CISMA EN LA IGLESIA
Las monjas de Belorado se rebelan y denuncia al arzobispo de Burgos por "usurpación"
El portavoz de las religiosas arremete contra el Vaticano y el Arzobispado y les recuerda que el monasterio es "cien por cien propiedad de ellas"
José Ceacero avisa a la Santa Sede que no les pueden imponer el derecho canónico porque ya no están bajo su jurisdicción
Las monjas de Belorado en Burgos mantienen su rebeldía. Lejos de amedrentrarse tras el anuncio de intervención del convento por parte del Vaticano, a través del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, las hermanas del monasterio de Belorado se rebelan y denuncian a Iceta por "usurpación".
Así consta en la denuncia presentada por las monjas rebeldes a través de su portavoz José Ceacero contra el arzobispo de Burgos por "violación del derecho fundamental de asociación y el principio de separación, así como también por abuso de poder y usurpación de la representación legal". Ceacero lo anunciaba a las puertas del convento, documento en mano, a la vez que garantizaba que la propiedad tanto del monasterio beliforano como el de Derio "es de ellas al 100%".
Responden así al movimiento del Vaticano anunciado ayer, con Iceta designado comisario pontificio del cenobio. Implicaba este nombramiento, según defiende la Santa Sede, que el prelado toma el mando del convento y dispone de la capacidad de administrar sus bienes.
No lo entiende así sor Isabel, ya exabadesa, también desde ayer, al expirar el plazo oficial para la elección de su sucesora. A su juicio, tal y como ha detallado Ceacero a los medios de comunicación, "ni el señor Iceta, ni Roma, ni nadie, una vez que voluntaria y libremente se han separado de su Iglesia, pueden imponer el Derecho canónico porque ya no están bajo su jurisdicción".
De tal premisa parte la denuncia interpuesta en la Policía Nacional de Logroño al filo de las 5 de la madrugada por parte de sor Isabel, en compañía de otras dos hermanas, integrantes del órgano de gobierno de la comunidad, según precisa el atestado, y el propio Ceacero.
Insistía el también integrante de la Pía Unión de San Pablo Apóstol, agrupación tradicionalista creada por Pablo de Rojas, en que "en ningún sitio dice que esa representación legal que ostenta la comunidad esté supeditada a su permanencia a la Iglesia católica", por lo que, a su juicio, y tal y como en su momento sostuvieron las propias religiosas en la primera y única entrevista concedida hasta la fecha, al romper formalmente tienen libertad total para disponer de sus bienes.
Ceacero recordaba que se trata de un monasterio 'sui iuris' -es decir, "de derecho propio"- con capacidad jurídica para sus propios asuntos. Defendía además que el paso de que dieron el pasado 13 de mayo, "notificado a Mario Iceta de manera fehaciente el 14 de mayo", implica el ejercicio del "derecho inviolable contemplado en la Constitución Española de libre asociación y libre separación".
Añadía este sacerdote de la agrupación de la que es obispo Pablo de Rojas que en este escenario cabe limitarse a lo establecido por el Derecho civil. "Estamos en un estado aconfesional y laico, y ninguna confesión religiosa está por encima de la Constitución", apostillaba con vehemencia.