Diario de Castilla y León

Recibe cita para Digestivo dentro de un año: «El problema lo tengo ahora ¿y si luego es tarde?»

Una burgalesa denuncia la tardanza para el especialista, en enero de 2022, y critica que por la Covid se desatienda lo demás

Imagen recurso de una mujer atendiendo una llamada. / E.M.

Imagen recurso de una mujer atendiendo una llamada. / E.M.

Publicado por
Alicia Calvo
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Las molestias las presenta ahora, el especialista tiene previsto verla el año que viene. Aurora Lázaro, burgalesa de 57 años que reside en Sotillo de la Ribera, acaba de recibir una cita para el servicio de Digestivo de Aranda de Duero y su sorpresa fue mayúscula cuando se fijó en la fecha: enero de 2022. «El problema lo tengo ahora, es absurdo que me vean dentro de un año. Aunque estoy tranquila, me queda la duda de ¿y si en unos meses es tarde y hay algo?», expone la afectada.

Explica que el pasado noviembre comenzó a tener molestias en el estómago, tras pasar un tiempo, decidió acudir a su médico de familia que le efectuó unas pruebas: «analítica, pruebas de intolerancia y cribado de cáncer de colon». Tras los resultados, estimó que la debía derivar a Digestivo para que le realizaran «pruebas complementarias y así quedarse tranquila», relata Aurora Lázaro que fue lo que le transmitió la facultativa.

Lejos de encontrar esa tranquilidad, está perpleja: «Es absurdo. En 2022 ya es inútil. Con lo fácil que hubiera sido haberme hecho la prueba que fuera y descartar que sea algo grave. Sospecho que si no me han dado cita antes es porque están saturadas, pero necesito una explicación», afirma esta burgalesa.

Por ello, ahora que acaba de recoger la citación por escrito (le habían llamado desde el centro de salud de Roa para informarle de la fecha, pero dada la distancia en el tiempo no corrió a por ella) presentará una queja argumentada ante el servicio de Atención al Paciente. «Espero que se solucione o por lo menos que me contesten dándome una explicación u ofreciéndome una cita antes que la del próximo enero. Un año después se puede controlar algo, pero no esto. No tiene sentido. Tendrían que mirarlo ahora, tranquilizarme y descartar lo que sea», opina Aurora Lázaro. 

Esta paciente reconoce que con el retraso de su cita se le han venido a la cabeza algunos casos que trascendieron «y otros que no» en los que hubo complicaciones «por la dejadez del sistema».

De hecho, Lázaro expuso su indignación en Twitter y se encontró en esa misma red social con la contundente respuesta de Lydia Sainz-Maza, hermana de Sonia, que falleció a los 48 años de cáncer en el mes de agosto sin recibir atención presencial: «A mi hermana también le dieron una cita urgentísima ante sus enormes dolores para dentro de nieve meses, para marzo de este 2021. Así es como se aligera la lista de espera. Confiando en que algunos ya ni puedan presentarse. Así, no @Salud_JCYL. Es abandono. No hay excusas», escribió Lydia Sainz-Maza en un tuit. 

También para Aurora Lázaro, la administración, «en este caso la Gerencia y la Consejería de Sanidad, están centradas en todo lo que es Covid y desatienden lo demás». Explica que «se debería contratar a más profesionales para que atendieran todas las patologías». «El problema no es el personal sanitario, que intenta atender todo lo que puede, es que no les dejan», indica. «Hablan de prevención, tú lo haces, vas al médico, pero el sistema no sigue con ese proceso. Lo frena. La Covid tapa al resto, primero porque nos cortamos de ir hasta que no aguantamos, y después porque hay mucha consulta telefónica. Están enfocados en cubrir el coronavirus y no ven los enormes fallos y carencias que hay en otros lugares. Veo un problema claro de gestión».

Desconoce si su caso es aislado o generalizado. «No sé si solo me ha tocado a mí o a más gente. Si fuera así, sí los animo a que presenten una queja en Atención al Paciente porque esto no debería suceder», indica.

Las cifras de las listas de espera auguran que a medida que se deje atrás la pandemia, que ha ralentizado el resto de la actividad asistencial,  los retrasos resultarán más evidentes. Ya lo son, tanto en consultas de especialista, lo que afecta a diagnósticos tardíos, como en demora quirúrgica. 

Las cifras publicadas por Sacyl ya revelaban que en el año del coronavirus «los hospitales de Castilla y León recortaron un millón de consultas y 143.000 pruebas», que además «las primeras citas con el especialista cayeron un tercio, se recortaron 50.000 operaciones y 451.000 patologías no fueron vistas por el facultativo en el primer año de pandemia». 

tracking