«Tengo muy buena relación con el presidente pero lo mismo acabamos hablando del tiempo»

Pregunta.– Llegó a la portavocía cargado de polémica, con un golpe sobre la mesa de la ejecutiva provincial después de que en una votación entre los diputados del grupo, usted tuviera menos apoyos que el alcalde de Alaejos, Carlos Mangas. ¿Fue un aterrizaje turbulento?

Respuesta.– A lo mejor no fue el más deseado, pero la competencia era de la comisión ejecutiva. El tema para mí ya está olvidado y estamos trabajando al unísono.

P.– ¿No hay una crisis interna?

R.– No, no, para nada.

P.– ¿A pesar de que le ejecutiva de Alaejos dimitiera en bloque?

R.– Ellos tomaron esa decisión pero aquí el comportamiento de Carlos Mangas es exquisito. Es un gran tipo, buen alcalde y trabaja bien en grupo. Lo ha hecho siempre, incluso cuando se estaba discutiendo aquel asunto. No puedo decir absolutamente nada en contra.

P.– Decía el secretario del PSOE en Valladolid, Manuel Escarda, que usted es una persona «dialogante». ¿Cómo ha unido al grupo?

R.– Soy una persona afable, que puedo entender si alguien se enfada porque quería ser no sé qué, pero nunca tomo nada en cuenta de lo que haya pasado y, si el comportamiento es bueno, como el que está habiendo aquí, quiero pensar en positivo. 

P.– ¿A quién hubiera elegido en su equipo si desde el principio hubiera sido portavoz y no Teresa López?

R.– Me quedo con los que están. Son personas muy capacitadas para ser diputados, conocedoras de los municipios, buenos alcaldes y buenos concejales, así que no echo en falta a nadie.

P.– En elecciones siempre se cuestiona la manera de elegir a quienes se sientan en Pimentel. ¿No es posible una fórmula democrática?

R.– Estamos estudiando una especie de elección porque en los estatutos hay un resquicio para hacerlo. Ya tenemos primarias prácticamente en todo y faltaría aquí. Personalmente estoy a favor. 

P.– ¿Será posible en las elecciones de 2023?

R.– En principio sí. 

P.– ¿Qué hubiera destacado el día que se conformó la Diputación  de haber hablado usted como representante de los socialistas?

R.– Que somos una oposición constructiva, tendiendo la mano para que los 27 trabajemos en equipo. Aportemos ideas para los grandes problemas que tenemos. Participemos todos y no estemos tan pendientes de colgarnos medallas. La Diputación no se gana en la Diputación, sino en los municipios. 

P.– Usted, que es de Salamanca y está en la oposición en Simancas, un pueblo grande del alfoz, ¿conoce mejor el mundo rural que el alcalde de un pueblo más pequeño y más alejado de la capital?

R.– ¿Qué es rural? Yo he segado con la hoz, he acarreado o he ido con las ovejas porque hasta los 16 años estuve en Salamanca y pasaba los veranos en el pueblecito de mis abuelos en la zona de Aliste.

P.– ¿Conoce entonces las necesidades de los pequeños enclaves?

R.– Además de la labor más formal de los plenos o comisiones, soy también secretario de política municipal y mi trabajo es visitar los pueblos. Sé los problemas de Robladillo cuando les llamas y se corta la línea; los de Gallegos de Hornija, donde sólo llega un mega; la ilusión que tienen los de Mota del Marqués con un campo de fútbol para los chavales; o que en Matilla de los Caños quieren poner un molino. Es gratificante que te cuenten sus problemas para que les ayudes.

P.– ¿No lo hacía el anterior equipo?

R.– Por respeto, no quiero mirar al pasado. Yo sé la idea que yo tengo, que es hacer mucha provincia. Y lo que me trasladan los alcaldes y concejales es que les gusta lo que se está haciendo. Vamos a dejarlo ahí.  

P.– ¿Cómo calificaría el trabajo de su antecesora en el cargo?

R.– Un buen trabajo porque ella es muy buena política, pero esto no va de personas, sino de modelos. Es muy complejo ser el portavoz si tienes una Alcaldía como la de Medina del Campo. Yo me paso las 24 horas aquí, porque a Simancas voy a plenos o comisiones y el resto del tiempo es para la Diputación. Teresa no tenía tiempo para ello. 

P.– Rechazaron  las primeras cuentas que le ha tocado lidiar. ¿Dónde quedaron esos años en los que el PSOE se abstenía y la Diputación vendía una imagen de consenso?

R.– Si se hablara más con nosotros y hubiera más entendimiento, ¿por qué no podía haber habido una abstención? Pero llevábamos 22 enmiendas y sólo se admitieron tres, con 185.000 euros. Esto es muy poquito para las ideas que dábamos. Y luego se dan cosas muy curiosas, como que se rechace un millón de euros para aguas residuales y ahora vemos en prensa que el presidente lo va a hacer con la Junta.

P.– La depuración es una eterna demanda de su grupo y vuelven a reclamar ayudas. ¿Es premiar a quien no ha hecho los deberes?

R.– El problema es que los alcaldes tiran de los Planes Provinciales para afrontar otras necesidades del pueblo. Por eso pedíamos una partida independiente, pero no se nos dijo nada y nos enteramos por la prensa del convenio con la Junta. 

P.– En sus alegaciones llevaban una partida para la Casa Cuna. ¿Cuál era su propuesta?

R.– Nos preocupan los edificios sin utilizar, y éste sólo se usa en parte, con una guardería en la que la mayoría de los niños no son de municipios y que se lleva 240.000 euros, cuando para todas las demás de la provincia destinan 214.000. Nuestra idea era hacer un proyecto de rehabilitación y proponíamos 55.000 euros para empezar.

P.– En el mandato anterior se intentó impulsar un proyecto con Fundación Personas y el actual presidente también lo ha sugerido. ¿Encaja en su idea?

R.– Sería interesante porque estamos a favor de usos sociales, pero nadie nos dice nada. Nos rechazan cosas que luego se hacen, y me parece bien que el presidente haya hecho números a ver cuánta oposición tiene, pero teniendo en cuenta que nosotros no somos uno ni dos, somos diez.

P.– ¿Echa en falta más contacto con el equipo de Gobierno?

R.– Claro. Por ejemplo consensuamos un documento firmado por todos los grupos para paralizar los Presupuestos Participativos y que los 1,2 millones fueran a Libertad de Gasto, pero luego Ciudadanos obliga al PP a que se celebren y dicen que 600.000 euros van a ir a Empleo. No se respeta el pacto ni nos preguntan qué nos parece el destino del dinero. Yo creo que con diez diputados, nos lo merecemos. Esto es demasiado formal; la relación se da en juntas de portavoces, juntas de gobierno, comisiones y pleno. Tendría que haber otra cosa. 

P.– ¿Un café?

R.– Sí, hablar entre nosotros de manera más informal, y aquí se está haciendo muy a cuentagotas. O se habla informalmente de todo o no se habla de nada y nos quedamos sin relaciones cordiales. Yo con el presidente tengo muy buena relación pero lo mismo acabamos hablando del tiempo. Si todo va a ser así, cada uno a lo suyo. ¿Sólo nos van a preguntar cuando a ellos les interese? O hablamos de todo, o de nada. O jugamos todos o rompemos la baraja.

P.– ¿Cómo es su relación con el resto de formaciones?

R.– No hay nada especial de destacar. Además de que echo en falta hablar más con el PP, con Toma la Palabra son correctas, con Ciudadanos de cortesía y con Vox... Mario [de Fuentes] es una buena persona. Aunque políticamente es imposible ponernos de acuerdo en algunas cosas, el trato es correcto. Obviamente a la hora de defender una proposición hay más acercamiento con Toma la Palabra porque hay más cosas que nos unen. Somos la izquierda. 

P.– ¿Cuáles son sus propuestas en los Presupuestos Participativos?

R.– Lo tendremos que ver cuando charlemos sobre ello, pero no nos han convocado a ver qué pensamos, aunque Ciudadanos nos ha dicho que habrá una reunión la próxima semana. Habrá que marcar las líneas en las que invertir y establecer porcentajes, porque si el dinero de cosas esenciales lo van a decidir 310 personas de 157.000 que podían votar, algo no funciona. 

P.– ¿Y sus principales campos de batalla este mandato?

R.– La despoblación. Tiene que llegar internet a todos los sitios, en eso sí coincidimos con el presidente, porque si llega poca velocidad, ¿cómo se van a instalar empresas? Si hay empleo, las personas viven en los municipios. 

P.– ¿Sólo con una buena conexión se puede revertir el mapa de la ‘España vaciada’?

R.– Hablar de despoblación es una demagogia; hay que poner dinero encima de la mesa y los políticos tenemos que dar ideas para intentar las cosas. Igual luego vemos que la solución no era internet. Cuando pase se verá. Pero algo habrá que hacer. 

P.– Hay pueblos donde no hay mucho margen para el ensayo-error.

R.– Pero no nos podemos derrotar en no dar ideas.

P.– ¿Qué le parecen las agrupaciones rurales que planteó la consejera de Sanidad?

R.– No lo veo bien. Si queremos realmente potenciar los pueblos, tenemos que ir a que los municipios tengan sus médicos, para que si alguien los necesita, la atención sea similar a la de la capital y que si alguien enferma, no tema perder la vida porque no hay medios. 

P.– ¿Qué otros planteamientos tienen sobre la mesa este mandato?

R.– Más ayudas a la vivienda para que la gente las ocupe o fomentar el turismo para que visiten los municipios y se enganchen a ellos. 

P.– Hay voces que critican la política de turismo porque consideran que no revierte en los pueblos. 

R.– Si no hay instalaciones, comercios u hostelería, como tiene por ejemplo Urueña, el dinero no se queda allí. Por eso es importante una buena conexión, para que se establezcan negocios. Mientras, estamos parados. Y quizá internet no sea la panacea pero si la medida no es suficiente, seguiremos pensando ideas. Decía el presidente que no damos con la tecla contra la despoblación. A ver si entre los 27 damos con ella, pero no cada uno por su lado. 

P.– ¿Qué futuro augura para Meseta después de 12 millones invertidos y tantos años paralizado?

R.– Estamos a la espera de que se resuelva el proceso judicial y vamos a ir a visitarlo a ver cómo están las instalaciones porque tarde o temprano se tendrá que decidir si apostamos o no por Meseta Sport.

P.– ¿Y qué plantean para el resto de centros turísticos de la Diputación que no logran atraer al público?

R.– Quitarlos sería ir en contra de las zonas por las que se ha apostado. Habrá que luchar por ellos y darles una vuelta para que tengan más efectividad.