Entrevista Raúl Santa Eufemia
«La patronal es caníbal y busca todo para atacar la estabilidad emocional del trabajador»
Secretario regional de Política sindical de UGT. Carga contra la patronal, a que la, según dice, «la reforma laboral se le ha quedado corta» y amenaza con tomar las calles si continúa incumpliendo acuerdos.
Vive y siente el sindicalismo. Raúl Santa Eufemia no escatima palabras y se muestra enérgico a la hora de clamar el fin de la reforma laboral y no se conforma con parches. A meses de que comience el congreso regional de UGT, no se postula como sustituto de Faustino Temprano.
Pregunta.– El año ha comenzado con una subida salarial para los empleados públicos, con un aumento de las pensiones, con una subida del SMI… Con estos guiños, ¿comienza con buen pie el Gobierno de coalición PSOE-Podemos?
Respuesta.– El inicio es positivo. Ha recuperado el diálogo y parece estar abierto a recoger propuestas de la parte social, y no solo de la parte empresarial. El equipo que se ha confeccionado sí es óptimo para revertir la reforma laboral y recuperar los derechos.
P.- Sin embargo, las promesas de derogar la reforma laboral se están diluyendo. Ahora el Gobierno dice que «técnicamente no se puede» derogar toda la norma. ¿Se conforma UGT con parches?
R.- El parche continuo y diario puede hacer un conjunto. Somos optimistas, pero aun así seguimos exigiendo su derogación completa. Del mismo modo que fuimos contundentes con un Gobierno de derechas, también lo seremos con esta coalición. Somos conscientes de que hay que dar un tiempo y que tienen que implicarse todos los grupos políticos.
P.- ¿Qué plazos le dan al Gobierno?
R.- Más que plazos hablamos de pasos. Lo primero es abordar todo aquello que se considere más lesivo y luego trabajar por su eliminación total. No puede quedarse solo con la eliminación de cuatro o cinco puntos del articulado.
P.- El FMI dice ahora que la reforma laboral de 2012 ha tenido un efecto altamente positivo en la economía española. ¿Su derogación es el fin de todos los problemas de empleo?
R.- Seguro que no. Cualquiera que coja una estadística desde 2012, cualquier dato, cualquier sesgo, puede pensar que la reforma ha sido positiva, pero realmente si te pones a pasar la página y miras número por número ves que la reforma laboral ha logrado la degradación y devaluación del 100% de la sociedad y de los núcleos familiares más necesitados.
P.- Y mientras tanto ¿están dispuestos a trabajar en la reforma del Estatuto de Trabajadores?
R.- El Estatuto de Trabajadores hay que cambiarlo, sí, pero a día de hoy sería muy difícil para la parte sindical sentarse a hablar de él cuando la reforma laboral es la espalda que golpea el día a día a los trabajadores. Cuando haya un amplio paquete de derogación de artículos lesivos de la reforma podríamos empezar a valorar un borrador de un nuevo estatuto.
P.- ¿Qué debería incluir?
R- Debería marcar un articulado protector con la parte social, entendiendo que la parte empresarial también tiene su vida, y buscar una fórmula jurídica para que no nos encontremos, como ocurre hoy, con que los jueces de un territorio o de otro hacen una interpretación distinta de un mismo artículo del estatuto.
P.- La subida del SMI ¿dejará ‘perdedores’ como alertan muchas voces?
R.- 950 euros no puede dejar ningún perdedor. Hay que respetar que la parte empresarial, sobre todo la derecha rancia, haga su mensaje del fin del mundo. Está demostrado que la subida del SMI a 950 euros no va a ser un problema para las empresas.
P.- ¿Se deben intensificar las inspecciones?
R.- La Inspección es necesaria, es la policía que diariamente puede vigilar las irregularidades en las empresas. Los empresarios tendrían que ser los primeros en querer una inspección porque ésta sirve para sacar brillo a aquellas que lo están haciendo bien y los colores a las que lo están haciendo mal. Si solo se quejan de que los inspectores levantan las alfombras e imponen sanciones, demuestran que su casa no la tienen ordenada.
P.- ¿Está bien dotada la inspección para llegar a todos los rincones?
R.- Ojalá tuviéramos más inspectores. No está bien dotada y, además, necesitaría que se diera un pequeño giro a la forma de inspeccionar. Cuando en un polígono se visiten diez o doce empresas en una semana, cuando se vaya a un sector los viernes por la tarde o los sábados, cuando en un mismo día se haga revisión a la hora de entrada y de salida, se descubrirá a la empresa que actúa de forma fraudulenta. Las sanciones son necesarias pero no vale con que paguen, también tiene que reparar el derecho robado al trabajador.
P.- Alta temporalidad, elevada parcialidad, bajos salarios... ¿Es posible conjugar más empleo y mejor empleo?
R.- Sí, pero a la patronal y a las empresas no les es suficiente la reforma laboral, ni la figura de los ERES, ni los ETTs, las plataformas digitales, los multiservicios... Son totalmente caníbales en buscar todo lo que tengan en su mano para devaluar y atacar todos los días la estabilidad mental y emocional del trabajador.
P.- El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se aferra a que Castilla y León tiene un millón de ocupados.
R.- Se equivoca. No se está creando empleo. No es que haya un millón de ocupados todos los días que genere una economía estable y rutinaria. Lo que hay es un bucle incesante de la misma gente que entra y sale del sistema. Puede subir mes a mes la afiliación a la Seguridad Social –que creo que ha llegado a su techo–, pero la realidad es que baja la población y activos.
P.- ¿No se están cometiendo los mismos errores que en la crisis de 2008?
R.- El mayor error de las nuevas políticas que se están haciendo es pensar que está empezando a salir el sol cuando realmente la economía se sigue moviendo en el mismo sitio que hace diez años: las grandes empresas, las megaindustrias, los grandes lobby de la construcción. Ellos y Europa marcan el devenir de un país y no van a dejar que haya dos días de sol. Ahora, cualquier atisbo de retroceso, cualquier pequeña grieta, va a suponer la tormenta perfecta; un golpe fatídico sin recuperación porque las familias ya no tienen economía para poder resistir.
P.- ¿Cómo valora el trabajo de la nueva Junta?
R.- Parece, sobre el papel, que desde septiembre de 2019 está desarrollando alguna novedad, pero la realidad es que no se crea empleo y el que hay es precario. No se puede volver a sacar la política que desde hace 40 años se ha demostrado que es errónea. Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea deben sentarse a hablar políticamente de la realidad del 100% de las familias, de todos los sectores y de la cohesión territorial. La Junta y el 100% de los grupos políticos, no solo el que gobierna, tienen que sentarse a buscar pactos autonómicos, porque así se lo han dicho los ciudadanos, y dejar de echar la culpa a Madrid. Hagamos un caparazón de cristal y en las Cortes de Castilla y León hablemos realmente de Castilla y León.
P.- ¿Cómo son las relaciones de UGT con el Gobierno autonómico?
R.- ¿Con cuál de los dos gobiernos: el de Mañueco o el de Igea? El presidente puede dar políticamente más para Castilla y León e Igea, desde su vicepresidencia, debería trabajar por labrar un crecimiento conjunto, no de imposición. La campaña perpetua de transparencia en la que está inmerso, e insistir constantemente en que vienen a cambiarlo todo, no hace más que denostar a la sociedad castellana y leonesa y a devaluar todas las políticas que, con mayor o menor éxito, se han realizado. Lo primero que tienen que cambiar es el reglamento de su partido. Cuando ordenen y arreglen su casa, que vengan a decirnos qué quieren cambiar de Castilla y León.
P.- La llegada de Igea ha venido a tensionar las relaciones con los sindicatos, ¿no?
R.- UGT está muy tranquila. La tensión la tiene él, se la marca él con su debate totalitario diario, como un monólogo, con un tono soporífero y entre dientes ante el micrófono del Consejo de Gobierno o en 20.000 canutazos.
P.- ¿Ese clima enrarecido ha hecho peligrar el Diálogo Social?
R.- No tenía duda de que el Diálogo Social se iba a firmar. Aquellos agentes que han tratado de politizar el debate en las mesas técnicas y torpedear el avance de la negociación no han logrado su objetivo.
P.- Hemos hablado de la Junta, pero ¿qué valoración hace de la labor del PSOE?
R.- No gobernar tras ganar unos comicios te obliga a ordenar tu mente, pero no puede enrocarse en pensar qué ha hecho mal, porque no ha hecho nada mal. Lo que debe hacer ahora es retomar el pulso y trasladar a la Junta el sentir de los ciudadanos, sin entrar al choque diario, al insulto. Y ante el Gobierno debe mirar de puertas a dentro de Castilla y León.
P.- ¿En qué estado se encuentran las relaciones con la patronal?
R.- Cecale siempre encontrará a UGT en las antípodas de la conciencia reinvidicativa, pero igual que UGT tiene la representatividad certificada con el voto de miles y miles de trabajadores, defenderé que en Castilla y León es Cecale la que certifica la máxima representatividad. Eso no significa que nos olvidemos de que la patronal tiene que respetar y cumplir los acuerdos y los derechos de los trabajadores. Nuestros delegados llegan a acuerdos, claro, pero al final quien no cumple la totalidad de su articulado es la patronal.
P.- Si no ve respuesta por parte de la patronal, ¿tomará UGT las calles?
R.- Como UGT no las hemos abandonado nunca. A título personal, Raúl Santa Eufemia quiere retomar las calles. Encantado. No podemos estar socialmente patada va, patada viene, en las puertas de los juzgados todos los días porque la patronal incumple sus acuerdos. Asumimos que UGT sigue teniendo la fuerza, aunque algunos no lo crean, de que si retomamos la calle, la calle saldrá.
P.- ¿Corren malos tiempos para la unidad de acción sindical con CCOO?
R.- A UGT no es a la que hay que preguntar. UGT no ha cambiado ni un solo ápice de su práctica diaria de trabajo. La posible tensión incomprensible que ha podido existir en estos últimos meses es cuando en la reivindicación diaria, sobre todo sectorial, se insulta, se degrada y se ataca sin respeto a la clase trabajadora, y como tal a UGT. No tiene un pase términos, etiquetas o devaluaciones públicas o privadas hacia mi organización. Defendemos sobre todo la unidad negociadora y revindicativa para conseguir lo mejor con la administración. Reitero que la respuesta la deben dar otros; no la UGT.
P.- UGT está a las puertas de su Congreso regional. ¿Qué espera?
R.- No me cabe duda de que en octubre de 2020 UGT en Castilla y León será más fuerte. Quien a día de hoy abra melones a postulaciones y malabares con bolas de fuego va en detrimento de la organización. Es tiempo de trabajo interno sin olvidar el externo. Los cuatro secretarios generales ejecutivos son los que tienen que dar el paso de sus intenciones por y para la construcción ejecutiva restante. Faustino Temprano es la persona que ganó el congreso hace tres años, ha dejado trabajar, ha dialogado y ha traído progresivamente la tranquilidad que se necesita. Quien habla de liderazgo sin estar en las estructuras, no tiene ni idea. Bien merece la pena apoyar la continuidad de Faustino Temprano.
P.- ¿Se ha notado el cambio en la presidencia del CES?
R.- Hemos tenido un tiempo de impass, pero el CES vuelve a tener vida y mucho futuro. Muy buena la gestión de Germán Barrios y excelente que Enrique Cabero se haya subido al tren en marcha.
P.- El Serla sigue sin director.
R.- Para UGT el actual gerente es perfecto, pero está en funciones. No denostó ni veto nombres, pero el tratamiento de algún nombre interesado por alguna parte nunca será aceptado porque cualquier imposición que rompa el consenso será negativo para el servicio.