por su parte, Vázquez lamentó que el modelo de la Junta en ambos campos es la “no regulación” y aseguró que las energías renovables y la biodiversidad son imprescindibles e inseparables para mitigar los efectos del cambio climático, “por lo que solo de la regulación administrativa se puede garantizar que ambas sean compatibles”.
Además, el procurador socialista argumentó que la ordenación del territorio es una competencia del Gobierno autonómico y aseguró que la obligación moral de la Junta es no convertir sin control de ningún tipo 14.000 hectáreas en un mar de espejos para generar 6.000 megavatios que no necesita Castilla y León, “a costa de quebrar nuestro equilibrio ecosistémico y a cambio de escasos 200 empleos en los próximos 25 años”.