CRISIS DEL BIPARTITO
Vox votará contra los presupuestos de Burgos por las ayudas a oenegés
El Partido Popular incorpora la enmienda prometida por la alcaldesa para recuperar las ayudas a las ONG de Inmigración y, a la vez, ha rechazado la propuesta a viva voz de Vox para destinar otros 119.000 euros a Infancia, Juventud y Mayor
La crisis en el bipartito de Cristina Ayala en el Ayuntamiento de Burgos se ahonda. El grupo municipal de Vox ha dejado solo a su socio de Gobierno, el Partido Popular, en la Comisión de Hacienda, por lo que la consecuencia ha sido que el dictamen del presupuesto municipal de 2025 es negativo. Así lo ha informado el concejal de Hacienda, Ángel Manzaneado, que ha expuesto que el PSOE también ha votado en contra del proyecto de cuentas, a pesar de que se han incorporado las ayudas a las ONG de inmigración como anunció la alcaldesa la pasada semana.
Esta situación abre un escenario nuevo, aunque como asegura el edil de Hacienda, Ángel Manzanedo, «hay margen hasta el viernes» para ver cómo evolucionan los acontecimientos. De sus palabras se entiende, que las conversaciones de los grupos que forman la coalición serán intensas en los próximos días. Pero no se atreve a hacer cábalas sobre lo que sucederá en el Pleno del próximo viernes, cuando está anunciado el debate presupuestario.
El Partido Popular había encontrado la fórmula y la fortaleza política para recular ante el veto impuesto por Vox a tres ONG que trabajan con inmigrantes de cara a las ayudas del próximo presupuesto municipal, minimizando el ya evidente desgaste público por el rechazo «transversal» a esta decisión y, además, colocando a su socio de Gobierno en una posición en la que será difícil que vuelva a plantearle nuevos problemas de convivencia empleando la inmigración como palanca.
Así, con la convicción de que «rectificar era necesario», Ayala tomó la decisión de enmendar el borrador del presupuesto para recuperar las mismas condiciones de 2024 para el convenio con la ONG.
Decidió, además, llevar su órdago hasta el final y exponerse a tener que lanzar una cuestión de confianza, como confirmó ayer ante los medios, para ver aprobadas las cuentas y, lo más importante desde el punto de vista político, tomó la decisión de plantar a Vox en sus exigencias. Ayala puso pie en pared ante su vicealcalde, que fue el impulsor del veto, decidida a achicarle el campo y dejarle sin posibilidad de salir al contraataque.