UN HOMBRE | UNA LAGUNA
«El mayor espectáculo de la naturaleza, gratis y a la puerta de casa»
Su historia con la laguna comenzó un día que, de joven, contemplaba el movimiento de las aves a la orilla del agua. Una costumbre habitual con la llegada del invierno y las lluvias. Pero aquel día, alguien le habló de un trabajo que consistía precisamente en luchar para que ese escenario y esas aves permanecieran en este lugar y se detuvieran en sus largos viajes migratorios. Así comenzó este geógrafo palentino a meterse en el agua de la Laguna y a defender y preservar un ecosistema singular y uno de los complejos lagunares más relevantes del mapa ecológico de España. Para Enrique los humedales y las lagunas frecuentados por aves migratorias son verdaderos espectáculos naturales. Después de muchos años de trabajo, valora la actitud y el comportamiento de los habitantes y, sobre todo, de los agricultores y ganaderos de La Nava, Pedraza y Boada. Hoy, 16 años después trabaja como técnico de medio ambiente de la Junta de Castilla y León, adscrito a la gestión del humedal y el responsable de la Casa del Parque, en Fuentes de Nava.
Pregunta.- ¿Qué aporta la Laguna a la región, al planeta, a la naturaleza, a la cultura?
Respuesta.- La Laguna tiene un montón de valores y de virtudes. Los humedales han sido los ecosistemas más castigados en los últimos decenios junto con las selvas tropicales. La Laguna fue un humedal que desapareció y aporta el sentido de una nueva recuperación, el revertir ese proceso. A lo largo del año se seca. En otoño y primavera, la laguna tiene agua como esteparia que es y aparece en verano. Antes no desaparecía del todo.
P.- ¿Cuántos siglos estuvo el denominado mar de campos vigente?
R.- Los registros históricos son de hace miles de años, una laguna natural absolutamente natural en un terreno muy llano y, por tanto, la Laguna de la Nava podríamos decir que existió siempre. Es un fenómeno geológico que pasó a la historia como el mar de campos porque era una gran laguna y estaba en la comarca de campos.
P.- ¿Por qué dejó de existir la Laguna?
R.- En los 50 la Laguna existía, la fecha oficial está en 1968, pero ya antes existía. Era una reivindicación de las cinco villas, había una menor valoración, se consideraba que las lagunas eran improductivas desde el punto de vista agrícola y que eran terrenos que había que dar a la agricultura y su uso.
P.- ¿Por qué las recuperamos y cuándo?
R.- La primera chispa se le encendió a un grupo conservacionista que se llamaba Hábitat, que se puso en contacto con la administración en aquel momento y propuso esta posibilidad de recuperación de un sector de la laguna. Hablamos de los años 80 y mediados de los 90. Se recuperaron 56 hectáreas de lo que es ahora la cogolla y se llenan de agua.
P.- ¿Qué ocurrió después de casi 40 años de estar seca?
R.- Los pájaros volvieron. Al principio modestamente, pero poco a poco se llenó. Esto gracias a los ganaderos que siguieron regando esas parcelas, que quedaron como bienes comunales y seguían haciendo riegos para los pastos. Esas fincas regadas permitieron que se mantuvieran más pájaros todavía. Llega el momento de que la administración, consciente de una política medioambiental, pone las herramientas para proteger, cuidar y preservar. La iniciativa pública es quien tiene las competencias de gestión y los fondos para abordar este tipo de proyectos
P.- ¿Cómo es el espectáculo que se contempla en la Laguna de la Nava al atardecer y amanecer?
R.- Es un espectáculo absolutamente recomendable, incluso para quien no le gusten los pájaros. Estás en la Laguna y cuando quedan 20 minutos para anochecer podemos escuchar unos visos que no sabemos qué son, cogemos los prismáticos y miramos al cielo y de repente empezamos a ver llegar líneas de miles y miles de gansos con sus sonidos de contacto encima de nuestra cabeza para ir a la Laguna a pasar la noche y a dormir, porque es su zona de protección.
P.- ¿Es tan asombrosa la colección de especies que se pueden ver en la laguna?
R.- Rotundamente sí. Estamos hablando de un catálogo de 262 especies, el 42% de todas las que se pueden ver en la Península Ibérica y en todas las islas. Desde el punto de vista botánico, la Laguna tiene una importancia absoluta con habitantes de interés comunitario y algunos incluso prioritarios.
P.- Todo eso lo puede comprobar el especialista, el ornitólogo, el amante de la naturaleza. ¿Pero también el común?
R.- Absolutamente. Se ofrece una forma didáctica de todos estos valores y conocimientos a la población que se acerca a esos espacios, sobre todo a través de la casa del parque, donde te explican las cosas y te enseñan a visitar la Laguna de la mejor manera. También ayudan los observatorios. Además, todo es gratuito.
P.- ¿Se consideran hijos de Rodríguez de la Fuente?
R.- Es casi inevitable decir que todos un poco sí. Esa conciencia ambiental, el conocimiento de las aves por los valores naturales, esa pasión… yo creo que podríamos decir que quizás él ha sido un poco el padre de todos.
P.- En los últimos días, ¿sería capaz de darme algún dato de las aves que han llegado a la Laguna?
R.- Han llegado los gansos. Estamos en torno a los 3.500 gansos aproximadamente, 80 grullas, más de 2.500 anátidas y tenemos un dormidero de aguiluchos con 155 individuos. Estamos en plena temporada.
P.- ¿Para quién es la Laguna de la Nava?
R.- Es como el sufragio, universal. Es para todo el mundo, para todas las edades, para todos los sexos, para todos los niveles culturales, todas las personas pueden y deben acercarse a contemplar el mayor espectáculo de la naturaleza, gratis y a la puerta de casa.