El 15% de los sanitarios está vacunado en Burgos frente al 5% en Salamanca
Almudí pide a Sacyl datos por especialidades para zanjar el «malestar» y los «bulos»
El personal sanitario lleva semanas con el runrún de los agravios comparativos. Que si en otras comunidades se está vacunando más y mejor, que si aquí no llegan las dosis... Incluso dentro de Castilla y León hay suspicacias entre provincias: cada una sospecha que la de al lado está poniendo más inyecciones.
José Luis Almudí, presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, asegura que existe «malestar» e «inquietud» entre el colectivo por la «gran variabilidad» en el ritmo de vacunación dentro de España, entre unas áreas de salud y otras, entre unos hospitales y otros y entre los distintos centros de salud.
Los grupos prioritarios son los mismos para todo el país, definidos como están en la estrategia nacional del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, explica Almudí, hay margen para «la interpretación» y «cada centro de gasto está aplicando un criterio diferente» a la hora de organizar la administración de las vacunas. Por eso, el Colegio de Médicos de Valladolid pidió ayer a la Consejería de Sanidad que publique los datos por centros y especialidades médicas para saber si ese supuesto desequilibrio interterritorial existe. Para confirmar o desmentir esas sospechas. Porque «como no hay información desagregada, funcionan mucho los bulos».
Justo ayer, el portal de datos de la Junta incorporó una nueva estadística con cifras sobre la evolución del proceso de vacunación por provincias y por grupos de prioridad. No llega al detalle de las especialidades, pero permite extraer alguna información sobre las distintas velocidades de vacunación en cada territorio.
Según los últimos datos disponibles extraídos ayer (a fecha 8 de febrero), hasta ahora se han administrado 28.368 dosis entre ‘trabajadores de centros sanitarios’ de Castilla y León. Y 5.418 profesionales estaría ya inmunizada (o a punto) al haber recibido el ciclo completo.
Como cada ciclo está compuesto por un par de pinchazos, si multiplicamos ese número por dos (10.836) y se lo restamos al total de dosis administradas, podemos deducir que las 17.532 unidades restantes equivalen a sanitarios que de momento han recibido la primera inyección.
Por provincias, Valladolid, Burgos, León y Salamanca son los que han utilizado mayor número de viales, como es razonable, por la mayor dimensión de la red sanitaria en éstas, cuatro provincias, las más pobladas de Castilla y León. Ahora bien, si cruzamos la cifra de vacunados con el número total de profesionales sanitarios existentes en cada provincia, aparece una disparidad en los porcentajes.
A falta de que Sacyl proporcione datos sobre la población diana en el ámbito sanitario, hemos tomado como base las cifras de profesionales sanitarios de centros públicos (que están disponibles en el portal de transparencia de la Junta) y que son casi la totalidad de los vacunados de momento en Castilla León, dado el retraso en centros privados.
Dentro de las cuatro principales áreas de salud, Burgos es donde hay más sanitarios con las dos dosis, el 15% del total, seguida de Valladolid, con el 14%. En León los profesionales inmunizados suponen el 11%. Más rezagada se queda Salamanca, donde sólo el 5% de los trabajadores ha terminado el ciclo de inmunización.
En el resto de provincias, Soria ha vacunado con las dos dosis al 21% de los profesionales sanitarios , Ávila al 13% y Zamora al 8%. A la cola se sitúan Palencia y Segovia, ambas con el 4% de la plantilla sanitaria inmunizada. Sin reparto equitativo
A la vista de estos datos, no parecen infundado el descontento de los médicos. «Hay cierto malestar en el colectivo médico porque no hay un reparto equitativo y homogéneo entre áreas y hospitales», denunció ayer el presidente de los facultativos de Valladolid.
Recuerda que el criterio para la priorización de las vacunas es «la vulnerabilidad» de los grupos de población, con preferencia para los colectivos más expuestos al contagio. Dentro del colectivo sanitario, existen dos grupos, uno para los profesionales de primera línea (atención primaria, urgencias, emergencias, internistas, intensivistas, anestesiólogos y neumólogos), mientras el resto de servicios y especialidades quedan en el grupo posterior, el llamado ‘otro personal sanitario’.
Esa categorización también es fuente de queja entre los profesionales. Por ejemplo, entre los otorrinos, que cada día se asoman a las gargantas de un paciente sin mascarilla. En todo caso, dada la compleja organización de la vacunación, lo que en la práctica está sucediendo es que hay profesionales de primera línea que aún no han sido vacunados mientras otros del siguiente grupo ya han obtenido su dosis. Retraso en la privada
Otro motivo de queja llega desde la privada. No se habían vacunado sanitarios en estos centros hasta ahora: se empezó la semana pasada de manera excepcional y a partir de esta semana se empieza a generalizar, según la información recabada por el Colegio de Médicos de Valladolid.
mayores y esenciales
Los datos publicados ayer muestran también que se ha comenzado a vacunar a algunas personas de los grupos posteriores. Por ejemplo, se han administrado 249 dosis en Castilla y León con el criterio del ‘riesgo por edad’, cuando el colectivo de mayores de 80 años va después de los profesionales sanitarios. También deberían tener que esperar los trabajadores esenciales, pero algunos han recibido ya el pinchazo, con 1.222 dosis puestas hasta ayer con este criterio.
El Colegio de Médicos solicita también a la Consejería de Sanidad que «intensifique» el ritmo de vacunación en Castilla y León «en función de la disponibilidad». «Entendemos que en nuestra Comunidad Autónoma, como en las demás, la insuficiente disponibilidad de dosis de vacunas condiciona el ritmo de vacunación, pero la falta de información actualizada sobre la cobertura de vacunación entre los médicos de los diferentes ámbitos, tipos de ejercicio (público y privado) y lugares de trabajo, más el desconocimiento sobre el calendario previsto de vacunación para todos los médicos, en función del criterio de riesgo, está generando una situación de malestar entre nuestro colectivo», apuntó su Junta Directiva en un comunicado .
En ese documento, piden al Gobierno autonómico que, «en consonancia con el compromiso de transparencia e información adquirido, haga públicos los datos, categorizados por centros y especialidades médicas, sobre cobertura vacunal en los profesionales médicos (tanto públicos como privados) de los entornos sanitarios y socio-sanitarios, publicando el calendario de vacunación previsto para todo el colectivo médico».