El acuerdo secreto de Satse triplica el incremento salarial a enfermeros de hospital frente a Primaria
El pacto alcanzado con Sanidad que afecta a 10.000 profesionales de enfermería está previsto que se aplique a partir de septiembre
El acuerdo secreto entre Satse y la Consejería de Sanidad incrementa el triple la cuantía a los profesionales de enfermería de Atención Hospitalaria frente a sus colegas de Primaria.
El polémico pacto sobre retribuciones y condiciones laborales de las enfermeras de Sacyl que firmaron después de que el sector de enfermería de Castilla y León amenazara con huelga, a tan solo unos días de debatirse la fallida moción de censura, y que dejó al margen al resto de profesionales de Sanidad de Castilla y León de otros ámbitos, estipula que el 50% del incremento empezará a aplicarse en septiembre y la otra mitad, en enero de 2022.
En apenas cuatro caras de folio, el escrito, rubricado por la consejera Verónica Casado y por la secretaria autonómica de Satse, Mercedes Gago, incluye una tabla salarial que muestra en qué se concretará la subida que tanto la Consejería como el sindicato tildaron de «histórica» porque acercaba a este gremio a lo que cobran los profesionales de otras comunidades. Pero es ahí donde se aprecian las sustanciales diferencias entre categorías.
Sin que exista ninguna referencia en el documento a la motivación de esta distinción –que puede deberse a una equiparación a los salarios en vigor en otros territorios– la cuantía del complemento específico que más aumentará es la del enfermero especialista de atención hospitalaria. Durante los últimos cuatro meses del año, si el acuerdo se cumple, se traducirá en 62,16 euros mensuales más, mientras que un profesional de enfermería especialista que desempeñe su labor en Atención Primaria verá un aumento en su nómina tres veces inferior, de 20,08 euros. Esto de septiembre a diciembre, ambos incluidos.
En enero estas cantidades se duplicarán manteniendo la brecha entre unos y otros. Así, el enfermero especialista de hospital percibirá 124,32 euros más cada mes y el especialista de los centros de salud, 40,15 euros.
Entre ambas situaciones existen cinco categorías más. Una de ellas, la de los profesionales de enfermería de emergencias sanitarias, es la segunda que más crecimiento del incremento percibirá.
Dentro de los hospitales, los enfermeros cuya plaza está asignada a unidades de hospitalización registrarán un aumento inicial de 55,48 euros y a partir de 2022 subirá a 110,96 euros, mientras los de consultas externas se mueven en cantidades muy similares, aunque ligeramente inferiores, tal y como puede observarse en la tabla adjunta a esta información.
«Tendrán que explicarlo», afirma Miguel Holguín, secretario regional de Sanidad de UGT, que rechaza por «discriminatoria» esta alianza unilateral.
Csif también criticó el «escaso interés» de la Consejería y Satse por la Atención Primaria, precisamente porque «los enfermeros que desarrollan su trabajo en los centros de salud y domicilios de los pacientes se sitúan en el escalafón más bajo», indicó hace unos días el presidente del sector de Sanidad de Csif en Castilla y León, Juan Carlos Gutiérrez-Rondilla.
El acuerdo deja por escrito que para llevarlo a cabo se recurrirá a «fondos adicionales» para abonar estas cantidades y que será en 2023 cuando «la totalidad de las cuantías se encuentre consolidada desde el punto de vista presupuestario». Una muestra, para Miguel Holguín, de «total desconocimiento» porque, indicó, «los fondos adicionales dependen de la mesa sectorial».
Además de cifras, el pacto suscrito el pasado 19 de marzo contiene promesas. De este modo, la Consejería de Sanidad «se compromete a analizar la situación de la organización de la plantilla volante de enfermería para un mejor funcionamiento en aquellos hospitales del servicio de salud donde exista», reza el escrito firmado por Casado y Gago ante la presencia, se desconoce en calidad de qué, del vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea.
A cambio de la subida salarial, Satse desconvocó de inmediato y de manera formal la huelga prevista y desató una oleada de críticas del resto de centrales sindicales por el agravio comparativo.
También despertó las suspicacias y reproches del resto de sindicatos porque entendieron que existían tintes políticos en la cesión de Sanidad únicamente hacia ese colectivo, cuando el resto también mantiene reivindicaciones y exige mejores condiciones laborales sin haber sido, por el momento, escuchados. Al menos, en sus nóminas no se percibe aumento alguno.
Lo tildan de «opaco, discriminatorio y sospechosos». Y es que este anuncio de mejora salarial se produjo tan solo unos pocos días antes de que se debatiera la fallida moción de censura, cuando todas las miradas estaban puestas en la bancada de Ciudadanos porque para que saliera adelante los socialistas necesitaban votos de las filas naranjas. Finalmente, solo la procuradora por Salamanca María Montero abandonó Cs y pasó a ser no adscrita.
Que Mercedes Gago, secretaria autonómica de Satse, sea hermana de una parlamentaria naranja puso este repentino acuerdo bajo sospecha para los otros representantes de trabajadores sanitarios. «Parece que puede tener relación con que la secretaria de Satse es la hermana de la procuradora de Ciudadanos, María Teresa Gago, que según los mentideros políticos decían que podía estar pro la moción de censura», criticó en su momento Miguel Holguín desde UGT.
El propio líder del PSOE, Luis Tudanca, cuestionó durante el debate de la moción el interés que se escondía detrás de esta concesión.
Al margen de las motivaciones, en el escrito de acuerdo, la consejera resalta que «desde el inicio de la pandemia, ha sido constatable la importancia que han tenido los enfermeros en la situación producida por la Covid-19, siendo un elemento esencial en el buen funcionamiento el sistema sanitario y contribuyendo a dar una respuesta sanitaria rápida y eficaz, aspecto que es obligado en una situación de pandemia como la actual».
Ningún sindicato pone en duda este mérito, lo que sí reprochan es que esa consideración no se extienda al resto de personal sanitario que también ha combatido al virus desde el inicio de esta crisis sanitaria mundial.
CCOO recuerda a Casado que «todas las categorías de Sacyl son importantes y han estado en primera línea» y, al igual que UGT y CSIF, entiende que ese acuerdo «bilateral» ha incumplido «el estatuto de los Trabajadores, el del empleado público y la Constitución».
A raíz de este movimiento de Sanidad, el sindicato médico Cesm exigió «mejoras retributivas» para los médicos al entender que si había presupuesto para Satse, también lo hay para ellos, cuyas retribuciones aseguran que son «de las más bajas del país».
La opacidad contribuyó a aumentar la desconfianza. Ni consejería ni Satse facilitaban el acuerdo y ambas partes negaron relación política alguna con las condiciones pactadas. El resto de sindicatos lo recibieron a través de una petición a Transparencia, tras movilizaciones y después de que se levantaran de la mesa sectorial «ante la pantomima de una falsa negociación de la Junta».