INFRAESTRUCTURAS
Un año después Castrovido aplaza el llenado para 2021
La presa tendría que haber empezado a embalsar agua en febrero del año pasado, según el plan previsto en diciembre de 2018
«Me atrevo a decir que a finales de año está previsto poner en carga la presa de Castrovido... luego si llueve...». Con estas palabras avanzaba la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) Cristina Danés, los planes que maneja la entidad que gestiona para el presente año, consciente de que ésta es una de las infraestructuras eternas de la región, y sin duda de la provincia.
Aunque eso sí, insiste en la precaución que les lleva a datar dicha actuación final, «ya que será la climatología la que nos permita o no continuar con el calendario que manejamos».
Y es que a finales de 2018 ya hablaba la CHD del entonces aún lejano 2020 como aquél en el que todo estaría listo para, tras las pertinentes pruebas de llenado y taponado, contar incluso con una fecha de inauguración oficial bajo el brazo. Hoy sólo sigue sabiéndose la misma de siempre, la de su primera piedra en febrero de 2004...
Imposible taponar en 2019
«Sin embargo, las trabas parecen no acabar nunca, ya que como recuerda Danés, una de las actuaciones también previstas para 2019 era cerrar el desvío que se hizo del río Arlanza, «pero las fuertes lluvias de los últimos meses del pasado año hicieron imposible trabajar allí, con lo que el taponamiento del río fue asimismo imposible», lamentó.
«Dicho esto, en cuanto el tiempo nos lo permita, está todo preparado para taponar», mientras de forma paralela, «esperamos la respuesta del Ministerio al plan de emergencia que ya se envió a Madrid para ser aprobado y en cuanto así sea, empezar a ponerse la carga y su llenado», asegura la responsable de la CHD.
Desde la Confederación explican también que la intención es coordinar de forma paralela estos últimos pasos burocráticos con los técnicos en el terreno. «Entre ellos acabar la presa de cola -que ya prácticamente lo está-, ultimar el suministro de alta tensión -que es prioritario para ponerla en carga-, y cerrar dicho desvío que se hizo del río», reiteraba la presidenta.
Punto éste último en el que la climatología volverá a ser esencial, ya que como remarcan a su vez los técnicos del organismo fluvial, «el río debe contar con una reducción significativa y sobre todo estable de su caudal». Remarcan así especialmente el carácter de «estable, ya que de nada sirve comenzar la labor si existe el riesgo de que las últimas lluvias den lugar a riadas y vaguadas», advierten los técnicos.
Circunstancias frecuentes en un río de fuerte caudal como lleva décadas demostrando el Arlanza que lo es, «y que no deberían darse en estos últimos tramos del proyecto, puesto que en infraestructuras similares las previsiones de los expertos en este tipo de intervenciones suponen al menos unos cuatro meses de trabajos en el lugar», argumentan desde la entidad.
Equipos de emergencia
Actuación a la que se están sumando, y sumarán a lo largo de estos meses, la colocación de algunas instalaciones eléctricas y de parte de los equipos incluidos en el plan de emergencia, entre las que se encuentran cuatro torres con sirenas de aviso para las localidades cercanas como son Terrazas, Salas de los Infantes, La Revilla y Castrovido.
Período en el que, como reitera Danés, se compaginará la labor con los preparativos para los próximos encuentros que deberá mantener la CHD una vez cuenten con el plan de emergencia aprobado, con diferentes entidades como serán entre otras la Subdelegación de Gobierno, la Junta, Protección Civil o los ayuntamientos de la zona, «puesto que son actuaciones que deben partir de una coordinación total», reiteran desde este organismo.
Capítulo aparte protagoniza el elevado presupuesto del esperado proyecto, el cual dista mucho del inicial de poco más de 75 millones de euros con el que se inició la obra, y que casi 16 años después supone un incremento en 165 millones de euros sobre la cifra marcada inicialmente, dando lugar a un presupuesto que hasta ahora supera los 230 millones de euros.