Medio millón de consultas menos durante la primera ola: otorrino y trauma pierden el 67%
Oncología, la especialidad que mantuvo más actividad, redujo en 6.400 las citas entre marzo y mayo / Las cirugías cayeron un 68%, con 25.500 menos / Las pruebas diagnósticas, a la mitad, con 102.000
La supresión de toda actividad no urgente durante la primera ola supuso la cancelación de miles de consultas, operaciones y pruebas diagnósticas en Castilla y León. Con el sistema sanitario colapsado, la prioridad era contener la expansión de la pandemia y tratar a los ‘pacientes covid’. El resto de patologías quedó en un segundo plano, alterando la calidad de vida de la población y dejando un daño colateral cuyo alcance aún está por ver.
En lo que se refiere a las consultas con el especialista, durante los meses de marzo, abril y mayo se celebraron medio millón menos que durante el mismo periodo del año anterior. Si en 2019 habían tenido lugar 1,17 millones de consultas externas, en esos mismos tres meses de 2020 no llegaron a las 636.000, lo que representa un descenso del 46%, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad en cumplimiento de una resolución del Comisionado de Transparencia, órgano al que este periódico acudió para obtener la información pública previamente denegada por Sacyl.
La comparativa correspondiente al periodo comprendido entre marzo y mayo de 2019 y 2020 revela un descenso generalizado de las visitas en todas las especialidades.
El servicio que mejor mantuvo su volumen fue oncología, que por definición atiende casos de gravedad que no admiten demora. Aún así, las consultas registradas en esta especialidad también disminuyeron en comparación con el año previo, un 13%:de las 48.800 entre marzo y mayo de 2019 a las 42.200 del mismo trimestre del año pasado, una diferencia de casi 6.400 citas.
La segunda evolución más contenida fue psiquiatría, con un 16% menos de consultas: pasó de 73.300 a 61.600 durante la primera ola pandémica. A continuación se sitúan hematología, obstetricia, reumatología y digestivo: en todas ellas se celebraron una cuarta parte de las citas del año anterior, con caídas de entre el 23 y el 26%.
Por debajo de la media se sitúan también las visitas a los pasillos de endocrinología, nefrología, cirugía torácica, pediatría, urología, getriatría y neurología.
A la cabeza de la tabla, los servicios más afectados por la bajada de las consultas fueron otorrinolaringología y oftalmología, ambos con un 67% menos de personas atendidas. En concreto, los otorrinos atendieron19.100 consultas durante la primera ola frente a los 57.200 de un año antes. Y los oculistas vieron a 39.400 pacientes, una tercera parte de los 118.000 del ejercicio precio.
A continuación, y por este orden, redujeron sus consultas externas los servicios de cirugía plástica, cardiología, anestesia, neumología, maxilofacial, traumatología, gineclogía, rehabilitación, cirugía general, vascular, medicina interna, cirugía infantil, alergología, dematología, neurocirugía y cirugía cardíaca.
25.000 cirugías menos en tres meses
En cuanto a las operaciones, el número de intervenciones no urgentes bajó de forma drástica, un 68% en Castilla y León:pasó de las 37.300 entre marzo y mayo de 2019 a las apenas 12.000 registradas un año después. La diferencia son 25.412 cirugías menos.
Por áreas de salud, donde porcentualmente se recortaron más intervenciones programadas fue en el complejo hospitalario de Segovia, que fue uno de los más colapsados durante la primera ola:las cirugías bajaron un 76% entre marzo y mayo. Sólo 467 personas fueron operadas en la primera ola, cuando un año antes habían rozado las 2.000.
A continuación, el Clínico de Valladolid redujo un 74% sus intervenciones:del millar de 2019 a las 270 entre marzo y mayo de 2020. En los hospitales de Soria, Salamanca, Medina del Campo, Burgos, Palencia, Río Hortega de Valladolid, León, Bierzo y Ávila, las operaciones tampoco llegan a una tercera parte de las realizadas en 2019.
La cancelación de las operaciones afectó sobre todo a las intervenciones no urgentes, que fueron aplazadas para poder hacer hueco a los pacientes covid en quirófanos, unidades de reanimación y camas de postoperatorio, reconvertidas temporalmente en unidades de críticos. Pero también las cirugías urgentes acusaron una reducción aunque ésta fue «mucho menor», matiza Sanidad al precisar que éstas bajaron un 24% en marzo, un 32% en abril y un 17% en mayo.
El plan de choque eran cuatro párrafos
Mientras la primera ola se extinguía, y a la vista de las desbocadas listas de espera tras la primavera, la consejera de Sanidad anunció en junio un ‘plan de abordaje’ para reducir la demora generada por la crisis sanitaria. Este periódico formuló otra solicitud de acceso a la información pública para conocer ese documento y las correspondientes medidas de choque implementadas en Castilla y León. En su respuesta, Sanidad evidencia que el prometido ‘plan’ en realidad consistía en «medidas dinánicas que son revisadas y monitorizadas» cada semana. Y que se resumen en cuatro escuetos párrafos con actuaciones imprecisas y que apenas introducen grandes novedades respecto a una habitual gestión para rebajar las listas de espera.