Diario de Castilla y León

Los hospitales recortaron un millón de consultas y 143.000 pruebas

Las primeras citas con el especialista caen un tercio, se recortaron 50.000 operaciones y 451.000 patologías no fueron vistas por el facultativo en el primer año de pandemia 

Una enfermera con la médico en una consulta de un centro de salud de Valladolid.- E.M.

Una enfermera con la médico en una consulta de un centro de salud de Valladolid.- E.M.

Publicado por
Esther Neila
Valladolid

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Preocupa a los sanitarios la cantidad de cánceres que no se estén diagnosticando, la cantidad de enfermedades que no están siendo atendidas o que se atienden más tarde de lo habitual. Llevando como llevamos casi ya un año con casi todos los recursos volcados en la lucha contra el coronavirus, preocupan los daños colaterales que la pandemia pueda estar provocando en otras patologías. Determinar el alcance de esas secuelas es por el momento imposible. Lo que sí se puede medir es la actividad asistencial durante el año en el que los hospitales vivieron sobrepresionados por el colapso. Y, a la vista del balance publicado ayer por la Consejería de Sanidad, el descenso de esa actividad es generalizado y muy notable. 

Un millón de consultas menos, 143.000 pruebas diagnósticas que no se realizaron, 50.000 operaciones recortadas en los quirófanos... son algunos de los datos que se desprenden del informe anual de atención hospitalaria del Observatorio del sistema de salud de Castilla y León, disponible en la web de Sacyl. Todos los epígrafes salen en números rojos en la comparativa anual. 

Si en 2019 se registraron casi 4,4 millones de consultas externas, en 2020 fueron 3,4 millones (un descenso del 23%). De ellas, las primeras consultas con el especialista fueron sólo 873.038 el año pasado, frente a las más de 1,32  millones del ejercicio previo (un 34% menos). Eso equivale a que 451.000 patologías no fueron vistas por el facultativo especialista para su correcto diagnóstico o abordaje. 

Por hospitales, como es natural, se perdieron más citas en los de mayor tamaño. León atendió 471.016 consultas externas en 2020 (150.000 menos que en 2019), Salamanca 451.777 (-115.540), Burgos 388.176 (-109.035), el Río Hortega de Valladolid 377.385 (-107.132) y el Clínico de Valladoild 325.940 (-116.544). 

Entre los hospitales de tamaño medio, Ávila celebró 176.933     consultas el año pasado (-53.717), Bierzo 197.994 (-78.297), Palencia 264.330 (-92.540), Segovia 241.402 (-44.356), Soria 105.822 (-25.411) y Zamora 192.345 (-51.403). En los comarcales, el total de consultas cae hasta las 56.495 en el Santiago Apóstol (-18.438), 58.844 en el Santos Reyes (-18.501)y 57.663 en Medina del Campo (-27.764). 

El descenso de actividad se notó también en el número de operaciones realizadas el año pasado, cuando la necesidad de reforzar la atención a los pacientes hospitalizados con coronavirus obligó a realizar un trasvase de profesionales hacia las ‘plantas covid’. Además, el aumento de pacientes graves en las unidades de críticos obligó a ampliar las plazas con las llamadas ‘ucis extendidas’ a costa de otras dependencias de las áreas quirúrgicas, como las Reas y las Urpas, lo que llevó a cancelar miles de operaciones no urgentes, en especial durante la primera ola y, después en otoño, durante el segundo pico. En total, a lo largo de 2020 se realizaron 107.386 operaciones, cuando un año antes habían sido 156.891. Es decir, hubo 49.505 intervenciones menos. La caída es del 32%, de modo que el número de cirugías canceladas podría suponer un tercio de lo habitual. 

El Clínico de Valladolid fue el que más operaciones dejó de realizar el año pasado (registró 11.357, con -7.168), seguido del hospital de Burgos (12.161, -7.155). En Salamanca se intervinieron 16.456 patologías (-6.970), en León 13.442 (-6.247) y en el Río Hortega 10.149 (-4.791).  

En Ávila se realizaron 5.417 operaciones (-2.870), en Bierzo 6.898 (-1.888), en Palencia 7.425 (-4.050), en Segovia 5.584 (-2.754), en Soria 3.753 (-1.907) y en Zamora 7.521(    -2.157). En Santiago Apóstol la cifra de cirugías cayó a 2.098 (-147), en Santos Reyes a 2.265 (-299) y en Medina del Campo a 2.860 (-1.102). 

En los gráficos que acompañan el balance anual, Sacyl presume de que el 93% de los pacientes con una cirugía prioritaria fueron intervenidos dentro de los 30 días establecidos para este tipo de intervenciones. Lo que ocurre es que ese plazo comienza a correr en muchos casos cuando se indica la intervención, cosa que no sucede hasta que no se han realizado todas las pruebas diagnósticas necesarias. Y ahí, en las pruebas, es donde se genera otro importante embudo. 

El año pasado se realizaron 636.630, de nuevo, un batacazo respecto a 2019, cuando llegaron a 779.991. La diferencia son 143.361 pruebas menos. En concreto, el año pasado se realizaron 232.366 ecografías (-85.289), 53.615 mamografías (-13.163), 245.852 TAC (-18.954) y 104.797 resonancias (-25.955) en el conjunto de los hospitales de Castilla y León.  

Como es natural, durante un año con meses de confinamiento, actividad reducida y miedo a acudir a un hospital si no es estrictamente necesario, disminuyeron también las urgencias atendidas en los hospitales: 734.000 se registraron el año pasado, que son 312.430 menos que en 2019. De igual manera, las urgencias que llegaron a los hospitales derivadas desde atención primaria también registraron una caída, hasta las 172.757 atendidas en los hospitales, 59.324 menos que el ejercicio anterior. 

El temor a ser contagiado dentro de unas instalaciones sanitarias también queda reflejado en otro indicador: el porcentaje de pacientes que no acude a la primera consulta que tenía citada con el especialista: en 2019 fue el 7,2%, que se elevó en 2020 hasta el 12%. De igual modo crecen las pruebas que quedaron canceladas porque el papaciente no acudió: pasan del 5,1% al 9% el año pasado. 

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