La exabadesa de las monjas de Belorado acusa a Iceta de "llevar a la ruina a los monasterios"

El culebrón de las monjas de Belorado sigue lejos de llegar a su fin. De hecho, la exabadesa del monasterio de Santa Clara de Belorado en Burgos, Laura García de Viedma publicó un vídeo en redes sociales en el que acusa a Mario Iceta, el Comisario Pontificio de "llevar a la ruina" a los dos monasterios, al de Belorado y al de Derio.

Según cuenta García en el vídeo, "desde el día 5 de junio, Mario Iceta se hizo con las cuentas" y añade que "está hundiendo los dos monasterios, los está llevando a la ruina". La exabadesa afirma también que "ya para septiembre estarán arruinados, sino embargados, y si no vendidos a los bancos".

Según García, la situación que se vive en Belorado es "grave, lamentable". Y es que cuenta en el vídeo, "no nos han dado nada para alimentación, no tenemos absolutamente un modo estable" para añadir que están "dependiendo de las donaciones". Asegura también que el obrador del monasterio, "con lo que hacíamos unas magdalenas para sobrevivir", no cuenta con materias primas para la producción, y que al monasterio llegan "apremiados de Hacienda por impagos, que terminan metiéndonos en listas de morosos si no pagamos nada".

La exabadesa añade que tampoco "pagan el gas, los teléfonos, internet o la fibra óptica". De hecho, la hermana señala que en el monasterio han estado "circulando con un vehículo sin seguro", aunque asegura que ellas "no lo sabían".

Por todo ello, la exabadesa carga contra Iceta. De hecho, afirma que el propio Comisario Pontificio puso "una comisión gestora que, aparentemente era para ayudar, no quería extorsionar". Por otra parte, en el mismo vídeo incluso acusan al prelado de "conseguir las llaves y cambiar cerraduras para hacerse con los inmuebles", cosa que el Arzobispado de Burgos ya explicó afirmando que cambiaron "una cerradura de Derio porque había constancia de que no había nadie en su interior y de acuerdo con el guardés del monasterio".

La exabadesa finaliza su arrebato por redes sociales asegurando que "nos hubiera gustado que hubiera más respeto, más paciencia y que no se precipitaran los acontecimientos de esta manera", y afirma que viven una “opresión muy fuerte”, en referencia a la opinión pública. Por otra parte, incluso arremete contra los medios de comunicación y les acusa de "favorecer la versión del arzobispado" y "decir cosas muy injustas, erróneas, equivocadas y tendenciosas".