El ex comulgado Pablo de Rojas niega ser el benefactor y descarta el móvil "urbanístico" del cisma de las monjas de Belorado
En su primera intervención pública, el nuevo obispo preconciliar de las clarisas de Belorado, Pablo de Rojas, negaba tajantemente ser el benefactor oculto que quiere poner el dinero necesario para que las religiosas adquieran el monasterio de Orduña. «Yo no tengo tanto», aseveraba en la extensa entrevista concedida en exclusiva a Telecinco.
Al hilo, lamentaba que las hermanas no puedan cumplir con su parte del contrato y comprar, máxime cuando «cuentan con el montante necesario» para hacerlo, y auguraba que el juicio en el que derivará la demanda anunciada por las clarisas de Vitoria a sus compañeras beliforanas «está ganado, pues o venden o tendrán que indemnizarlas».
Burgos
Las clarisas de Vitoria demandarán a las de Belorado para recuperar el monasterio de Orduña
Diario de Castilla y León | El Mundo
En todo caso, aun tras evidenciar un profundo conocimiento de la situación, el excomulgado Rojas descartaba el móvil urbanístico del cisma de la comunidad burgalesa que solicitaba su tutela tras concluir, a resultas de una reflexión que se intensificó hace un año tras tomar contacto con el ‘autoproclamado’ obispo, que todos los papas posteriores al Concilio Vaticano II son unos «herejes y usurpadores».
Reiteraba tal mantra el fundador de la Pía Unión de San Pablo Apóstol -ente en el que, de momento, las monjas no se han integrado- en una intervención en la que abordó el origen de su «ministerio», heredado del padre vietnamita del ‘sedevacantismo’, su relación con el cura ordenado por él mismo, José Ceacero -al que conoció con 12 años en Linares, su pueblo natal- y su admiración por «la obra social de Franco tras la Guerra Civil que provocaron precisamente los que nos gobiernan ahora». Bordeó, no obstante, el delito al señalar que el holocausto no debe llamarse así porque «es un exterminio y no es lo mismo». Perdía también un tanto los papeles al señalar -elevando la voz- «los asesinatos de religiosos a manos de los rojos».