ECONOMÍA / CORONAVIRUS
Comerciantes y hosteleros de Burgos piden una hoja de ruta antes de reabrir
Denuncian «desinformación total» y se temen un decreto de un día para otro. «Los expertos sanitarios deben dar instrucciones sobre cómo debemos abrir», explica Vesga
Los escenarios de desescalada que se contemplan dejan claro que los negocios de comercio y hostelería serían de los últimos en volver a la actividad. Poco más se sabe. Y poco más llega a las organizaciones sectoriales lo que, en medio de una situación de paro total de su actividad, genera mucha incertidumbre. «Ahora mismo lo que tenemos es una desinformación total, no sabemos cuándo vamos a poder abrir, tampoco cómo vamos a poder abrir, qué medidas de desinfección o aislamiento tenemos que respetar o cómo hacerlo», explica el vicepresidente de la Federación de Empresarios del Comercio (FEC), Julián Vesga.
En la misma linea se expresa el presidente de la Federación Provincial de Hostelería de Burgos, Fernando Labarga. «A día de hoy todo son habladurías, oficial no hay nada porque preguntas en Sanidad te dan una fecha, preguntas en Hacienda te dan otras... lo único que pedimos es que lo que se solicite, se nos comunique cuanto antes», explica. Ambos muestran su temor a que se repita el decreto de parón total de actividades no esenciales que se publicó un viernes para cumplir un lunes con una modificación el domingo por la noche. «Necesitamos protocolos muy claros de medidas de seguridad de atención al cliente, de los propios trabajadores, de desinfección de los locales...», explica Labarga. A ello añade Vesga que «necesitamos un protocolo claro de intervención, qué se necesita y dónde se puede adquirir para estar preparados en el momento que nos dejen abrir».
Denuncian los comerciantes que lo único que les ha llegado son trípticos de medidas de protección de higiene personal y distanciamiento social. «Son los que conocemos todos pero en un comercio, ¿tengo que tener una distancia de dos metros para atender al cliente?, ¿Cómo lo hago? y las mascarillas ¿dónde las compro?», se pregunta.
En cuanto al papel de las administraciones tienen un calificativo que no es nada bueno. «La falta de información te genera incertidumbre y esa no termina de aclararse mientras llevamos cerrados desde el 14 de marzo», explican. Vesga considera que «hay mucho ruido de ayudas para tal o cual tipo pero sé de gente que ha pedido la ayuda y aún no se pueden tramitar, otras que están sin resolver, la gente en ERTE que esta sin cobrar, los créditos ICO no hay las mismas condiciones para todos y estamos a la espera de poder acudir a las ayudas al alquiler del Ayuntamiento que serian un alivio». Así que la gestión es mala entre todos «la peor la central que es la que reparte las cartas del juego que dice como y qué medidas se deben tomar pero la responsabilidad va en cascada, el resto no pueden decirnos nada porque el comité de expertos y especialistas no plantea pautas», señala.
Para Labarga no escuchar el sentir de los profesionales de cada sector es un error. «Pueden hablar de técnicas sanitarias que es de lo que sabemos pero no de hostelería y estamos intentando forzar a la administración local y regional para que se nos tenga en cuenta en las mesas de trabajo», explica. Considera que a veces estas medidas están alejadas de la realidad. «Se habla en la mesa de turismo sobre una normativa de apoyo a la creación de nuevo empleo pero la realidad a día de hoy, que todos estamos en ERTES, es apoyar que no se destruya más empleo para no tener que crearlo de nuevo», opina.
temor a la vuelta
En cuanto al día de la apertura, aún sin fijar y con miedo a mirar el calendario, el temor esta en la respuesta que los clientes vayan a tener en la desescalada. «Queremos tener todas las garantías y cumplir todos los protocolos que sean necesarios para que el cliente tenga la certeza de que va a poder comprar con tranquilidad, con seguridad y con alegría», explica Vesga. Por eso piden un protocolo para que la gente «compre tranquila» porque «los primeros que queremos volver a trabajar somos nosotros».
Volver a la actividad con garantías de generar seguridad entre el cliente también es una máxima que exigen los hosteleros. «Si vamos a abrir con peligro y crear la inseguridad en el público y abrir para estar vacíos no tiene sentido. A nivel personal, si voy a abrir para seguir ganando nada pero con el coste de tener abierto, prefiero esperar».
En el peor de los escenarios se perdería el 40% de bares
La situación de un negocio cerrado durante un mes y en medio de una emergencia sanitaria que se afronta por primera vez con la incógnita de afrontar un reto desconocido es un nivel más de estrés. En la Hostelería ya se ha hecho una estimación de que pasará según el tiempo y los efectos que se puedan dar con la alerta sanitaria.
Según un estudio se calcula que el 20% de bares y restaurantes podría verse abocados al cierre pero si las cosas se alargan o la desescalada conlleva una caída del consumo podrían llegar a perderse un 20% mas de negocios. El sector ya estima que el coronavirus podría dejar tras de sí el 40% de los negocios en el peor de los escenarios posibles. Mientras tanto trabajan en recordar a los clientes que, a pesar de estar cerrados, siguen ahí. Lo han puesto en marcha a través de la web el vermut de las ocho . Bajo el eslogan ‘Si tu no puedes venir, entramos en tu casa’. Cada local propone una actividad y recuerdan que hacen y donde están. Por otro lado invitan a los clientes a donar el gasto de su vermut de las ocho para la compra de material sanitario.