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Los recuerdos de un Burgos en blanco y negro

El Archivo Municipal atesora desde 2006 miles de fotografías de la ciudad y sus gentes gracias al proyecto ‘Memoria Gráfica de Burgos’ para la recuperación de los documentos gráficos de épocas pasadas

Archivo municipal de BurgosICAL

Publicado por
Diario de Castilla y León | El Mundo
Valladolid

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Dicen que una fotografía es la mejor herramienta para conservar un recuerdo y así lo acreditan las miles de imágenes que conserva cada persona a lo largo de su vida. La primera vez que montaron en bici, las vacaciones en la playa o la boda de un familiar son momentos únicos que bien merecen recordarse con una instantánea. En 2006, el Archivo Municipal de Burgos lanzó la campaña ‘Memoria Gráfica de Burgos’ con el objetivo de recuperar los documentos gráficos de la ciudad y sus gentes de épocas pasadas.

Miles de imágenes, la gran mayoría aún sin catalogar, conforman esta colección que se nutre cada año de las donaciones de particulares, que comparten con la ciudad los recuerdos de sus antepasados, a fin de recuperar la memoria gráfica de la ciudad y evitar la pérdida y el deterioro de colecciones únicas, que gozan además de gran interés histórico, informativo y testimonial, según informa Ical.

La directora del Archivo Municipal, Yolanda Rodríguez explica que este proyecto nació de la idea de “difundir” las tareas que se realizan en el Archivo Municipal burgalés, y hacer a los ciudadanos “partícipes” de este. “Hacerles ver que el Archivo está a su alcance”, resume Rodríguez, que recuerda que precisamente esta institución está también para “reflejar” tanto la ciudad como la vida de sus gentes.

“Consideramos que la fotografía es un documento histórico, y ahí es donde el ciudadano puede aportar”, apunta Rodríguez, que destaca así la importante labor que tienen los donantes porque no solo aportan ese material fotográfico, sino que también ayudan a poner nombre y contexto a cada imagen. En este punto, explica que este proyecto busca imágenes sobre todo de Burgos capital y sus gentes, aunque señala que también cuentan con algunos documentos que corresponden a la provincia burgalesa.

Con casi dos décadas de historia a las espaldas, los burgaleses han tenido tiempo para nutrir esta colección, que se cifra en miles de documentos, aunque Rodríguez señala que no tienen una cifra exacta porque aún son muchas las fotos que están sin catalogar ni digitalizar. De hecho, en la página web del Archivo se puede ver que son unos 2.000 los documentos catalogados, pero solo este año han recibido más de un millar en donaciones de la mano de dos familias burgalesas.

En este punto, la directora del Archivo explica que las donaciones son “irregulares”, porque cada persona aporta lo que encuentra en sus casas. En ocasiones son grandes colecciones, y otras veces únicamente dos o cuatro fotos individuales, aunque aseguran que todo suma y ayuda a seguir recuperando la memoria gráfica de la ciudad.

“A veces, lo que menos te imaginas puedes encontrarlo en una fotografía , yo descubro cada día algo curioso”, afirma Rodríguez, dado que estos documentos ayudan también a enriquecer la colección gráfica del Archivo, destinada al uso público y la investigación. “Nos interesa la fotografía, pero identificada con la persona. Lo bonito de la foto es ponerle nombres y apellidos, es una forma de inmortalizar a los ciudadanos”, afirma la responsable del Archivo.

Donación

Aquellas personas interesadas en colaborar en esta campaña pueden hacerlo a través de diferentes formas: Por un lado, donando documentos gráficos al Archivo, de forma que estos permanecen en el mismo y pueden ser consultados. También se puede depositar los documentos pero los titulares conservan su propiedad y autorizan la consulta y reproducción, con fines científicos y de investigación. Otra opción es el préstamo temporal para su reproducción, de forma que desde el Archivo digitalizan esos documentos y devuelven los originales a sus dueños. Asimismo, la ciudadanía también colabora ayudando en el proceso de identificación y descripción de estos documentos.

Existen diferentes tipos de donantes, tal y como explica Rodríguez, en ocasiones es gente cuyos familiares o ellos mismos han estado muy vinculados a la ciudad y consideran que guardan en sus casa algo que puede “tener interés para la ciudadanía”. Suele ser el caso de familias de artistas, autoridades políticas que ocuparon un cargo en la ciudad o soldados. Otras veces son personas que han tenido negocios y cuentan con imágenes que reflejan cómo era ese negocio y a la vez las calles del Burgos de la época, y otras veces son amantes de la fotografía que conservan instantáneas de gran valor de Burgos en blanco y negro. “Hay mucha variedad, es difícil centrarla en un perfil de gente”, añade.

En este punto, la directora del Archivo explica que no hay establecido ningún límite de años para las fotografías, pero sí que prefieren aquellas que pertenezcan a épocas pasadas, es decir, cuando la fotografía no era tan masiva como lo es ahora. Por ello, la mayoría de las imágenes que se conservan son en blanco y negro. “Interesa mucho la fotografía en blanco y negro porque a partir de que se empieza a hacer fotografía en color, empiezan a generalizarse las cámaras particulares y la fotografía empieza a perder esa esencia que tiene al principio”, señala.

Objetos curiosos que acompañan a las imágenes

El objetivo central de la campaña es recuperar fotografías, pero paralelamente a veces las donaciones incluyen otros documentos u objetos que pueden ayudar también a entender cómo era Burgos en aquella época. Carnets deportivos, abonos de toros, recordatorios de primera comunión, cartas que se escribían desde el frente o felicitaciones de Navidad también engrosan esta colección, y aunque no son el objeto de la campaña, Rodríguez señala que también son “peculiarmente interesantes” y conservan algunos de estos documentos en el archivo.

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Entre las fotos, lo que más predomina son las imágenes familiares, que además aportan mucha información sobre los vestuarios de la época y el mobiliario que se utilizaba en aquel entonces en los hogares. Imágenes y recuerdos familiares que ayudan a recordar un Burgos anterior y que además permiten conservar la memoria de esos burgaleses.