Diario de Castilla y León

Bierzo y Salamanca triplican su lista de espera al especialista al incluir los sin fecha

El hospital de Ponferrada pasa de tener 7.400 a casi 25.000 personas y el salmantino, de 12.300 a 33.500 / Uno de cada cinco bercianos está ‘a la cola’ para ser atendido en alguna consulta externa

Hospital de El Bierzo. - E. M.

Hospital de El Bierzo. - E. M.

Publicado por
Esther Neila
Valladolid

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El nuevo equipo de la Consejería de Sanidad prometió aflorar las listas de espera ocultas y unificar el discrecional criterio que hasta entonces seguía cada hospital para registrar sus demoras. Si en verano el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea , sacó a luz que miles de pacientes no estaban siendo contabilizados en la estadística oficial (deslizó entonces una subrepticia contabilidad paralela a la lista estructural), esta semana la página web de Sacyl ha publicado –sin hacer ruido– nuevos datos que evidencian que el agujero de la ‘espera sumergida’ es aun mayor.  

Al menos en lo relativo a dos listas: la de consultas con el especialista y la de pruebas diagnósticas . El balance de actividad hospitalaria de 2019 incorpora una acotación a las cifras anuales que no figuraba en la tabla del trimestre anterior. En el capítulo de consultas, un asterisco advierte a pie de página de que los hospitales de Segovia, Miranda de Ebro, Bierzo y Salamanca han incorporado esta vez a los pacientes «pendientes de asignación de fecha de cita». Una modificación en el conteo que –excepto en el complejo segoviano– ha disparado el volumen de pacientes que de facto están a la cola para entrar en la consulta, lo que apunta a una treta desde esos tres centros hospitalarios para maquillar hasta ahora el volumen real de pacientes en espera. 

El registro se desboca en especial en Ponferrada y Salamanca , que son precisamente los dos hospitales donde todas las estadísticas sanitarias sitúan los embudos más problemáticos. En ambos casos la cifra llega a triplicarse. 

En el complejo berciano había el septiembre unos 7.400 pacientes en la lista pero, al cierre del año subieron hasta los 25.000 al incorporar a todas aquellas personas que ni siquiera habían sido citadas. Es decir, el 70% de la lista real estaba bajo tierra. El indicador que relaciona el número de pacientes en espera con el conjunto de la población es demoledor: por cada mil tarjetas sanitarias hay 190 personas aguardando una consulta. Es decir, casi uno de cada cinco ciudadanos bercianos espera su turno para ser visto por algún especialista. 

Similar es el caso del complejo salmantino , que pasa de tener 12.300 inscritos en el tercer trimestre del año a rozar los 33.300 en diciembre . El 63% de los pacientes tampoco ‘salía en la foto’ oficial al no haber recibido aún su citación. 

Mientras, el mirandés Santiago Apóstol duplica su cifra de pacientes de los 2.400 a los 5.500 tras sacar a la luz al 56% que no figuraba por no tener fecha. 

En Segovia , la actualización del criterio en el registro no ha elevado el volumen de pacientes. Al contrario, desciende levemente (97 personas menos) para mantenerse sobre la barrera de los 7.000 inscritos para ver al especialista. 

Sobre la situación en el resto de los hospitales de Castilla y León, la Consejería de Sanidad explica que todos los pacientes que figuran son los reales porque en esos diez centros no hay ningún paciente en espera que carezca de fecha asignada para su cita. 

Pese al incremento de pacientes volcado desde Bierzo, Salamanca y Miranda, el cómputo total de la espera para una consulta en Castilla y León disminuyó al cierre de 2019 ( 177.082 personas en espera , 7.446 menos que el trimestre anterior) gracias a las abultadas bajadas registradas en Río Hortega, León y Zamora. 

En cuanto a las pruebas diagnósticas , el asterisco señala que once de los catorce hospitales también han incorporado ahora a los pacientes ‘sin fecha señalada’ para una prueba radiológica mientras en los tres restantes (Aranda, Miranda y Ávila) no habría ningún paciente pendiente de la citación indicada. Pues bien, la lista diagnóstica pasa de los 44.523 pacientes del trimestre anterior en Castilla y León a los 61.160, un aumento del 27% al incluir ahora a 16.638 personas. Por hospitales, los que escondían hasta octubre mayor proporción de pacientes eran Salamanca (74%), Soria (54%) y Bierzo (41%).

Más urgencias

Por lo demás, el balance de actividad hospitalaria en la Comunidad muestra que el año pasado se pasaron menos consultas externas y se realizaron menos operaciones pero se atendieron más urgencias.

En el capítulo de consultas con el especialista , fueron 4,3 millones en el conjunto de Castilla y León, que representa otro leve retroceso del 1% (28.000 menos que en 2018), según los datos extraídos del Observatorio del sistema de salud de Castilla y León. Por su evolución negativa despunta el hospital del Bierzo (-5%, 14.300 consultas menos) junto al de Segovia (-6%, 17.000 citas atendidas menos). 

Los que incrementan su ritmo son los facultativos de los grandes hospitales , que son los que concentran también los mayores volúmenes: un 3% más en León (20.500 consultas más el año pasado), Río Hortega (sube un 4%, con 18.200 más), el Clínico de Valladolid (1% y 4.100 pacientes más) y Salamanca (1%, 4.000 consultas más). Éste último es el peor parado en otro indicador, el que mide la atención prioritaria, la que debe ser afrontada en un máximo de quince días; pues bien, más de la mitad de los pacientes con cita preferente para el centro salmantino fueron atendidos más allá de las dos semanas. En concreto, el hospital solo cumplió con el 43% de esos casos prioritarios, el porcentaje más bajo de la Comunidad, junto a Burgos (52%) y Miranda de Ebro (58%). La media en Castilla y León se sitúa en el 67%, es decir, dos tercios de los pacientes urgentes son vistos en esos quince días recomendados. 

En cuanto a las operaciones , se realizaron 290.400 en los catorce hospitales públicos (los datos excluyen la actividad concertada), un 2% menos que en 2018 (6.800 cirugías menos). El 86% de las intervenciones en quirófano estaban programadas, frente al 92% del ejercicio previo. 

El retroceso más abultado señala, de nuevo, al hospital del Bierzo (las cirugías bajan un 13%, con 2.200 menos). Y a Burgos, donde los últimos datos listas de espera quirúrgica muestran una hilera creciente: aquí las intervenciones disminuyeron un 12%, al registrar 2.900 menos que en 2018. Ese atasco en los quirófanos burgaleses arroja otro dato negativo y es el incumplimiento con los casos más urgentes, como un cáncer, que deben ser atendidos en menos de 30 días: el 20% de esos casos prioritarios no fueron atendidos en ese plazo recomendado de un mes.  

En el otro extremo despuntan el hospital de Soria (incrementó su actividad quirúrgica un 12%, con 764 intervenciones más) y el Río Hortega de Valladolid (un 8% más al incrementar en 3.400 sus operaciones). 

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