ALBERTO RODRÍGUEZ 'BERTONI'
"El pin se lo pondría a los políticos para que conocieran las realidades sociales"
Pregunta.- Director, seré directo. ¿Los niños son de los padres o del estado?
Respuesta.- De ambos. Considero que los niños son de los padres, por supuesto, pero hay unos mínimos que tienen que cubrir los niños, y uno de ellos es el respeto. Tengo claro que si en este colegio los padres pudieran decidir en diferentes aspectos nunca saldrían de la exclusión social.
P.- Entonces pin, ¿sí o no?
R.- No. Los claustros somos conscientes de las necesidades que tienen nuestros críos y no vamos a imponer lo que no es adecuado. En mi claustro somos 30 profesores y todos nos ponemos de acuerdo en el proyecto educativo.
P.- ¿Esto es una cortina de humo?
R.- Esto lo que es, es algo absurdo. Los docentes nos preguntamos, ¿esto a qué viene?
P.- Cuando escucha a Abascal diciendo que en las clases se alecciona, ¿qué piensa?
R.- Que no es así, les formamos y educamos. Aleccionar en una terminología que se usa interesadamente. En este colegio en lo único que aleccionamos es en el aprendizaje de la vida feliz. Nos adaptamos y ajustamos la educación a sus necesidades.
P.- ¿A quién le podría un pin de control?
R.- A los políticos para ver qué piensan y dirigirles hacia las necesidades reales de la sociedad.
P.- Usted es de los que no cambian el mundo con palabras, sino con hechos. ¿Qué le queda por hacer en este colegio?
R.- Mucho, sobre todo en el cambio de la metodología del profesor. Tendemos a quedarnos en zona de confort. Me gustaría crear ese punto de investigación y curiosidad entre ellos.
P.- Es el director del Cristóbal Colón . ¿Ya se ve tierra a la vista?
R.- Veo tierra pero de momento las Canarias, todavía me queda mucho Atlántico.
P.- Desde que está usted en Pajarillos , ¿es un barrio mejor?
R.- Yo es que nunca lo he visto tan mal como lo ponen los medios. Es un barrio con mucho potencial y que está en desarrollo mínimo. Hay que aprovechar las nacionalidades.
P.- ¿Lo más bonito que le hayan dicho por la calle?
R.- Siempre me lo dicen los niños. El otro día, uno de cuatro años, con su familia desahuciada, me decía que quería venir más al colegio pero no le traía su padre.
P.- ¿Cuántos idiomas ha aprendido?
R.- Soy malísimo, pero ya se decir ‘hola’ y ‘buenos días’ en cuatro.
P.- ¿La mayor trastada que hizo en el colegio?
R.- Yo era un pieza, educado y controlado por mis padres, pero juguetón. Recuerdo una en clase de Religión en Segundo de BUP. Hicimos una exposición de anticonceptivos en la clase de don Juventino , un cura algo liberal. Y se me ocurrió darle un toque de atrezzo con un montón de preservativos hinchados de decoración. Fui directo a la Jefatura de Estudios.
P.- Su objetivo es acabar con el absentismo escolar, pero ¿alguna vez habrá hecho pellas, ¿no?
R.- (Risas). Hombre yo he jugado bastante a las cartas con mis amigos. Ese ámbito social también hay que trabajarlo.
P.- ¿Yque los profesores se queden en el colegio es otro?
R.- Hay profesores que se van rápido, y otros que tienen máscara especial y se quedan. Al final el proyecto del colegio entusiasma a mucha gente porque algunos están cansados de la clase tradicional. A otros les cuesta cambiar.
P.- ¿Qué mote tiene en el colegio?
R.- Creo que ninguna (risas). Quizás ‘dire’, ahora me llaman Charly porque voy disfrazado de payaso.
P.- Usted puso en marcha el proyecto ‘Pintamos todos’ . ¿Y en España quién no pinta nada?
R.- En este caso pintamos poco los docentes. No nos hacen ni caso con las necesidades que tenemos.
P.- Pida a la ministra Celaá .
R.- Pues que podamos adaptarnos a las nuevas necesidades de la sociedad. Un ejemplo. Los niños que se quedan fuera de la educación entre 12 y 16 años. Hay un vacío tremendo. No van a los institutos y no hay nada para ello. Pido para mi colegio un Centro de Educación Obligatoria. Que se queden hasta los 16 años, porque ellos sí que quieren.
P.- ¿No cambiaba todo por dar clases en un centro privado?
R.- No lo creo. Estoy seguro de que la persona que es inquieta como yo, lo es en todos sitios. Si hubiera estado en un privado también me habría inventado algo para no estar quieto.
P.- ¿Cuál ha sido el mejor ensayo de su vida?
R.- Mis hijos.
P.- ¿Cuántas veces ha chuleado con el famoso ensayo que hizo en Newcastle?
R.- Muchas. Tengo pocas fotos de esa época, creo que solo esa. (Risas). Fue un momento precioso. Un hito. Ese equipo que fue a Inglaterra estábamos seis jugadores de cuando comenzó el VRAC .
P.- ¿Es más dura una melé o dar clase a adolescentes?
R.- Bueno yo no era de melé, yo era de tres cuartos, pero disfruto con las dos cosas. Y eso es lo que quiero contagiar: Disfrutar de lo que se hace.
P.- El placaje, ¿a quién se lo hacemos?
R.- Uno duro a las instituciones para que se coordinen en las acciones. Es muy complicado intervenir en un problema real si no hay acuerdo.
P.- ¿Quién tiene más nacionalidades el barrio de Pajarillos o el VRAC?
R.- Ya te digo. Por eso les quiero traer al barrio y unir el club con el proyecto de la ciudad.
P.- ¿Cuántas veces se ha preguntado si merece la pena todo esto?
R.- Me lo pregunto constantemente. «Con lo bien que podías vivir con tu rugby y tus amigos». Ahora todos los fines de semana entre rugby y el equipo de las Panteras estoy liado cogiendo el coche, todos los días tres viajes, porque si no, no salen de aquí. Pero disfruto mucho. Además damos buenos chorreos a los colegio pijos. (Risas).
P.- ¿Dónde se ve en un futuro?
R.- En el Puerto de Santa María . Como ‘Bubba’ de ‘Forrest Gump’ pero comiendo langostinos de Sanlúcar de Barrameda. Ya he visto que allí hay otro colegio que se llama Cristóbal Colón. Es el destino. (Risas).
P.- Y si uno de sus alumnos le dice que quiere jugar en El Salvador, ¿qué le dice?
R.- Ya tengo a uno y cuando me ve echa a correr (risas). La verdad es que me encantaría que jugasen el rugby y uno de los futuros proyectos es sacar una escuela de rugby touch en el barrio.