Diario de Castilla y León

Los aeropuertos caen ‘en picado’

En la última década ahonda su ruina al perder un 79% de pasajeros | Entre enero y noviembre solo despegan a o aterrizan 128.500 personas | Burgos y León sobreviven con vuelos subvencionados

Aeropuerto Villanubla. - EUROPA PRESS

Aeropuerto Villanubla. - E. P. ARCHIVO

Publicado por
Mar Peláez

Creado:

Actualizado:

La pandemia ha arrasado hasta convertir el tráfico de pasajeros en los aeropuertos de Castilla y León en testimonial . Las restricciones para frenar la propagación del coronavirus impuestas a los transportes han dejado el sector aéreo a medio gas y han supuesto el ‘ alunizaje ’ de unos aeródromos castellanos y leoneses que, en su conjunto, ya arrastraban una evidente crisis de viajeros. Solo el de Burgos parece salirse de esta ecuación, ya que ha logrado levantar el vuelo sorteando incluso las ‘turbulencias’ del virus.

Pese a esta excepción, ninguno –ni Valladolid, ni Burgos, ni León, ni Salamanca– resiste una comparativa con los datos registrados hace una década. Todos ellos se han ‘precipitado’ al vacío ; sin prácticamente vuelos regulares, sin viajes este año del Club de los 60 y del Imserso y con solo vuelos puntuales en las fechas claves. 

Desde 2011 hasta noviembre de 2020, los cuatro aeropuertos de la Comunidad han perdido en su totalidad 492.396  pasajeros, según los datos de Aena. Esta cifra supone que en los últimos diez años Castilla y León ha sufrido una rebaja en el número de viajeros aéreos de un 79,9%. Son 23 puntos más de caída que la registrada a nivel nacional.

2020, salvo que lo remedie in extremis el mes de diciembre, algo harto complicado, acabará por tanto con un triste récord que ni siquiera fue tan profundo con la crisis de 2008. 

Y es que hasta noviembre solo habían volado 128.537 personas con origen o destino la Comunidad . No llegan a ser aeropuertos ‘fantasmas’ pero sus terminales están lejos hoy de albergar el bullicio de 2011, cuando 620.933 personas emprendieron o culminaron viaje en alguno de las cuatro instalaciones aéreas.

Suponiendo que cada día operara algún vuelo desde Castilla y León, algo que ni de lejos ocurre actualmente, durante 2020 de media han volado diariamente 352 personas , frente a las 1.700 de hace una década. 

El boquete en las cuentas de estas instalaciones podría ser incluso de mayores dimensiones de no ser porque los aeropuertos de León y de Burgos subsisten gracias a que todavía cuentan con ayudas por parte de administraciones públicas locales mediante acuerdos de marketing para promocionar destinos, después de que las subvenciones por vuelo fueran prohibidas por Europa hace ya algún año y que la Junta de Castilla y León se retirara en 2016 de esta carrera por tratar de atraer compañías aéreas a las instalaciones aéreas ubicadas en la Comunidad. 

Está claro que no hay pasajeros sin vuelos, y en Castilla y León solo los aeropuertos de Burgos, León y Valladolid cuentan con programación regular de viajes hasta finales de marzo. Contemplan exclusivamente rutas a Barcelona de tres compañías, dos de bajo coste -Ryanair y Vueling-, que operan en Valladolid, y Air Nostrum, y desde Valladolid a Jerez de la Frontera. 

SALAMANCA. Segundo aeropuerto de España que más pasajeros pierde desde 2011 

El caso más sangrante lo vive el aeropuerto de Matacán, en Salamanca. Su baja actividad –exclusivamente ha movido este año a 2.373 viajeros–, no solo le sitúa como el cuarto aeródromo de Aena por la cola de España, sino que ha perdido en una década un 93,6% de pasajeros. Traducido en números absolutos supone un recorte de 34.800 viajeros. Y lo que es más. Se convierte en el segundo aeropuerto de toda España que más descenso experimenta desde 2011, solo por detrás de Reus. 

Su utilidad como terminal de pasajeros lleva años en entredicho. No en vano, los datos de Aena apuntan a que de su terminal solo despegaron o aterrizaron siete personas de media en lo que va de año, cuando hace una década lo hacían 102. Se salva por ser sede de la escuela de vuelo y por ser base de aeronaves para la extinción de incendios. 

Alcanzó su techo en 2007 cuando superó los 65.216 viajeros y desde entonces no ha hecho más que perder ‘altura’. Parecía que remontaba el vuelo ligeramente el pasado año, al registrar 17.700 viajeros, pero la irrupción de la pandemia volvió a dejarle en tierra. El virus ha horadado más si cabe el agujero en su fuselaje. En un año ha caído su volumen de pasajeros en un 86%. Se trata, con diferencia, del aeropuerto más perjudicado por la crisis sanitaria y económica actual.

VALLADOLID.  Recorta en una década un82% su tráfico de viajeros

Esta penosa travesía también ha hecho mucho daño al aeropuerto de Villanubla. Después de aquella época gloriosa con vuelos internacionales de bajo coste desde Valladolid a Londres, a Bruselas, a Milán..., que llegó a juntar en un año a 512.900 pasajeros antes de que estallara la crisis económica del 2008, se ha pasado a contabilizar entre enero y noviembre de este año exclusivamente 81.378 viajeros –223 diarios, los mismos que cabrían en cinco autocares–.

Son exactamente 381.126 pasajeros menos que hace una década, lo que equivale a una pérdida del 82,4%. Se trata de la quinta caída más pronunciada vivida por un aeropuerto español en la última década. Eso ha hecho que Villanubla vaya dando ‘alas’ a otros aeródromos españoles. De ser el aeropuerto 29 del país con mayor tráfico de pasajeros en 2011 ha pasado a ocupar la plaza 32 en el ranking aeroportuario nacional. 

A eso ha contribuido sobre manera este año horribilis. Desde que comenzara 2020 ha experimentado una bajada del 67%, es decir 167.846 pasajeros. 

LEÓN. Ni las ayudas del Consorcio alivian el profundo recorte de viajeros

El sexto aeropuerto de España más golpeado por la huida de pasajeros entre 2011 y 2020 es León. En ese periodo el aeródromo Virgen del Camino asistió a un desplome de pasajeros superior al 76,7%. O lo que es lo mismo, en ese periodo de tiempo por el aeropuerto han pasado 65.783 pasajeros menos. En relación con el año 2019, se ha reducido en casi un 70% ese tráfico.

Ni siquiera el respaldo económico del Consorcio para la Gestión de la Promoción del Aeropuerto de León, compuesto por Diputación y ayuntamiento, ha permitido salvar estas cifras deficitarias. Hay que recordar que la asamblea del Consorcio aprobó en octubre por unanimidad la prórroga del contrato con Air Nostrum, la filial de Iberia, que permitirá al aeródromo leonés ofertar 76 vuelos hasta el mes de abril con destino a Barcelona, Baleares y Canarias. En total serán 152 trayectos con un coste de 400.403,32 euros. 

El pasado martes, el presidente del Consorcio, Matías Llorente, aseguró que el presupuesto consignado para 2021 ascenderá a 1,4 millones de euros, con lo que prevé retomar la inclusión de destinos internacionales y lanzar una línea de subvenciones para aerolíneas con propuestas de vuelos. Aspira a convertirse en el aeropuerto de referencia del noroeste español.  

BURGOS. Villafría ‘resurge’ en tiempos de pandemia

También los vuelos de Air Nostrum que operan desde el aeropuerto de Villafría están subvencionados. El Ayuntamiento de Burgos, a través de un contrato de subvención de la Sociedad de Promoción, abona cada mes a esta compañía  por volar desde Villafría 100.000 euros (1,2 millones al año). Esta ayuda no se ha traducido en un incremento de pasajeros en relación al tráfico que tenía en 2011, aunque sí ha minimizado las pérdidas, ya que es el aeropuerto castellano y leonés con menor caída. 

En esta década ha visto recortado en casi un 30% el número de viajeros (-10.603 pasajeros). Sin embargo, a su favor, es el aeropuerto de España que mejor ha resistido la pandemia.

Entre enero y noviembre ha incrementado el volumen de pasajeros en un 40,5% en relación al año anterior, lo que significa que una ganancia de 7.150 viajeros –la cifra absoluta más elevada de todo el país–. Es, junto a Huesca y Albacete, el único a que ha conseguido atraer más viajeros que en 2019. 

tracking