La mortalidad alcanza al 9% de los pacientes hospitalizados por Covid
La presión en las unidades de críticos desciende ligeramente por primera vez en un mes
El 9,34% de los pacientes de Castilla y León que ingresan en el hospital con coronavirus acaba muriendo en el propio centro, lo que supone casi uno de cada diez. Los datos que registra la Consejería de Sanidad son muy preocupantes; de las más de 53.000 personas que han pasado por algún centro de la Comunidad, 4.956 habían perdido la vida a fecha de ayer. A pesar de que desde la Junta no se publican diariamente las cifras acumuladas de hospitalizaciones, ésta se puede calcular de manera muy aproximada sumando los nuevos ingresos diarios, las altas y los fallecidos, lo que arroja el dato del total de personas que han pasado por cada centro.
El hospital de pandemia de Rondilla, que acoge pacientes de toda la Comunidad, deja la tasa de mortalidad más alta, con un 23,51% y muy por encima de la media regional, de un 9,34%. Llama la atención que del resto de hospitales castellanos y leoneses, dos de los que registran también un porcentaje alto de mortalidad no se ubican en capitales de provincia, con mayor densidad de población, si no en municipios más pequeños. Es el caso del hospital Santos Reyes de Aranda de Duero y el hospital El Bierzo, en Ponferrada, que dejan cifras de mortalidad del 12,85% y del 11,40%, respectivamente. Entre los hospitales con un 10% de mortalidad se sitúan varios, como el Complejo Asistencial de Soria, el Complejo Asistencial de Zamora y los Complejos Asistenciales Universitarios de León y Palencia.
Lo cierto es que, salvo el edificio Rondilla, la mayoría de centros hospitalarios de la Comunidad muestran pocas diferencias entre sí en este sentido. Ya en una mortalidad por debajo del 10% se sitúan el Complejo Asistencial de Segovia (9,91%), el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (9,68%), el Complejo Asistencial de Ávila (8,57%) y el Complejo Asistencial Universitario de Burgos (8,24%). Los datos más reducidos de Castilla y León son los del hospital Santiago Apóstol de Miranda de Duero (7,75%), el hospital Clínico Universitario de Valladolid (7,42%), su vecino el hospital Universitario Río Hortega (7,16%) y el hospital de Medina del Campo (6,9%).
Un factor determinante a la hora de interpretar la mortalidad por Covid-19 en hospitales es la ocupación. Si bien no influye directamente en los porcentajes, es evidente que a más ingresos, más fallecimientos. Es por esto que la actual situación en los centros castellanos y leoneses, con un ligero descenso en la presión asistencial, puede significar no solo un desahogo a la hora de alojar y atender pacientes, si no que también acabará por traducirse en un descenso en las muertes provocadas por la pandemia.
En este sentido, la ocupación media de las UCI de la Comunidad se sitúa en un 73%, haciendo evidente que existe cierta relajación. De hecho, desde que comenzara la tercera ola, solo los primeros días de enero se saldaron con menos hospitalizados que los anteriores. A partir del día 10, el aumento fue constante hasta poner contra las cuerdas al sistema sanitario, lo que supone la primera caída en un mes.
En el caso de los ingresos en planta, la consejera de Sanidad ya adelantó la semana pasada que el viernes 5 se esperaba alcanzar el pico de hospitalizaciones -emplazó a finales de esta semana el pico en las UCI-, una previsión que los datos más recientes confirman. No obstante, la situación dista mucho de ser buena, puesto que aún permanecen ocupadas el 74% de las camas.
Según los datos actualizados ayer por la Junta, los hospitales acumulan 1.884 ingresos en planta, por debajo de los preocupantes 2.000 de hace unos pocos días pero aún lejos de los máximos registrados en olas anteriores. En las UCI los pacientes ingresados son 314, aunque acompañados de ese descenso en las hospitalizaciones arriba mencionado.
Por su parte, la incidencia acumulada en Castilla y León mantiene valores todavía elevados, aunque se empieza a consolidar la disminución en los contagios de las últimas jornadas. En este sentido, la media regional es de 937 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone todavía casi cuatro veces más que el listón de riesgo extremo que el Ministerio de Sanidad establece en 250 casos. Por provincias, la situación más complicada continúa siendo la de Palencia, con una tasa de 1.805. No obstante, el dato a una semana refuerza esa tendencia al descenso. En el lado opuesto se coloca Burgos, que mantiene el dato más bajo con 476 casos por cada 100.000 habitantes a dos semanas. Mención especial merece Ávila, que en poco tiempo ha logrado controlar notablemente ña expansión del virus hasta situarse en 650 casos y con una tendencia claramente a la baja.