Latem convierte Castilla y León en referente del aluminio reciclado, con 220 M€ y 660 empleos
La sociedad impulsa dos centros industriales en Villadangos del Páramo (León) y en Villabrázaro (Zamora) que estarán plenamente operativos en 2024 | «Es un modelo de negocio único en España»
La empresa Latem Aluminium ya ha puesto la primera pica en Castilla y León en su proyecto de transformación y comercialización del aluminio secundario y, con la vista puesta en el año 2024 para su completo desarrollo, ha apostado por la comunidad con el objetivo de emcumbrarla como referente nacional e internacional del reciclado de este material, gracias al impulso de dos centros industriales en la localidad leonesa de Villadangos del Páramo y en la zamorana de Villabrázaro.
Las cifras ponen de relieve la importante repercusión para el territorio , con un montante global que asciende a 220 millones de euros para este negocio de economía circular basado en la producción de aluminio a partir de la chatarra, utilizando energías verdes y sin generar residuos.
«Como proyecto industrial de aluminio verde de economía circular, seremos únicos. No hay nadie en España que tenga un modelo igual de negocio, con nuestra capacidad de laminado y estas condiciones pues, aunque hay empresas que trabajan en fundición, no se centran en chatarra como nosotros, sino en primario», explicó el director general de Latem, Carlos Javier Álvarez, sobre la relevancia de esta industria.
Su modelo diferenciador y la cuantía de inversión no son los únicos datos que ponen de relieve su magnitud. Su puesta en marcha tiene un importante efecto sobre el empleo en las dos zonas elegidas, pues la estimación es crear 660 puestos de trabajo directos y alrededor de 2.000 indirectos cuando operen al cien por cien.
«Hay una percepción generalizada sobre la necesidad de aprovechar la reciclabilidad del aluminio y muchos sectores quieren basar en él sus procesos productivos», explicó Álvarez para enmarcar la situación actual del mercado que les ha llevado a poner en marcha esta sociedad con participación pública y privada, a fin de convertirse en líderes de este «material de presente pero, sobre todo, de futuro».
La idea está clara: transformar la chatarra en lingotes, chapas o bovinas, empleando para su fundición hidrógeno como combustible limpio en lugar de gas natural en el calentamiento de los hornos, y realizar un tratamiento de los residuos que se generen del proceso para aprovecharlos de nuevo.
Así, destaca Latem en su presentación, se reducen las emisiones de CO2, se aprovechan los desechos y se reduce la «excesiva» dependencia del aluminio de importación que ahora existe en Europa. De ahí que destaquen que se trata de un «producto de alto valor en el mercado por su escaso impacto ambiental », puesto que su reciclabilidad es «infinita» y, además, la recuperación de residuos es «total».
Los principales sectores que recurrirán a su catálogo se centran sobre todo en tres ámbitos: el automovilístico, el de la construcción y el de la alimentación. En el primer caso, explicó Álvarez, responde a que el aluminio está desbancando al plástico en el diseño de piezas para los coches eléctricos ; en el segundo, a que se utiliza para elementos de los perfiles, como canalones o ventanas, y también para el recubrimiento de fachadas; y en el tercero, a lo relativo a los envases para refrescos o comida en conserva. Son los actuales demandantes y cada vez pujan con más fuerza. No sólo en España. Su mercado objetivo traspasa fronteras y, de hecho, buena parte del material que ya están produciendo en la planta de Villadangos viaja con destino a Europa y Asia , confirmó el director general, antes de poner de relieve que el automovilístico será el principal mercado en el que se pondrá el foco de las exportaciones.
«Aunque hay factorías en España, la mayoría de la producción de coches está fuera y por eso estimamos que el peso de la exportación será el más relevante en este área», subrayó. Respecto al de la construcción, Álvarez calculó que la mitad de los lingotes o las bovinas se destinará a vendedores nacionales y la otra mitad a internacionales, mientras el de la alimentación será más local. En este último caso, la idea no sólo es vender aluminio a terceros, sino ser capaces de fabricar ellos mismos los envases.
En total, calculan que la capacidad de ambas plantas estará por encima de las 45.000 toneladas de aluminio, una vez estén operativas las dos plantas de gestión. Por el momento ya está en funcionamiento una parte de la ubicada en Villadangos del Páramo y están inmersos en la construcción de las instalaciones de Villabrázaro, junto a Benavente.
Según las previsiones de la empresa, en apenas dos semanas ya habrán culminado las naves de la sede zamorana y comenzarán a adecuarlas en su interior, para que en verano puedan empezar a dotarlas de equipos y se pueda operar en la segunda mitad de este mismo año.
Sin embargo, ya hay un rodaje previo. El proyecto arrancó a finales de 2019, por lo que el año pasado fue el primero de producción, con una inversión inicial en este tiempo de 25 millones de euros, diez de ellos correspondientes con Villadangos y los quince restantes para la obra civil y las naves de Villabrázaro. El capital social de la entidad, recordó el director general, es de veinte millones, de los cuales la Junta de Castilla y León ha puesto casi diez millones.
Y es que, según recuerda Latem en su presentación, «la Junta se encuentra plenamente comprometida con el proyecto, participando en el accionariado con un 49% de su capital social a través de ADE Capital Sodical SCR». En este proyecto industrial destaca también el convenio de colaboración con la Ciudad de la Energía (Ciuden), una fundación dependiente del Ministerio para la Transformación Ecológica y el Reto Demográfico; así como los convenios de colaboración con el Centro Nacional del Hidrógeno y con la Universidad de León.
Ayer mismo se presentó el acuerdo con la entidad educativa, puesto que se contempla la creación de un centro de investigación donde experimentar los nuevos usos y posibilidades de aprovechamiento del aluminio, y donde se llevarán a cabo las investigaciones necesarias para que el hidrógeno sea la alternativa al gas natural como combustible para la fundición del material.
Por el momento están en una fase experimental en el uso del hidrógeno, con «proporciones pequeñas», pero el objetivo es que sólo se utilice este elemento en el calentamiento de los hornos, para evitar emisiones contaminantes. « Tenemos que adaptar los hornos actuales y estamos en un proceso de aprendizaje, haciendo las pruebas necesarias», expresó Carlos Javier Álvarez sobre el «ideal» al que aspiran en su ‘reto ecológico’.
Esa meta verde se constata también en la instalación de placas fotovoltaicas y en el tratamiento de la escoria, es decir, de los residuos, pues el objetivo es descomponerla a fin de extraer todos los componentes que se puedan aprovechar para volver a incorporarlos al proceso productivo .
Además, en su empeño por minimizar el impacto ambiental de los procesos productivos, una vez estén operativas las dos sedes estarán capacitados para transportar el aluminio en estado líquido desde Villadangos a Villabrázaro –en unas vasijas térmicas– para evitar que haya que fundir el material dos veces. Así se puede utilizar de manera inmediata y se ahorra un nuevo proceso de fusión.
En definitiva, Castilla y León se convertirá en referente del aluminio reciclado con destino a diferentes sectores, mediante procesos basados en el empleo de energías limpias y, por tanto, no contaminantes.