Diario de Castilla y León

Los nuevos talleres de Renfe acogen ya a 700 trabajadores tras siete años de espera

En las viejas instalaciones del Paseo de Farnesio apenas quedan ya 20 miembros de la plantilla, a la espera de trasladarse en septiembre | El próximo año está previsto la llegada de un tren completo para  su renovación

CONSEJO DE LA SOCIEDAD DEL AVE Y TALLERES DE RENFE. De izda a drcha: El consejero de Fomento, el secretario de Estado de Infraestructuras,  el alcalde  de Valladolid y el subdelegado de Gobierno,  ante los nuevos talleres en construcción de Renfe. Horizontal

CONSEJO DE LA SOCIEDAD DEL AVE Y TALLERES DE RENFE. De izda a drcha: El consejero de Fomento, el secretario de Estado de Infraestructuras,  el alcalde  de Valladolid y el subdelegado de Gobierno,  ante los nuevos talleres en construcción de Renfe. Horizontal

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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Los práctica totalidad de la plantilla de los viejos talleres de Renfe , ubicados junto al Paseo de Farnesio, ya está en las nuevas instalaciones del páramo de San Isidro. Allí, próximo a la ronda que conecta con la A-62 ,  no muy lejos del barrio de Las Flores, se levanta un complejo de naves de un llamativo techo azul que ocupa casi 8 hectáreas. 

Con un coste de 180 millones de euros , todos los ministros de Fomento en los distintos gobiernos habidos durante los diez últimos años, así como los dos alcaldes que he tenido la ciudad en este tiempo, Francisco Javier León de la Riva y Óscar Puente, actual regidor, ensalzaron la modernidad de unas instalaciones que presentaron como los más avanzadas de España y entre las más importantes  de Europa. Todos, sin embargo, se equivocaron con las fechas del traslado, anunciado por primera vez para septiembre de 2013. 

Después vendrían nuevos anuncios , siempre incumplidos , hasta que en mayo de 2019 salieron los primeros trabajadores y hoy son ya alrededor de 700, entre miembros de la plantilla y contratados, los que ya están en sus nuevos puestos; el grueso del personal. A falta de unos 20 trabajadores del almacén y rodaje que permanecen en los viejos talleres y que se trasladarán en septiembre, el cambio al páramo de San Isidro está consumado siete años después, aunque el presidente del comité de empresa, Virgilio Herrera, enfría un poco la satisfacción por el anhelado traspaso y subraya que los talleres punteros en Europa «adolecen de muchas deficiencias» y todavía hay que «solventar muchos problemas diarios». 

La última etapa para la puesta en marcha de los talleres se vio salpicada por problemas de todo tipo, desde retrasos en las licitaciones para el material hasta incumplimientos por parte de las empresas suministradoras. Pese a que las instalaciones ocupan una superficie de 77.000 metros cuadrados, casi 8 hectáreas, el presidente del comité de empresa ya advirtió al empezar a operar en los nuevos talleres de que «no hay sitio, todo está muy justo y hay que hacer muchas maniobras». Las dificultades se perciben, según Herrera, cuando hay que maniobrar con los vagones y  cabinas que llegan para someterse a diferentes reparaciones.

Mientras,  hace ya meses que  no llegan trenes para arreglar a los viejos talleres del Paseo de Farnesio, unas instalaciones cuyo germen se remonta a 1860, a finales del siglo XIX. En breve, cerrará una etapa en la actividad industrial de Valladolid que se prolonga desde hace 160 años y que ahora, con la casi totalidad de la plantilla ya en su nueva ubicación, pasa a las instalaciones de San Isidro,  con una capacidad para 35 vías en el interior  y con naves que alcanzan  medio kilómetro. 

Al final, los nuevos talleres de Renfe quedarán como el principal legado para la ciudad del proyecto fallido del soterramiento, junto con la supresión del tren en superficie en el pinar de Antequera en un tramo de 800 metros.

Estas dos actuaciones son lo que sacará en limpio Valladolid del soterramiento después de que equipo de gobierno municipal que tomó las riendas de la alcaldía en 2015, con Puente a la cabeza, decidiera dar carpetazo al proyecto ante la deuda de 400 millones de euros contraída con los bancos.

 Los nuevos talleres se ‘comieron’ una parte importante de los 554 millones de euros gastados por la Sociedad Valladolid Alta Velocidad durante los casi 20 años que duró el sueño del soterramiento del tren, un intento loable para eliminar una barrera que parte en dos la ciudad, pero que acabó en fiasco. 

VENTA DE LOS TERRENOS

Falta ahora la segunda parte de esta larga historia: el destino de los suelos que ocupan los talleres. El proyecto del soterramiento tenía como principal fuente de financiación la venta de 78 hectáreas de suelo, incluido aquí el que ocupan las instalaciones junto al Paseo de Farnesio , más otra parte en la zona de Ariza y también en Argales, para la construcción de 5.700 viviendas. Tras caer en picado el precio del suelo durante la crisis que se desató en 2008, en los últimos años se recuperó y la última tasación realizada en 2019 cifró en 400 millones el valor de estas 78 hectáreas

La previsión era que las primeras parcelas salieran a la venta a mediados de 2021, aunque no estaba claro si en la zona de los antiguos talleres de Renfe o la de Ariza. Los cálculos del estudio realizado por la extinta Sociedad Valladolid Alta Velocidad cifraban en 6 años el tiempo necesario para vender los suelos de Ariza, donde irán 495 viviendas, y 10 años para los de los talleres, donde están previstas 2.458.

Falta por saber si a raíz de la crisis sanitaria provocado por el coronavirus se mantiene la previsión.

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