El turismo hotelero repunta un 5,5% en abril frente al 15% de aumento nacional

La pandemia ha trastocado el podio habitual del turismo hotelero. Salamanca, Burgos y Valladolid venían disputándose los tres primeros puestos en los últimos años, pero el vaivén de restricciones en cada territorio actúa ahora como un repelente de viajeros y puede provocar trasvases de unos destinos a otros. Los últimos datos del mes de abril, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, colocan a León a la cabeza en número de viajeros y pernoctaciones de la Comunidad, una medalla de oro que en raras ocasiones se cuelga esta provincia. 

Por lo general, las estancias hoteleras evolucionan en ascenso en toda España y en toda Castilla y León, entre otras cosas porque los cuatro primeros días de abril coincidieron con la Semana Santa, contenida este año pero con movilidad permitida dentro de la autonomía. El fin de semana posterior entraron el vigor los nuevos criterios de la Junta de Castilla y León para establecer limitaciones. 

Esos factores pueden explicar el mayor tirón hotelero de unos territorios frente a otros. En Castilla y León, los alojamientos contabilizaron 188.093 pernoctaciones en abril, un 5,5% más que en marzo. Pero es que en el conjunto del país el aumento fue el triple, con 4,05 millones de noches, un 15% más que el mes anterior. Este menor dinamismo castellano y leonés también se refleja en la cifra de viajeros: aquí llegaron 100.204 personas, un 7% más en la comparativa interanual, también por debajo de la media española, con un 11,4% de incremento hasta los 1,93 millones de huéspedes. 

Si ampliamos un poco el periodo de análisis, en lo que va de año los hoteles de Castilla y León han recibido casi 300.000 viajeros, lo que supone que han recuperado apenas una cuarta parte de su negocio: entre enero y abril de 2019 habían hecho noche más de 1,3 millones de personas.

Atendiendo al número de estancias, en los cuatro primeros meses del año se han registrado 590.470 en la Comunidad, frente a los 2,25 de hace dos años. 

En abril, con las fronteras prácticamente cerradas, el grueso de los visitantes de Castilla y León eran residentes españoles (93.000) frente a los pocos extranjeros (apenas 7.000) que recalaron en esta tierra. 

Los precios por una habitación de hotel siguen siendo aquí notablemente más bajos que la media nacional, aunque las tarifas han descendido en Castilla y León menos que en el resto del país. El INE sitúa la tarifa media en 48,99 euros por noche (diez euros más barata que dos años atrás, cuando se pagaban 58,91), uno de los registros más bajos de la serie estadística para Castilla y León, a la cola nacional, sólo por delante de Asturias y Galicia. 

La media española se eleva hasta los 70,08 euros diarios (trece euros menos que en abril de 2019, cuando la tarifa media nacional ascendía a 83,73 euros). Las camas más caras son las de Canarias (casi 108 euros) y Baleares (98 euros de tarifa media diaria en abril). 

Para evaluar las tarifas, la encuesta del INE utiliza una tasa anual, el Índice de Precios Hoteleros, que también revela una mayor devaluación en otras autonomías. En el conjunto de España, ese indicador se ha desplomado un 20,5% en el último año, mientras Castilla y León registra uno de los descensos más leves del país, del 7,9%. 

El informe de Coyuntura Turística Hotelera publicado ayer por el INE constata el lento despegue de la actividad en uno de los sectores más castigados por esta crisis sanitaria y económica. Un despegue que, de momento, impulsan los hoteles abiertos, porque numerosas empresas permanecen cerradas a la espera de una mayor afluencia de viajeros que compense los gastos de reactivar su maquinaria y sacar a sus plantillas del ERTE.

En Castilla y León había en abril 857 hoteles abiertos, cuando dos años antes eran 1.318. En cuanto al personal empleado, según las estimaciones del INE, 3.357 personas estaban trabajando en estos negocios el mes pasado, la mitad que antes del estallido de la pandemia: la plantilla ascendía a 6.785 en 2019.

Los destinos principales de los viajeros residentes en España son Cataluña, Comunidad de Madrid y Andalucía, que concentran el 14,7%, 14,6% y 14,2%, respectivamente de las pernoctaciones. 

Por provincias, León es la que registra un mayor incremento de estancias en abril. También suben Soria, Burgos, Palencia, Zamora y Segovia. Mientras, Valladolid, Salamanca y Ávila son las tres únicas provincias que empeoran sus datos de pernoctaciones el mes pasado.  ÁVILA

Los hoteles de la provincia de Ávila repuntan un 6% en abril en número de viajeros, hasta los 6.805, pero las pernoctaciones se mantienen casi sin variación, con 11.084. Es decir, llegaron más personas que en marzo pero se quedaron menos noches en estos establecimientos. 

En la actualidad hay 75 hoteles en funcionamiento en Ávila (hace dos años eran 103) y son 303 los empleados en estas empresas (580 en abril de 2019).  BURGOS

La provincia burgalesa, cuya hostelería es una de las más castigadas por las limitaciones derivadas de sus datos epidemiológicos, es la tercera en número de viajeros y la cuarta en pernoctaciones en abril en Castilla y León. Sus hoteles cobijaron a 17.112 personas en abril (un 18% más), que sumaron 27.678 estancias. 

En Burgos el sector funciona a medio gas: tiene abiertos 106 de los 205 hoteles que operaban antes de la pandemia para un mes de abril. Y estos dan trabajo a 457 de los 993 empleados que había entonces.  LEÓN

Es la provincia con los mejores datos en abril. Ocupa el primer puesto tanto en visitantes (19.693, un 20% más que en marzo) como en estancias (41.119, un 23% de aumento). Destaca también por tener las camas mas baratas de Castilla y León, con una tarifa media de 44,46 euros por noche. 

La provincia leonesa tiene un alto porcentaje de hoteles operativos: 200 de 274, que dan trabajo a 559 empleados (llegaba a los 919 antes de la pandemia). PALENCIA

Los hoteles de Palencia han tenido más tránsito de viajeros (4.893, un 17%) pero cada uno de ellos ha hecho menos noches que en marzo (9.904, un 7% de aumento).  

En Palencia hay 46 hoteles operativos (77 hace dos años), que dan trabajo a 164 profesionales (309 eran los empleados en abril de 2019).  SALAMANCA

Es una de excepciones a la recuperación: es cierto que crecen sus visitantes (16.181, un 5%) pero no así las pernoctaciones (30.047, un retroceso del 2%). 

En la provincia charra hay 123 hoteles activos (209 dos años atrás), donde trabajan 429 personas, una cifra que no llega ni a la mitad de los que lo hacían en 2019, cuando el sector rozaba los 1.200 empleados. SEGOVIA

A la inversa sucede en Segovia, adonde llegaron menos visitantes (5.536, un -8%), pero consiguieron sumar un mayor número de estancias (14.083, un 2%). 

Los hoteles segovianos se sitúan entre los más caros, con una tarifa media de 56 euros por noche. Abiertos estaban en abril 75 hoteles (126 hace dos años) con 254 empleados estimados por el INE (eran 569 en 2019). SORIA

Después de León es Soria la que se anota los mejores ascensos: un 25% crecen sus visitantes (hasta los 6.166 en abril) y un 19% sus pernoctaciones (14.083). 

El INE estima 78 hoteles abiertos en esta provincia, frente a los 104 de antes de la pandemia, con 254 puestos de trabajo vinculados (569 llegaron a ser un año antes del coronavirus). VALLADOLID

Del 10% es el retroceso en los hoteles vallisoletanos, tanto en viajeros (17.854) como en estancias (30.009). Sus hoteles tienen las tarifas más caras de la autonomía: con casi 57 euros por noche. 

En la ciudad del Pisuerga hay 86 hoteles abiertos, cuando eran 127 hace dos años, con 661 empleados, la mitad que entonces. ZAMORA

Zamora hospedó a casi 6.000 personas en abril (un 12% más), que generaron 10.220   noches (un 4% de aumento). 

En esta provincia hay 67 hoteles abiertos (eran 94 hace dos años) y dan trabajo a 251 personas (frente a los 560 de entonces).