BURGOS / EDUCACIÓN
Directores de instituto demandan «certezas» para encarar la EBAU
Advierten del grado de «nerviosismo e incertidumbre» con la que los alumnos de segundo de Bachillerato preparan el final del curso cuando lo habitual ante esta prueba es la organización
La incertidumbre ronda estos días en todos los ámbitos de la vida. Con esta sensación es con la que los alumnos de segundo de Bachillerato encaran el final de curso y la preparación para la prueba de acceso a la universidad EBAU. Así lo atestiguan tres directores de Institutos de Educación Secundaria consultados por este periódico, Tomás Gómez, del IES Comuneros de Castilla, Mari Luz García, del Cardenal López de Mendoza, y José Antonio Virumbrales, del Pintor Luis Sáez.
Los tres sostienen que es complicado para todos los alumnos y profesores afrontar el tercer trimestre de esta manera con más de un mes y medio confinados en los hogares sin salir para evitar el coronavirus Covid-19, pero es todavía más difícil para los chicos y chicas de segundo de Bachillerato.
«Estamos en una situación compleja y los alumnos viven estos momentos con cierto grado de nerviosismo, reflejo de la situación que tenemos en nuestras casas», explica Tomás Gómez, que asegura que en el Comuneros se prepara la EBAU con «mucha organización desde el principio de curso y ahora se nos ha venido todo abajo». Como indica el responsable del centro, la Selectividad se aborda cada año «sobre unos contenidos muy sólidos y este año es todo lo contrario se generan muchas dudas».
Mari Luz García, del López de Mendoza, señala que seguirán las indicaciones de la Consejería de Educación, la instrucción del 17 de abril de 2020, para afrontar la evaluación del tercer trimestre. «Se evaluará de manera positiva y nunca negativa, de tal manera que las notas de los dos primeros trimestres son las que marcarán la pauta y para aquellos que tenían suspensos en las dos primeras evaluaciones el objetivo es que puedan hacer ejercicios para recuperar a la mayoría de los alumnos», comenta la directora, que también es profesora en segundo de Bachillerato de Lengua y Literatura. «Habrá quien lo consiga y quien no», dice con realismo.
Desde el Pintor Luis Sáez, José Antonio Virumbrales, considera que los alumnos viven estos días «con preocupación, ansiedad, frustración y sobre todo con mucha incertidumbre. Por qué se añaden las duras circunstancias personales de algunos, a la dificultad intrínseca que para cualquier estudiante de 2º de Bachillerato supone la EBAU, si es que éste necesitase una determinada nota de admisión».
Pocos se sabe hasta ahora, 26 de abril, sobre el futuro de la prueba de acceso a la universidad
Poco se sabe hasta ahora, 26 de abril, sobre el futuro de la prueba de acceso a la universidad y en los centros están también preocupados por gestionar la tercera evaluación. Desde la Consejería de Educación se han dado unas nuevas fechas para hacer los exámenes en los días 1, 2 y 3 de julio y se ha indicado que la convocatoria extraordinaria será en septiembre, como en lo viejos tiempos. En los últimos años se hace entre junio y julio. Y se mantiene la filosofía de que los exámenes serán presenciales en las universidades donde se reunirán los alumnos de segundo de Bachillerato de todos los centros de la provincia. En los institutos se mantienen a la espera de nuevas directrices y, en especial, sobre los contenidos que formarán parte de los exámenes. Parra indica que se ha hablado de «flexibilidad» entendida como que habrá más modelos de examen entre los que elegir.
Virumbrales indica que en estos momentos «las dudas son todas, porque certezas no tienen apenas. La COEBAU, cuando se reúna y apruebe modelos de examen y procedimientos a seguir, aportará una información tranquilizadora, que creo que necesitan los alumnos».
Gómez, que también es profesor de Historia en segundo de Bachillerato, apunta que se ha planteado que se iba a procurar que el alumno «pueda alcanzar la máxima calificación con los contenidos impartidos presencialmente, pero todavía no hay nada concreto».
En el Comuneros de Castilla hay 125 alumnos en segundo de Bachillerato divididos en cuatro grupos y el director del centro espera que se gradúen en la misma proporción que en años anteriores. «Segundo de Bach es un curso de bastante rendimiento, los alumnos están motivados por la expectativa del cambio y suelen responder bien. Esperamos que entre un 75 y un 80% se gradúen», comenta.
La dificultad en estos días son la cantidad de situaciones que pueden estar viviendo los estudiantes en sus hogares y cómo les puede afectar para su preparación. Los tres profesores coinciden en esta preocupación. «Habrá familias en las que hayan vivido de cerca la enfermedad, quizá algún fallecimiento, en otras alguno de los padres puede estar sin trabajo o en un ERTE, y muchas tendrán que compartir los ordenadores con los hermanos o con los padres que teletrabajan», reflexionan en alto y, por tanto, consideran que todo ello puede estar influyendo en el ánimo de los jóvenes.
"Habrá familias en las que se haya vivido de cerca la enfermedad y muchas en las que los padres están viviendo un ERTE, todo influye en el ánimo de los estudiantes
El director del Pintor Luis Sáez añade, a este respecto, que los alumnos «se sienten la generación Covid-19: sin fiesta graduación, sin cena de fin de curso, sin viaje de compañeros una vez hecha la EBAU, sinceramente pienso que lo están pasando especialmente mal». Virumbrales señala que a estas alturas del curso se llevaba impartido un 70% de los contenidos y espera que se gradúen entre el 80 y el 85%. «A mí me parece que siendo justos con el trabajo de los estudiantes también habrá que ser flexibles y empáticos y comprender situaciones muy complicadas por las que están pasando», asegura.
El docente del IES Comuneros recuerda que en estas fechas del año los estudiantes suelen estar mirando residencias o pisos o consultando detalles de la universidad a donde se quieren ir, los que tengan idea de salir fuera de Burgos. Sin embargo, este año ha quedado todo en suspenso.
Mari Luz García entiende que el profesorado trata de no «agobiar» a los alumnos avanzando mucha materia en este último trimestre, pero a la vez hay docentes que no quieren dejar temas sin dar. «Estamos en esa balanza y pensando en el bien que deseamos para nuestros alumnos», manifiesta y añade: «Hay que ser positivos y pensar en que entre todos lo vamos a conseguir».
"Hay que ser positivos y pensar que entre todos lo vamos a conseguir
Los centros están preocupados por el acceso a las tecnologías de sus alumnos en una etapa de enseñanza online «que no estaba prevista». Todos tratan de ajustarse a las distintas realidades y, por ejemplo, en el López de Mendoza han podido prestar ocho portátiles a algunos alumnos.