TRIBUNALES
A prisión sin fianza los dos supuestos autores del asesinato de ‘El Chispi’
Ingresaron en Villanubla y no en la cárcel salmantina de Topas por razones de seguridad
La titular de Juzgado de Instrucción 6 de Valladolid, en funciones de guardia, Teresa Javato , decretó ayer el ingreso en prisión par los dos detenidos por su presunta participación en el asesinato de J.A.L.G., de 27 años, alias ‘el Chispi’ , en plena calle de Salamanca, cuando llevaba a su hija de once meses en brazos. Junto a él, aquel 29 de enero, estaba su pareja que trató, horrorizada, de taponarle las heridas que le perforaron la cabeza y el pecho, ya que recibió nueve impactos de bala.
Tras dieciséis días de seguimiento, agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Salamanca dieron con dos de los supuestos autores , S.M.V., alias ‘El Pepón’ , y R.S., alias ‘el Rafi’ en una casa rural de Tudela de Duero. Fue en la madrugada del jueves al viernes y tras un día en los calabozos de la Policía Nacional, comparecieron ayer por la mañana ante el Juzgado de Guardia de Valladolid.
La jueza Teresa Javato ordenó prisión provisional, comunicada y sin fianza para los dos detenidos, viejos rivales de ‘El Chispi’, como presuntos autores de los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. A las tres de la tarde ingresaron en el centro penitenciario de Valladolid , un penal elegido deliberadamente para que no ingresaran en la prisión salmantina de Topas por razones de seguridad . En otra cárcel, la de León, permanecen ingresados ‘la Titi’ y ‘el Rafael’, padres de ‘El Chispi’, por su supuesta implicación en el crimen de ‘La Amparo’ en marzo de 2017.
Un «aviso» en octubre
El joven tiroteado ya fue objeto de un «aviso» en octubre de 2019 cuando varios varones le abordaron en el barrio de San José y le dispararon en una pierna . Un hombre se bajó de un coche y le disparó. Una de las balas impactó en una pierna. Un disparo sin más ánimo que una simple advertencia -dado el lugar del impacto-, tras el cual el herido se desplazó por sus propios medios al Hospital y su colaboración con la Policía fue mínima como es habitual en estos casos.
Pero el pasado 29 de enero, ya no amagaron sus enemigos y fueron directamente a certificar su muerte, cuando dos hombres asesinaban al joven de 27 años a la altura del número 10 de la calle Maestro Soler, en los límites de los barrios de San José y El Tormes de la capital salmantina. ‘El Chispi’ recibió nueve impactos de bala, la mayoría en la cabeza.
La víctima fue abordada cuando caminaba con su hija de once meses en brazos y en presencia de su mujer . El Chispi’ murió allí mismo en el acto, entre dos coches donde trató de encontrar refugio.
Como consecuencia de los disparos, la víctima soltó a la niña, que cayó al suelo y recibió un golpe por el que fue trasladada en ambulancia, por los servicios de Emergencias Sanitarias – Sacyl, al Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, según informaron en el día de los hechos a Ical fuentes del Servicio de Emergencias Castilla y León 112 y la Policía Nacional.
Dieciséis días de ‘caza’
Al oír los disparos, y siempre según las declaraciones de los vecinos, la pareja de la víctima, que vivía en la misma calle, bajó y trató de detener la hemorragia de las heridas causadas por los disparos. Sin embargo, ni su labor ni la de los servicios médicos desplazados hasta el lugar de los hechos pudieron hacer nada por salvar la vida del joven de 27 años, que falleció en el lugar. Testigos del suceso manifestaron que dos encapuchados dispararon al joven y se dieron inmediatamente a la fuga. Y una testigo aportó más: reconoció en los atacantes a uno de los detenidos en el apartamento turístico tudelano.
Desde ese momento, la Policía Nacional mantuvo la investigación abierta para dar con los autores, a quienes tenían identificados desde el mismo día del suceso, aunque los dos fugados no lo pusieron fácil porque han cambiado constantemente de residencia desde los hechos en los 16 días de fuga . El joven fallecido tenía diversos antecedentes judiciales y hace algo más de un mes antes de su muerte había salido del Centro de Inserción Social de Salamanca, dependiente de la cárcel de Topas.