Castilla y León, cuarto destino del turismo español

La cifra de viajeros se desplomó el año pasado en todo el país y Castilla y León recibió poco más que la mitad de viajeros que en 2019. En comparación con otras autonomías, esta tierra resistió la embestida algo mejor que otras, y consiguió alargar la estancia media de sus huéspedes por encima de los cinco días. 

Andalucía, Cataluña y Valencia se mantuvieron, en ese orden, en el podio del balance turístico de un anómalo 2020. Y el cuarto lugar es para esta Comunidad, que escala un puesto en el ranking al adelantar a los viajes al extranjero. 

Entre enero y diciembre, Castilla y León recibió el año pasado a 9,58 millones de viajeros, poco más que la  mitad de lo que venía siendo habitual, después de cuatro años acogiendo a más de 17 millones de turistas. El descenso anual es del 45,42%, menos pronunciado que la media del país, donde las vacaciones cayeron un 47,63%. En cifras absolutas, los españoles realizaron el año pasado 101,5 millones de viajes, cuando el ejercicio anterior habían rozado los 194 millones. 

El mayor descenso se registró en los viajes al extranjero, como es lógico: cayeron casi un 75% el año pasado. Las restricciones impuestas desde algunos países a los españoles (como cuarentenas, obligación de presentar el resultado de una PCR o la prohibición de entrada a algunos territorios) así como la evitación de sitios cerrados como los aviones mermaron las salidas al exterior el año pasado. Sólo cinco millones de españoles cruzaron la frontera, frente a los más de 20,1 millones que lo habían hecho en 2019, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística en su Encuesta de Turismo de Residentes, Familitur. 

De esa tarta turística, la mayor porción corresponde a Andalucía, adonde se desplazaron el año pasado el 18,6% de los viajeros españoles, seguida de Cataluña (13,3%) y Comunidad Valenciana (11,4%). Castilla y León, por su parte, acogió al 9,4%, al arañar tres décimas en el último año. Eso supone que casi uno de cada diez turistas españoles hizo noche en esta tierra. 

La caída de los desplazamientos el año pasado se deja notar en el gasto, que bajó un 38% en España (pasa de 48 a 21 millones de euros). Descenso menos pronunciado registra Castilla y León, donde el gasto bajó un 44%, al pasar de los casi 2,5 millones de euros a apenas 1,4 millones registrados en 2020. 

Atendiendo al gasto medio, otro indicador que por sistema sitúa a Castilla y León en la parte baja de la tabla autonómica, cada persona gasto el año pasado 144 euros en su estancia, frente a los 208 euros que se deja un turista de media durante sus vacaciones. En este apartado, las comunidades que cosechan los gastos más elevados son Baleares (299 euros por persona), Canarias (242 euros), Cantabria (215) y Galicia (204). La media española se sitúa en 208 euros por persona.  Quintos más viajeros

Como viajeros, los castellanos y leoneses también redujeron de forma notable sus salidas:si en 2019 se habían registrado casi 11,3 millones de salidas, el año pasado se quedaron en seis millones. La contención viajera también fue menor en esta tierra que en el conjunto del país. 

Los castellanos y leoneses realizaron el 6% de los desplazamientos registrados por el INE, lo que sitúa a esta autonomía como la quinta más viajera de España. Los que más se movieron fueron los madrileños (casi 17,5 millones de viajes), seguidos de andaluces (16,7 millones), catalanes (16,3) y valencianos (10,4). A continuación figura Castilla y León, cuyos ciudadanos realizaron seis millones de viajes, frente a los 11,3 del ejercicio precedente. Los residentes en esta tierra se dejan en cada viaje 155 euros, frente a los 208 de media nacional. 

Según la nota de prensa del INE, los principales motivos de viaje durante el año 2020 en España fueron el ocio (47% del total) y las visitas a familiares o amigos (38,1%). Los viajes de ocio acumularon el 55,9% del gasto total, con una media de 46 euros al día. 

Por alojamiento principal, los viajes a hoteles fueron los que más descendieron (–63,2%). Entre los que utilizaron alojamientos de mercado, los viajes con alojamiento rural fueron los que menos bajaron (–38,8%), mientras que en los de no mercado, el menor descenso se registró en viviendas de familiares y amigos (–39,4%).

Por medio de transporte, los viajes más afectados fueron los que utilizaron el transporte aéreo (–71%) y los que menos, los que usaron transporte terrestre (–44,4%).