«Ciudadanos no quiere problemas con el PP para que lo suyo salga bien»
Con determinación, las ideas claras y vocación de servicio. Así se presenta la procuradora del PSOE por Burgos Noelia Frutos . «Tengo claro lo que vivo, sé lo que se necesita y de ahí parto para empezar a trabajar en mejorar la vida de las personas». Su discapacidad física le ha enseñado que «la lucha es el día a día, no puedes bajar la guardia». Las Cortes ya han adaptado todos los espacios de trabajo para «hacer mi labor como el resto de mis compañeros, ni más ni menos».
El pasado 26 de mayo supuso un antes y un después en la vida de Noelia Frutos. El PSOE logró en Burgos su cuarto procurador. Ella. «Fue una alegría inmensa». Y hasta un quinto. Jesús Puente. «Fue un poco de descarga porque ya no era la única novata del equipo, la verdad». Y, lejos de Burgos, fue el momento en el que en las Cortes de Castilla y León cayeron en la cuenta de que el nuevo edificio de 2007, premio de accesibilidad y con más de 65 millones de euros de inversión, tenía apartamento privado, pero no estaba preparado para un procurador con discapacidad física.
«Es verdad que para dar paseos hay pasillos amplios, con luz, todo muy bonito, pero para representar al pueblo, parece que no lo habían pensado», ironiza Frutos.
Una pasarela construida a toda prisa, un atril que le genera especial tensión, «tengo a los consejeros muy cerca y es un escenario que impone más», pero está contenta «todo me lo han hecho muy fácil y no puedo tener queja alguna». El primer objetivo «hacer mi trabajo como el resto de mis compañeros, ni más ni menos» está cumplido. Sus áreas de acción: Educación, Sanidad, Familia e Igualdad de Oportunidades.
Con su llegada, Noelia Frutos ha abierto la posibilidad de representación política a otras personas con discapacidad . No lo ve tan relevante. «Es lo que hace cualquier persona con discapacidad, cuando no es uno es otro, vas abriendo camino y es lo más bonito también el facilitar la vida a otras personas».
Ese es el motor que guía su introducción en el ámbito político a los 16 años en Juventudes Socialistas. Después, se afilió al partido. No había otro camino por dos razones: « la familia tira , son de izquierdas de toda la vida»; y porque «no hay otro partido que pueda conseguir las reivindicaciones que el colectivo de capacidades diversas necesita». Su introducción en la militancia política, en principio fue tranquila, «mi fin no era dedicarme a la política» pero sí reivindicarse. «Sin política no hay nada, en realidad todo pasa por la política desde que te despiertas y necesitas algún servicio, que sales a trabajar y no encuentras trabajo... todo es política ». Y ella dio un paso adelante porque «hay que estar ahí para intentar cambiar las cosas».
Su presencia hace que el resto de corporativos se den de bruces con la realidad que no se ve en los despachos. «Tengo claro lo que vivo, sé lo que se necesita y de ahí parto en los temas que conozco. En los que no, me los estudio, y así procuraré ir viendo cómo mejorar la vida de los ciudadanos de Castilla y León», destaca.
Por eso cuando en una comisión de Familia se presume de la alta nota de la dependencia, se revuelve con determinación, pero sin alzar la voz. «Se reconocerá a mucha gente, pero ¿se atiende su discapacidad como se debe? Aunque el portavoz del PP me lo niegue sé que hay ayudas a la dependencia de 31 euros», denuncia. La figura del asistente personal es otro de sus caballos de batalla. Consciente que su autonomía depende del apoyo de sus padres, «sin ellos no podría llevar una vida lo más autónoma posible», defiende a capa y espada un servicio de asistencia real.
«Recortar en ayuda a domicilio, en asistente personal a medio día, dos horas, un día... No tiene sentido. ¿Qué hacemos el resto de la semana?, ¿nos quedamos en la cama?».
Por eso pelea para revertir los recortes en dependencia porque «es la única manera de que una persona con discapacidad pueda ser productiva, que la inserción en la sociedad sea real».
Es una lucha que tenía clara desde el principio. Otras cuestiones del día a día del procurador las intuía como la carga de trabajo, pero reconoce que es más fuerte de lo que esperaba. «Hay muchas reuniones, jornadas de estudio, comisiones cuando tocan, plenos». Así que está de Burgos a Valladolid «las veces que toque».
Menos preparada se ve para soportar el cinismo de la política. Tras el rechazo a la Proposición No de Ley de ampliar el servicio de interpretación de lengua de signos. Con el presidente de la Federación en el salón de plenos esta misma semana recibiendo los parabienes de todos. Con una procuradora que empieza su intervención en lengua de signos, pero termina diciendo no a la igualdad de acceso a la información en sanidad o educación para el colectivo. Ella se revuelve. «Sabía que era habitual el cinismo, pero no lo había encontrado tan claro y chocante como esta semana». Sigue defiendo su postura, «esto no va de ideologías, va de ayudar a las personas» aunque reconoce que «son cosas de la política a las que me tendré que ir acostumbrando».
Respecto al que denomina ‘Pacto de la rapiña’ entre PP y Ciudadanos sigue esperando que los naranjas «puedan repensar las cosas». Cree que los votantes de Ciudadanos vieron cambio en Igea pero «vinieron los del traje de Madrid, les dijeron que con los sanchistas nada, y así estamos todos los plenos, con el sanchismo a vueltas».
Respecto a la evolución del pacto de Gobierno tiene la sensación de que « Ciudadanos se ha posicionado al mismo nivel que el PP y no quieren tener mayores problemas con ellos para que lo suyo salga bien». En Sanidad « Mitadiel de procurador decía una cosa, hoy dice otra». El señor Delgado «nos dice que las urgencias no son de proximidad al ciudadano, pero ¿a quién presta servicio?». Ve detrás de la precaria situación de la Atención Primaria en Burgos una relación evidente con el HUBU que es «un pozo sin fondo y debería iniciarse la reversión ya, pero se ve que no quieren saber nada».
Esos ideales por «hacer la vida más fácil a la gente y especialmente a las personas con discapacidad» son por los que se ha metido en este proyecto político que defenderá en los próximos cuatro años. Una pelea llena de optimismo que no dista mucho de cómo afronta su día a día desde que empezó de niña en el Colegio Francisco de Vitoria y la adolescencia en el instituto Comuneros de Castilla. Esa lucha que empezó con viajes semanales al Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad (CRMF) de Lardero en La Rioja a donde se vio obligada a asistir porque Imagen y Sonido en Burgos estaba en un primero sin ascensor y sólo había opción de estudiar Administrativo, algo que no le gustaba. Peleó por lo que quería y, tres años después, se convirtió en Diseñadora y grafista-maquetista. Es ese mismo empeño con el que acude día sí y día también a la sede de las Cortes en Valladolid para «intentar cambiar las cosas».