El misterio del cráneo de dinosaurio de 125 millones de años de Burgos
El acelerador de partículas de Grenoble estudia el fósil “excepcional” y “uno de los cráneos más completos que se han recuperado de dinosaurios en la Península Ibérica”, localizado a principios de los 80
El laboratorio europeo de radiación Sincrotrón , acelerador de partículas situado en Grenoble (Francia), realiza una exploración multirresolución desde el pasado mes de febrero de un cráneo prácticamente completo de un pequeño dinosaurio ornitópodo del Cretácico Inferior (hace 125 millones de años ), hallado en las proximidades de Salas de los Infantes (Burgos), en la Sierra de la Demanda, a principios de los años 80.
Se trata de un fósil “excepcional” , según calificó en la capital burgalesa el paleontólogo de la Universidad del País Vasco, Xabier Pereda Suberbiola, al tiempo que precisó que es “uno de los cráneos más completos que se han recuperado de dinosaurios en la Península Ibérica” . Asimismo, subrayó que como la conservación del fósil es aparentemente “muy buena”, los investigadores estiman que se ha preservado la cavidad encefálica y el recorrido de los nervios craneales y vasculares principales.
Esto, explicó, proporciona a la pieza “un valor añadido”, ya que “al considerarse un fósil singular por su escasez en el conjunto de Europa, donde se han descrito varios géneros de euornitópodos semejantes al especimen salense pero de los que la mayoría conserva cráneos incompletos o desarticulados”.
Así, según indicó Pereda, un objetivo de la investigación -cuyo margen en el centro francés tiene un horizonte que finaliza en agosto- es el escaneado del cráneo para conocer la anatomía interna craneal con la mayor nitidez posible”. Como resultado de ese proceso, advirtió de que “se podrían conocer datos relevantes y muy escasos sobre la anatomía y fisiología encefálicas de los euornitópodos basales, hasta ahora prácticamente inéditos”. “Ese conocimiento nos abre la puerta a saber sobre sus capacidades sensoriales, locomotoras y de conducta”, apostilló.
Según un estudio preliminar, avanzó que este cráneo puede pertenecer a “un pequeño dinosaurio ornitópodo del Cretácico Inferior, de entre uno y dos metros de longitud, bípedo, comedor y herbívoro”. “Es una excelente oportunidad de estudiar un fósil excepcional con una metodología novedosa”, exclamó.
Equipo internacional y multidisciplinar de investigadores
Por su parte, el director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, Fidel Torcida, indicó que un equipo internacional y multidisciplinar de investigadores, liderado por el Museo de la Dinosaurios de la localidad burgalesa, realiza un proceso de investigación sobre este cráneo de unos 15 centímetros de longitud, que fue descubierto por el paleontólogo vasco José Ángel Torres (1961-2020), que fue el responsable del Departamento de Geología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi (Donostia) y fundador del Museo Luberri.
Para el estudio del fósil, el equipo científico del Museo salense, ha preparado un grupo internacional con expertos en paleontología y en paleoneurología compuesto por Xabier Pereda Suberbiola (Universidad del País Vasco), Ariana Paulina-Carabajal (CONICET, Argentina), Kathleen Dollman (Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica) y Paul-Émile Dieudonné (Universidad Nacional de Río Negro, Argentina). El proceso de estudio estará apoyado por el Museo de Luberri, el grupo de investigación Garras (Centro de Interpretación Paleontológica de La Rioja, en Igea) y la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
Por ello, el pasado mes de febrero se trasladó el cráneo fósil a las instalaciones del laboratorio europeo de radiación Sincrotrón para someterlo a las pruebas correspondientes, que pueden prolongarse hasta agosto de este año. De este modio, dijo, por medio de la colaboración internacional, el fósil va a beneficiarse de “las aplicaciones que en investigación tienen las tecnologías más punteras desarrolladas en Europa”. “Esperamos conseguir esa imagen interna del cráneo”, exclamó, al tiempo que afirmó: “Lo vamos a desnudar completamente”.