19 años del crimen de Juana Canal. El novio confiesa que la descuartizó y la enterró en Ávila
«La enterré en dos hoyos», admitió Jesús Pradales Herrero desde la finca de Navalacruz en la que ayer guió a la Guardia Civil hasta el lugar en el que hizo desaparecer los restos de la mujer hace 19 años, un crimen resuelto a raíz de un pinchazo a su teléfono
Jesús Pradales Herrero, el que fuera pareja de Juana Canal en el momento de su desaparición en 2003 , ha confesado este jueves a los agentes que descuartizó y sepultó su cadáver en la finca de Navalacruz en Ávila . «La enterré en dos hoyos», admitió a los agentes que le custodiaban durante la inspección del terreno que ayer realizaron guiados por el propio Pradales por segunda vez después de que el miércoles ya confesara a la Guardia Civil el crimen. Fue el propio detenido quien indicó a los investigadores la zona en la que realizó el enterramiento, en una frondosa parcela de terreno del pueblo abulense del que procede su familia.
La expareja de Juana Canal, feriante de profesión, fue detenida el miércoles después de que el dispositivo de búsqueda hallara hace unos días más restos óseos en el mismo paraje de Ávila donde se localizaron más huesos en 2019. En un primer momento admitió ante los investigadores ser el responsable de la muerte de Juana Canal pero posteriormente, modificó su versión y pasó a inculparse de haber descuartizado y enterrado el cuerpo de la mujer en Ávila, pero sostuvo que se la había encontrado muerta y que él no fue responsable de su fallecimiento.
La labor policial se centra ahora en determinar quién la mató, cómo y dónde se produjo el fallecimiento y de qué manera pudo Jesús Pradales Herrero trasladar los restos de Juana Canal una vez descuartizada . En un primer momento se barajó la posiblidad de que hubiera tenido ayuda de una tercera persona y, de hecho, las escuchas telefónicas indujeron a pensar que así fue.
La jueza que investiga el crimen de Juana autorizó el pasado mes de septiembre la realización de un pinchazo telefónico para controlar las conversaciones de la expareja de la víctima. Según las pesquisas, la expareja se habría delatado en una de las conversaciones telefónicas e incluso habría apuntado a la posible participación de una tercera persona en el traslado del cadáver del piso de la madrileña calle Boldano, en el distrito de Ciudad Lineal, donde se habría ejecutado presuntamente al crimen a la zona boscosa de Ávila donde se están hallando los huesos.
El sospechoso del crimen fue arrestado el miércoles cerca de Torrejón de Ardoz y se le trasladó a la finca de Ávil a cercana al lugar donde aparecieron los restos en un dispositivo conjunto de Policía Nacional y la Guardia Civil. Fuentes de la investigación consultadas confirmaron que en las batidas en la zona de Navalacruz se habían encontrado restos óseos, pendiente de análisis, pertenecientes a un fémur y la cadera.
La Policía Nacional y la Guardia Civil de Ávila pusieron en marcha el pasado 17 de octubre en el término municipal de Navalacruz un dispositivo de búsqueda de restos mortales de Juana Canal Luque, la vecina de Ciudad Lineal desaparecida en febrero de 2003 y cuyo cráneo apareció en 2019 en esta zona.
La búsqueda se centraba en una zona de Ávila frecuentada por el sospechoso , la pareja de Juana de entonces, y donde se halló el cadáver en 2019. Una de las hipótesis de la Policía es que la víctima fue asesinada en su propio piso en Madrid y posteriormente su cadáver fue trasladado.
La mujer, que en 2003 tenía 38 años y vivía en Madrid con sus hijos y su nueva pareja, desapareció tras una fuerte discusión con este. Fue el 22 de febrero de ese año cuando uno de los hijos regresó al domicilio tras pasar la noche fuera y encontró una nota redactada por la pareja de su madre, que le indicaba que habían tenido una fuerte discusión y que ella había salido corriendo y no había logrado encontrarla.