SOCIEDAD
«He trabajado como un hombre»
La tía María cumple 110 años y recibe el homenaje de su familia y Navalengua, una localidad que cuenta con 1.900 habitantes y con 15 personas centenarias
María Varas Hernández recibió ayer el homenaje de su familia y de la localidad abulense de Navaluenga , que cuenta entre sus apenas 1.900 habitantes con una quincena de personas centenarias, entre las que se encuentra esta mujer «con salero, muy alegre y con mucho nervio», según relataba con emoción su hijo Faustino durante la conmemoración de los 110 años de su madre.
Entre los aplausos de sus familiares y vecinos apareció en silla de ruedas la tía María a la puerta de la casa en la que vive con uno de sus tres hijos vivos, Faustino, quien aseguró que su madre «ha pasado muchas penas» y que «ha tenido que trabajar mucho en el campo, con el ganado, lavando ropa y fregando casas». Luciendo buen aspecto y con algunas joyas adornado este momento especial, la tía María hizo gala de su buena memoria y de su relativo buen estado de salud para, tras escuchar el cumpleaños feliz de sus familiares y vecinos dedicar, con voz firme, una canción a la Virgen de Los Villares, patrona de Navaluenga.
Tras su interpretación, y sin falsa modestia, la homenajeada aseguró que en sus tiempos «cantaba como la primera», de ahí que entonces la llevaran «a muchos sitios para cantar».
Al resumir su vida, María Varas Hernández dijo: «He trabajado mucho, mucho. He trabajado como un hombre. Todo el trabajo que ha echado un hombre, lo he echado yo también. Lo mismo he arado que he rastrillado… De todo he hecho».
Sin apenas titubeos y rodeada de sus tres hijos vivos, María, de 82 años, Mariano, de 79, y Faustino, de 76, la tía María desveló el secreto de su formidable aspecto para tener 110 años: «Trabajar mucho y comer poco» . Aunque de esto último reconoció que le gusta «de todo». De hecho, admitió que le encantan la panceta, el tocino y la buena leche de cabra. En este sentido, su hijo Faustino confirmó que «come de todo» y «no tiene régimen ninguno».
Aparte de los achaques de la edad, goza de una relativa buena salud. Nunca ha estado enferma. «Salvo algún dolor de muelas, poca cosa», señaló con una sonrisa su hijo Faustino, antes de afirmar que su madre «quiere seguir cumpliendo».
Respecto a la memoria , la tía María se acuerda «mejor de lo de antes que de lo de ahora», tal y como demostró al interpretar dos canciones, aunque en una de ellas tuvo un ligero lapsus que subsanó con rapidez. Durante el acto oficial del Ayuntamiento de Navaluenga, con su alcalde Armando García a la cabeza, y de la Diputación de Ávila, con la presencia de su presidente, Carlos García, una de sus diez nietas, Elena, habló de María Varas Hernández como un «ejemplo de abuela», una mujer «luchadora y fuerte, hecha a sí misma».
Con su larga familia integrada por tres hijos, diez nietas y dieciocho bisnietos –Adriana es la más pequeña con casi 2 años-, la tía maría recibió una placa en recuerdo del día en el que cumplió los 110 años que figuraban en una gran tarta que compartió con los asistentes que, junto a la Banda Municipal de Música, le cantaron el cumpleaños feliz.