El fin del estado de alarma devuelve las citas presenciales a los consultorios rurales de Castilla y León
La región dice adiós al toque de queda y al cierre perimetral con el 40% de la población vacunada con al menos una dosis, como la décima en incidencia y con casi 11.000 muertes
El fin del estado de alarma que decae a partir de las doce de esta noche de sábado a domingo, después de siete meses en vigor, traerá pinceladas de la antigua normalidad a Castilla y León. Sin toque de queda ni cierre perimetral, sin limites a la movilidad y con los establecimientos hosteleros abiertos hasta las doce, el pulso volverá a muchos rincones de la Comunidad. También regresarán los profesionales sanitarios a los pueblos.
Vuelven las citas presenciales a los consultorios rurales que han permanecido cerrados o con atención semipresencial desde hace más de un año, con la irrupción del coronavirus a principios de 2020. La reapertura no la anunció este viernes la Consejería de Sanidad, sino el portavoz en las Cortes de Ciudadanos, David Castaño, que fijó ese regreso de actividad al medio rural para la próxima semana, «el 12 o el 15 de mayo, a mediados», explicó. «Estamos en un absoluto punto de inflexión: los índices de incidencia acumulada a 7 y 14 días son positivos, la presión está por debajo del 20%, el nivel de vacunación es el mejor de Europa. Es hora de flexibilizar, de recuperar la actividad económica», comentó ante la prensa y plasmó después en una nota.
Castaño, aunque matizó a este diario que no pretendía ser «portavoz de Sanidad ni de la Junta», sí que aseguró que «ahora sí que es el momento de recuperar la presencialidad del sistema sanitario». «Les puedo decir que la Consejería de Sanidad va a cumplir lo prometido y a mediados de este mes se va a recuperar la atención presencial en todos los consultorios», anunció.
Sanidad, sin embargo, no lo ha corroborado y declinó confirmar a este periódico qué fecha concreta maneja el departamento que dirige Verónica Casado para que los vecinos regresen a los consultorios para ser atendidos presencialmente por los facultativos.
No es la primera vez que se anuncia la recuperación de esta actividad y se pospone, por lo que habrá que esperar a que la consejera se pronuncie al respecto para conocer el momento exacto de la vuelta de la tan esperada presencialidad en las consultas.
Mientras, Castilla y León se prepara para dejar atrás a partir de hoy este estado de alarma bajo el que vive desde el pasado 9 de noviembre.
La región se enfrenta a esta nueva etapa con un nivel de vacunación de los más adelantados del país, donde el 40% de la población ya tiene administrada al menos una dosis de alguna de las vacunas contra el coronavirus. Lo que la sitúa como la segunda con más porcentaje de ciudadanía con el primer pinchazo puesto.
Además, casi el 20%, 412.088 personas, ya ha recibido la pauta completa, siendo líderes en este aspecto solo detrás de Asturias, que por tamaño, densidad y dispersión difiere mucho de Castilla y León.
Pocas dudas quedan sobre que el buen ritmo de vacunación alivia la incidencia de manera abrumadora. Sirven las residencias, tan azotadas en las primeras olas, como ejemplo de que la inmunización reduce drásticamente contagios y fallecimientos.
De hecho, la de ayer fue una jornada que la Comunidad puede marcar en el calendario reciente al no registrar ninguna muerte en los hospitales a causa del Covid por primera vez en ocho meses. Desde el pasado 2 de septiembre cada día anotó alguna pérdida por este virus.
No obstante, ya son 10.921 las vidas que el coronavirus se ha llevado por delante en tierras castellanas y leonesas desde que un salmantino de 81 años muriera el 12 de marzo del año pasado convirtiéndose en la primera víctima mortal que el coronavirus se cobraba en Castilla y León.
Por fortuna, las cifras de contagios de la región descienden en los últimos indicadores, pese a que durante varios meses, sobre todo en olas anteriores, estaba con frecuencia entre las comunidades con mayor incidencia acumulada. Ahora se sitúa en el extremo opuesto.
Es la décima, con 169,98 casos por cien mil habitantes, aunque, tal y como apuntó el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, la Comunidad está rodeada de otros territorios con unas tasas más preocupantes. Es el caso de Madrid, con 317, o del País Vasco, que encabeza la comparativa nacional con 447,56.
Durante una visita institucional a uno de los ‘vacunódromos’, en el Centro Cultural Miguel Delibes, en Valladolid, donde ya han acudido más de 100.000 personas, Igea reclamó más vacunas al gobierno central porque defiende que Castilla y León puede vacunar más rápido: «Sólo nos hacen falta más vacunas, lo que no podemos seguro es hacerlo mejor, es imposible hacerlo mejor», aseguró desde un punto que calificó de «centro neurálgico de la esperanza».
Solicita más vacunas, pero a la vez ayer la Comunidad tenía en la nevera 159.537 dosis, según el informe diario publicado por el Ministerio de Sanidad. Pese a su elevado ritmo, administra el 88,6% de las dosis recibidas, lo que en este parámetro la sitúa por detrás de doce comunidades, en el décimo tercer lugar en un ranking que encabezan Andalucía y Extremadura con el 93,4% administradas.
Pero mientras la ciudadanía se libera de restricciones sobre la movilidad y, entre otras libertades recuperadas, podrá pasear de noche sin sanción, todavía más de un centenar de pacientes continúan en las unidades de críticos. La ocupación UCI es del 27,6%, aunque esta proporción varía con frecuencia dado que la Junta suma y quita camas de cuidados intensivos según lo requiera la situación, por lo que no es un porcentaje exacto para comparar una evolución.
Con el fin del estado de alarma, los castellanos y leoneses recuperarán la plena movilidad, podrán escaparse a otras comunidades de costa o de interior y salir de las nueve provincias en las que llevan limitados varios meses, aunque alguno de sus territorios, 31 en concreto, vivirán una desescalada descafeinada.
Mantendrán restricciones en el interior de la hostelería por tener una tasa de incidencia acumulada superior a los 150 casos por cien mil habitantes y, como cada lunes, cada semana habrá localidades que se libren de esta medida por rebajar sus cifras, pero otras la empezarán a sufrir. En cualquier caso, en todas habrá limitación de aforos también en otros sectores además del hostelero, el deportivo, el turismo rural o el comercio.