Mencía de Velasco, el colegio que ya trabajaba con plataforma digital
El colegio de Briviesca culmina con éxito su participación en un proyecto europeo junto a otros dos centros de Italia y Mallorca / Los alumnos han desarrollado su propio museo virtual
Cuando los planes no salen como uno espera, reinventarse es todo un reto. Por una imprevisible pandemia mundial, miles de proyectos se vieron truncados de la noche a la mañana o, a lo sumo, en cuestión de días. En el ámbito educativo, la máxima de ‘renovarse o morir’ se ha convertido en todo un mantra para las plantillas docentes.
Sin tiempo que perder para que los alumnos no pierdan el ritmo, y con el handicap de navegar en aguas desconocidas, no le ha quedado más remedio al profesorado que recurrir a las nuevas tecnologías para capear el temporal. Para el colegio público Doña Condesa de Mencía, en Briviesca , adaptarse al terreno era pan comido por su experiencia previa en plataformas digitales como eTwinning, promovida por la Comisión Europea para fomentar el trabajo en equipo entre centros escolares de más de 40 países. Sin embargo, reorganizar los contenidos tras la inevitable suspensión de las actividades presenciales obligó a los maestros a dar un giro de 180 grados, en tiempo récord, para culminar con éxito la iniciativa A de Arte en la que participa el colegio burebano.
Lo mejor de tan inédita experiencia , más allá del resultado final, ha sido la posibilidad de «estrechar más los hilos entre socios». Gracias a las múltiples herramientas que brinda la red de redes, 38 chavales de sexto de Primaria del Mencía de Velasco se metieron en la piel de las musas que inspiraron a grandes artistas de la historia. Junto a ellos, 53 escolares de Milán (Italia) y 75 de Felanitx (Mallorca) han dado vida a un Museo Virtual que no estaba inicialmente contemplado en el proyecto. La alianza también incluía a un colegio de Poitiers (Francia) que se tuvo que bajar del barco por causas de fuerza mayor. Los participantes, de entre 11 y 13 años, posan para Picasso, El Greco, Van Gogh, Da Vinci, Monet, Bansky, Caravaggio... Los cuadros cobran vida, y un nuevo significado gracias al trabajo en equipo, mientras sus protagonistas disfrutaban de lo lindo. Y es que según apunta Sara Rojo, maestra del centro briviescano, «al 98% de los alumnos les ha gustado mucho».
Algunas obras, como El grito de Edvard Munch , se repiten. «Al principio, se barajó la idea de que cada centro eligiese una época», subraya Rojo. Finalmente, se acordó que los estudiantes tuviesen libertad para escoger libremente el cuadro que más les motivase. Y como en la variedad está el gusto, independientemente del siglo y la corriente estilística de cada pintor, lo mejor era dar rienda suelta a la iniciativa propia para incrementar su interés por el arte. De entrada, eso sí, algunos se mostraban «un poco reticentes» porque «les daba vergüenza». Pero solo al principio, pues «ver lo que subían sus compañeros les ha motivado».
A de Arte concluyó oficialmente el sábado con el «último encuentro» en la sala de chat de la plataforma. El curso está a punto de acabar y Rojo no puede estar más orgullosa de sus pupilos. No en vano, le apena haberse perdido a lo largo de los últimos meses esas videollamadas entre centros que permitían a los alumnos ponerse cara. Y también voz, como cuando en las pasadas Navidades todos se arrancaron a cantar villancicos en varios idiomas. En cualquier caso, celebra la iniciativa que en su día plantearon los socios mallorquines para impregnar las aulas -y después las casas- de arte pictórico en sus máximas e innumerables expresiones. Por eso, ya se está gestando un nuevo proyecto conjunto de cara al curso que viene. La temática dependerá de las «opiniones de los niños», pues no cabe duda de que «son los verdaderos protagonistas». De forma paralela a eTwinning , el Mencía de Velasco también dio el visto bueno a la propuesta de la maestra de Educación Física de sumarse a PiEFcitos, el singular proyecto del profesor Carlos Chamorro que interconecta centros escolares de todo el país mediante un sinfín de actividades que potencian los valores del deporte y la adopción de hábitos saludables. Por si fuera poco, la iniciativa también entronca con otras áreas igualmente importantes como la lectura y el medio ambiente, sobre todo a través del «reciclaje». Por todo ello, el resto de docentes no se lo pensaron dos veces y decidieron contar con «todos los cursos de Primaria» para una novedosa experiencia que trasciende más allá de las aulas.
Antes del coronavirus , todas las clases tenían un cuentakilómetros que iba sumando en función de las lecturas, los almuerzos saludables o los niveles de reciclaje por parte de los alumnos. La intención del centro era aprovechar PiEFcitos para desarrollar su proyecto lingüístico. Así pues, el confinamiento ha servido para poner en marcha Los retos del Mencía, donde los chavales se mandan pruebas físicas los unos a los otros tras grabase explicando las dinámicas de su desafío. La idea ha tenido un «éxito magnífico» porque «necesitaban contacto con sus compañeros». Además, el hecho de exponerse ante la cámara para hablar con el resto, aunque sea a través de internet, les ayuda a «mejorar la expresión oral». Para ello, remarca Rojo, «es muy importante que ellos se vean».