Sanidad
Perros terapeutas en el Hospital de Burgos
El proyecto ‘Vitamina de 4 patas’, pionero en Castilla y León, cosecha éxitos en el HUBU desde marzo y se estudia replicarlo en otros hospitales de la Comunidad
El pasado mes de marzo el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) puso en marcha un proyecto pionero en Castilla y León, que tres meses después no deja de cosechar éxitos y elogios. Se trata del proyecto ‘Vitamina de 4 patas’ una terapia que se lleva a cabo gracias a un acuerdo de colaboración con la asociación Mil Encinas y que permite que cada 15 días, tres perros entren en el hospital para asistir a sesiones de terapia con niños ingresados en el área de Pediatría del HUBU.
La Asociación Mil Encinas, especialista en terapias asistidas con animales, es la encargada de poner en marcha este proyecto, así como de traer a los canes al centro para que los más pequeños que permanecen hospitalizados en el HUBU puedan jugar y entretenerse con estos compañeros de cuatro patas, informa Ical.
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“Estos perros de terapia están destinados únicamente para un uso terapéutico. Nos desplazamos con ellos a la planta de Pediatría del Hospital Universitario de Burgos y en una sala de juegos realizamos nuestras actividades con los perros y los niños que están allí hospitalizados”, explica la directora de la Asociación Mil Encinas, Sara Burgos,
Recuerda así que este proyecto nació hace cinco años, aunque debido a la pandemia tuvo que paralizarse y retrasarse un tiempo. Ponerlo en marcha requirió de “mucho trabajo y esfuerzo”, y finalmente a principios de marzo del 2024 pudo llevarse a cabo la primera sesión, y se acordó que estos encuentros se llevarían a cabo dos veces al mes. Una actividad que tiene como objetivo principal acompañar a aquellos niños que se encuentran hospitalizados, en ocasiones. pasando un “momento complicado”, para acompañarles y acercarles “un trocito del exterior”.
“Tiene un objetivo lúdico, para que los pequeños tengan un poco de desconexión del ámbito en el que están y puedan jugar, divertirse y estar en contacto con más niños”, apunta Burgos. Desde el HUBU señalan que en cada sesión puede haber entre seis o diez niños y niñas, dependiendo de los que estén ingresados en ese momento en el centro,
Desde el Hospital Universitario de Burgos defienden que este tipo de terapias asistidas con perros nacen con el fin de “brindar consuelo y distracción” a los pacientes, y ponen en valor los beneficios que tienen para los mismos. De esta forma, hacen referencia a aquellos estudios que avalan que esta interacción contribuye a “reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y, en algunos casos, a acelerar la recuperación física de los niños”.
Por su parte, desde la asociación Mil Encinas, especialista en terapias asistidas con animales, aseguran que este tipo de prácticas tienen muchos “beneficios” para los pacientes, y ayudan tanto a nivel conductual como educativo y físico, dado que les “saca un poco de esa posición más sedentaria” y con la compañía de los perros los niños se desplazan, juegan y comparten momentos con otros niños. En este sentido, la directora de Mil Encinas realza el beneficio “emocional” que supone esta actividad. “Lo que un perro te puede aportar y ayudar en cuanto al nivel de estrés, de autoestima, de regular emociones, para mí es el mayor aporte”, afirma.
Explican así que la presencia de los canes en este entorno proporciona a los niños un “ambiente cálido y reconfortante”, lo que ayuda también a reducir el estrés y la ansiedad. Asimismo, la interacción con estos animales promueve la liberación de endorfinas, lo que puede ayudar a mejorar el estado de ánimo del paciente y fortalecer su sistema inmunológico en el proceso de recuperación.
Uva, Java y Lina son los nombres de las tres hembras de labrador que cada quince días amenizan en sesiones de entre 45 minutos a una hora la estancia en el hospital de estos niños. Un proyecto que está teniendo una gran acogida, no solo por parte de los niños sino también por parte de sus padres, que pueden ver en todo momento, a través de un cristal la interacción de sus hijos con los canes.
La acogida está siendo tan buena, que desde Mil Encinas estudian ampliar las sesiones a partir de septiembre y realizar una a la semana. Asimismo, este proyecto ha llamado la atención de otras ciudades y hospitales, y tal y como avanza la directora de Mil Encinas, desde Valladolid y León ya se han puesto en contacto con ellos para ver si se puede replicar en sus centros.
Desde Mil Encinas recuerdan que poner en marcha este proyecto ha requerido de mucho trabajo y esfuerzo por parte de todos los implicados, donde tanto las tres perras como los profesionales del centro se han preparado para poder adaptarse a los procesos de enfermedad tanto de los niños como de sus familias.
Por ello, dados sus buenos resultados y con el fin de mantenerlo en el tiempo, se lanzó a través de la plataforma goteo una campaña de crowdfunding que permitiese seguir ofreciendo esta terapia a los más pequeños y cubrir los costes de los materiales empleados, los honorarios de los profesionales implicados en la actividad, así como de los seguros de responsabilidad civil y de actividad, o incluso el cuidado y la alimentación de las tres terapeutas perrunas. El objetivo mínimo era recaudar unos 6.200 euros y finalmente se lograron casi 7.000 euros, gracias a las donaciones de particulares.
Mil Encinas, con ocho años de trayectoria, cuenta con una amplia experiencia en el campo de las terapias asistidas con animales, y lo largo de estos años ha reunido a profesionales con 16 años de experiencia en intervenciones con animales, no sólo con perros, sino también con caballos. Este centro se ubica en Carcedo de Burgos, y dispone de instalaciones especialmente diseñadas y adaptadas para este tipo de terapias. Asimismo, los perros terapeutas cuentan con siete años de experiencia en intervenciones y han participado en diferentes entornos (colegios, residencias, instituciones y centros de mayores).