CRISIS CORONAVIRUS
Tratan de evitar un funeral masivo en Burgos de un patriarca gitano para prevenir coronavirus como en Vitoria
Las autoridades sanitarias de Burgos han mediado para que el sepelio congregue al menor público posible para evitar el caso de Vitoria y Miranda, donde la asistencia a un funeral desató el contagio por el virus
El paciente cero de Burgos, un hombre de 52 años ingresado en Miranda desde el 2 de marzo, se contagió en un funeral celebrado en Vitoria junto con otras personas de la misma familia y amigos de la capital alavesa y de la vecina villa de Haro. Los primeros casos en estas tres ciudades cercanas estuvieron relacionados con ese sepelio y una reunión de culto evangélico a los que asistieron personas portadoras del virus que lo transmitieron hasta Miranda de Ebro por mediación de este grupo familiar. Por aquel momento las medidas de prevención no se habían elevado como hasta ahora y el contagio se expandió entre varias familias numerosas de Haro, principalmente, y también en Miranda, situación que ha llevado a tomar medidas extremas de aislamiento y de contención por parte de la Junta de Castilla y León.
El fallecimiento ayer, por causas que nada tienen que ver con el coronavirus, de un respetado patriarca gitano burgalés a los 80 años de edad plantea una situación análoga a la vivida hace quince días entre Burgos, La Rioja y Álava. Este hombre tenía lazos de parentesco con la familia mirandesa afectada y los casos de vendedores ambulantes de Burgos también bajo observación, pero fuentes oficiales descartaron que pudiera estar afectado por el COVID-19.
Pero para evitar que la misma situación de Vitoria pueda producirse en Burgos, las autoridades sanitarias han mediado con la familia para tratar de contener la asistencia al sepelio a los familiares más cercanos que no tengan contacto con los casos de Miranda o los últimos de Burgos.
Fuentes de la administración regional explicaron a este periódico que durante toda la tarde de ayer se estuvo hablando con la familia para exponerles el riesgo de que pudieran acudir al funeral familiares que fueran portadores del virus sin saberlo y remarcarles la necesidad de extremar las precauciones, a lo que han accedido para evitar males mayores a la familia y amigos. De hecho, no se ha emitido esquela del finado ni se ha dado a conocer la hora del sepelio, que sólo conocían los más íntimos, aunque a última hora de la noche un grupo reducido de personas presentaba sus condolencias en el tanatorio.
Por otro lado, el traslado de una anciana desde el barrio de Gamonal por 4 sanitarios ataviados con trajes de protección, mascarillas y guantes alarmó a la población por lo aparatoso de las medidas que se aplican para que no se contagien los sanitarios. La mujer fue evacuada en una camilla con una cubierta plástica protectora.