El pacto de PP y Cs en la Junta se sustenta en acuerdos en 6 diputaciones y 3 ayuntamientos
En los útlimos meses ambas formaciones han afianzado su unión y han arrebatado cinco alcaldías al PSOE
Castilla y León no es ajena, eso ha quedado claro, al vendaval político desatado el miércoles en el país, con epicentro en Murcia y principal sacudida en Madrid, a causa de la ruptura de los pactos que sustentaban los gobiernos entre Partido Popular y Ciudadanos en ambos territorios . Pero cada alianza requiere su propio análisis y aquí, además de que Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea se han encargado de reiterar que el viaje en el que se embarcaron sigue viento en popa, no hay que olvidar que se necesitaría mucha fuerza para que los aires de cambio desestabilizasen al Ejecutivo. Y es que el pacto autonómico va más allá de un reparto de consejerías en la Junta. La unión se sustenta sobre otros nueve acuerdos, que tienen como pilares a seis diputaciones y a tres grandes ayuntamientos.
Porque tras las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 26 de mayo de 2019, los partidos liderados por Pablo Casado y entonces por Albert Rivera se sentaron en la misma mesa no sólo para apuntalar el gobierno de Castilla y León, sino para repartirse el poder en otras instituciones donde no se había logrado una mayoría absoluta. Los naranjas se habían convertido en la bisagra que permitía abrir la puerta hacia la derecha o hacia la izquierda, y eligieron a los primeros.
Un mes después de los comicios, el líder de Ciudadanos en la comunidad, Francisco Igea, anunciaba su apoyo al popular Alfonso Fernández Mañueco a pesar del triunfo en las urnas del Partido Socialista, a cambio de importantes cargos en diputaciones y ayuntamientos donde su apoyo también resultaba clave. En concreto, soldaron su unión con sillones en las diputaciones de Ávila, Burgos, Segovia, Soria, Zamora e incluso la de Valladolid, donde no eran necesarios, y en los ayuntamientos de Palencia, Salamanca y Aranda de Duero (Burgos).
Los tentáculos de la alianza se extendieron también por consistorios de menor población en todo el territorio autonómico tras la cita electoral pero además hay que tener en cuenta que, lejos de quedarse estancados en lo acordado a mediados de 2019, en los últimos meses ha quedado claro que la relación ha seguido avanzando.
Prueba de ello es que juntos han propiciado mociones de censura para arrebatar el bastón de mando a los socialistas en cinco localidades de diferentes provincias: Guardo y Amusco, en Palencia; Lerma, en Burgos; Zaratán, en Valladolid; y El Tiemblo, en Ávila.
ÁVILA. El Partido Popular consiguió 12 representantes en un salón de plenos formado por 25 asientos en la Diputación, es decir, se quedó a uno de la mayoría necesaria para gobernar en solitario. Recurrieron al único representante de Ciudadanos, Pedro Cabrero, para lograr los apoyos necesarios y, a cambio, el de Arrimadas ostenta la vicepresidencia. En la capital abulense, gobernada por la formación Por Ávila, Ciudadanos tiene dos concejalías, pues con sus dos ediles, la fuerza más votada se garantiza la mayoría en el plenario. Este caso demuestra que tejieron alianzas más allá del PP.
BURGOS . El Partido Socialista logró 11 representantes en la Diputación, pero Ciudadanos sumó sus tres diputados a los diez del Partido Popular para facilitar que César Rico continuase al frente de la institución provincial. A cambio, la formación naranja obtuvo la vicepresidencia en la figura de Lorenzo Rodríguez. Las cuentas, sin embargo, no daban para trasladar el pacto también al Ayuntamiento de la capital burgalesa, pues los siete logrados por el PP y los cinco de Ciudadanos no eran suficientes para tener la mayoría y habrían tenido que recurrir a un tripartito con VOX. Finalmente no se alcalzó el acuerdo a tres y el socialista Daniel de la Rosa se alzó con la Alcaldía. Meses después de que se constituyera el Ayuntamiento, PSOE y Ciudadanos alcanzaron un pacto de Gobierno, el primero de esta índole en la región, y el naranja Vicente Marañón ocupa la vicealcaldía. Donde sí fraguó el acuerdo a tres bandas por la derecha, es decir, entre PP, Cs y Vox, fue en la localidad de Aranda de Duero.
LEÓN . El representante que consiguió Ciudadanos en la Diputación votó en blanco en la sesión de investidura por la que Eduardo Morán, del Partido Socialista, destronó al PP tras más de dos décadas en la presidencia, gracias a un acuerdo con la Unión del Pueblo Leonés. En este caso, la llave del cambio no estaba en manos de los naranjas. Un escenario similar se vivió en el Ayuntamiento de la capital leonesa, donde el PSOE también arrebató el bastón de mando a los populares y gobierna en minoría, porque la unión entre PP y Ciudadanos no era suficiente para alcanzar la mayoría del plenario.
PALENCIA . En la Diputación no había dudas, pues el PP consiguió la representación necesaria para gobernar con mayoría, pero el escenario sí fue más convulso en el Ayuntamiento. El PSOE fue la fuerza más votada pero se quedó a falta de dos concejales para lograr la mayoría absoluta, y finalmente el pacto que se consolidó fue el de Ciudadanos con el PP. El naranja Mario Simón se quedó con la Alcaldía a pesar de tener sólo tres ediles, mientras el PP se convirtió en su socio de gobierno, con seis.
SALAMANCA . En este caso tampoco había dudas en la Diputación porque el PP obtuvo votos suficientes en las elecciones para ostentar la mayoría sin necesitar apoyo de otras fuerzas, pero en la capital salmantina, Ciudadanos volvía a convertirse en la llave para que el PP se mantuviera en la Alcaldía. Con los once concejales logrados por los populares y los cuatro de Ciudadanos, Carlos García Carbayo y Ana Suárez forman el tándem de gobierno municipal.
SEGOVIA . Los dos representantes obtenidos por Ciudadanos fueron decisivos para que el PP, que tuvo una docena de representantes, consiguiera el Gobierno de la Diputación. A cambio de su apoyo, la representante naranja Noemí Otero, se puso al frente del área de Empleo en el gobierno presidido por Miguel Ángel de Vicente. En el caso de la capital segoviana, la suma de PP (9) y Cs (3), no daba para frenar el pacto entre PSOE e Izquierda Unida que garantizaba a Clara Luquero seguir al frente de la Alcaldía.
SORIA . Sólo le hacía falta un apoyo al Partido Socialista para sujetar el bastón de la Diputación y Ciudadanos se lo podía haber dado pero finalmente se fraguó un pacto por la derecha y el popular Benito Serrano alcanzó la presidencia gracias al representante naranja y a los tres logrados por la Plataforma del Pueblo Soriano. En el Ayuntamiento de la capital no hizo falta recurrir a alianzas porque el PSOE obtuvo la mayoría absoluta.
VALLADOLID . Singular fue lo sucedido en el caso de la Diputación de Valladolid. Los populares lograron 13 representantes y sólo les hacía falta uno para tener la mayoría, por lo que iniciaron conversaciones para apoyarse en Vox. Sin embargo, el acuerdo forjado a nivel autonómico entre Mañueco e Igea les obligó a descartar el pacto con la formación de Abascal, meter en el gobierno de la institución provincial a las dos representantes de Ciudadanos y darlas una vicepresidencia. Es decir, el PP tuvo que calzarlas aunque no hicieran falta porque se incluyó en el pacto regional.
ZAMORA . El intercambio de sillones en el pacto de la comunidad deja también anomalías como la de la Diputación de Zamora, pues el único diputado de Ciudadanos es el presidente de la institución provincial, apoyado por los doce del Partido Popular. Así que es Francisco Requejo, el único concejal naranja del plenario, es quien ostenta el bastón.