SANIDAD / CORONAVIRUS
Villafranca Montes de Oca mantiene al coronavirus alejado
«Nos pusimos de acuerdo varios pueblos» y han repartido 2.500 mascarillas y 6000 guantes entre sus 47 vecinos habituales y las 30 personas que vinieron antes del decreto de alerta
Villafranca Montes de Oca mantiene el cerco frente al coronavirus al no contar en el municipio con ningún caso, a pesar de su cercanía con una de las zonas en las que más impacto está teniendo el coronavirus como es Belorado. Lucha contra la propagación de esta pandemia mundial en la que el Ayuntamiento no ha dudado en poner su granito de arena, con el reparto entre las 77 personas que pasan el confinamiento obligatorio por el estado de alarma actual en la localidad y su pedanía Ocón de Villafranca, de gran parte de los 6.000 guantes y 2.500 mascarillas que han adquirido estos días.
«Se trata de poner cada uno de nuestra parte, con lo que hemos ido casa por casa entregando un paquete de guantes y mascarillas para todos los que viven en ellas, sin importar si son vecinos de siempre o son personas que por cualquier motivo están aquí desde que se inició el estado de alerta», asegura su alcalde Nicolás Solórzano.
Material logrado a través de los guardias forestales de la zona, y amistad de algunos de ellos con distribuidores de empresas del sector, «hemos colaborado varios ayuntamientos con el fin de repartirlo entre todos de forma gratuita, y ayudarnos unos a otros», explica el edil quien considera esencial mantener el cuidado que se ha tenido hasta ahora, y que ha hecho que afortunadamente el coronavirus no haya hecho acto de presencia en el municipio, «Y queremos que siga siendo así pues contamos con mucha gente mayor, principal afectado en esta pandemia», argumenta.
Explica por ello que se han pasado por todas las viviendas, que cifra «en 39 las que hay ahora habitadas, en las cuales viven un total de 77 personas siendo lo habitual que haya entre 1 y 3 personas por cada casa», puntualiza, recordando que la población habitual apenas las configuran 47 personas.
«Pero coincidió que las 30 de más que están estos días, se habían venido al pueblo por diferentes razones, y decidieron quedarse tras decretarse el estado de alarma». De hecho -agrega-, entre ellos hay gente viuda que vive sola o matrimonios mayores con alguno de sus hijos o nietos, que se han venido a verles o a quedarse con ellos. «Y todos antes del confinamiento, hemos tenido la suerte que no ha ocurrido como en otros pueblos que en plena cuarentena se ha venido gente en lugar de quedarse en casa, cosa que agradecemos pues entre nosotros hay mucha gente mayor que se han visto de esta forma más protegidos».
Conteo vecinal -realizado con el fin de asegurarse que todos recibían parte de este material-, que como remarca les ha resultado fácil, «ya que la ventaja de los pueblos pequeños es que todos nos conocemos, lo que hace que estemos pendientes unos de otros, aunque en caso de necesitarlo mi teléfono está a disposición de todos para lo que se necesite».
Como así fue semanas atrás en que tuvieron que acercarse a recoger a un peregrino italiano en el paraje conocido como ‘Fuente Mojapán’, al que el estado de alarma y el mal tiempo pillaron en la zona. «Acudimos después de avisarnos la Guardia Civil de que alguien le había visto acampando con un pequeña tienda, a pesar de ser una práctica ilegal y poco segura en un día como aquél a mediados de marzo, en que había nevado y estaba cayendo una tromba de agua impresionante» recordaba el alcalde.
Y a pesar de que ya había comenzado el estado de alarma, «la Guardia Civil no podía ocuparse de él ni nosotros dejarle allí, así que nos lo trajimos a una casa rural de aquí para que descansara y se repusiera», explica, quien agradecido siguió al día siguiente su camino. «Aunque esta vez con el autobús a Madrid, donde tenía previsto coger un vuelo el día 19 de vuelta a su casa en Alemania», relata el edil.
Medidas con las que ayudar a que la situación no sea mes difícil todavía, ya que con el coronavirus se han cerrado los restaurantes, las casas rurales, el albergue y el transito de peregrinos. «Lo que en esta localidad supone perder prácticamente toda actividad que trae ingresos, a lo que sumar los gastos que ellos siguen teniendo en cuotas de autónomos, contrataciones ya realizadas y muchas otras cosas, que hacen prever una vuelta a la normalidad muy complicada para todos».